Una enfermera, identificada como Eva para proteger su seguridad, fue quien detectó a una víctima de trata que había sido raptada de su ambiente, en México, y trasladada a Estados Unidos.
“Yo sabía que si no hacía algo por ella inmediatamente, esta joven saldría por la puerta para ser una esclava sexual”, relata la enfermera que cuida con pasión a sus pacientes.
La historia de Eva, llena de valentía para enfrentarse al peligro, es casi un caso de estudio para aquellos que se dedican a evitar la trata de personas y pone énfasis en la importancia de que los trabajadores de la salud estén capacitados para detectar los casos.
Ellos están en el frente y dan la batalla contra la trata porque pueden enfrentarse cara a cara las víctimas, quienes son aisladas y movidas de lugar con frecuencia para evitar que pidan auxilio.
Por ello, todo el personal del hospital de Grady, uno de los centros asistenciales públicos más grandes de Estados Unidos que sirve a millones de residentes en el área de Atlanta, recibe entrenamiento en el tema de trata de personas.
“Lo que buscamos es que ellos entiendan que están al frente de esta batalla. Pueden marcar una diferencia en las vidas de quienes son objeto de trata”, dice Patti Haggerman, entrenadora del programa.
Con frecuencia, al terminar el entrenamiento, los trabajadores del hospital se preguntan ‘a cuántas víctimas podremos salvar’. Quedan en alerta para detectar un posible caso de trata”, asegura Craig Tindall, vicepresidente del Hospital de Grady.
Pero aún sin recibir la capacitación, Eva fue capaz de identificar la situación que atravesada una joven de 17 años, embarazada, que tenía cuatro meses de haber sido secuestrada.
“Ella fue raptada en México; cuando salía de la escuela un hombre se la llevó, la introdujo ilegalmente en Estados Unidos y la mantenía secuestrada en un departamento”.
Eva tomó un riesgo extraordinario al sacar a la joven de la clínica y se comunicó con los familiares.
Temía que el traficante tomara represalias, sin embargo, logró apoyar a la joven y hacer que regresara a su hogar en México. Ella dice que nunca olvidará la experiencia.
(Jim Clancy, periodista de CNN, colaboró con este informe)