Floristeros, kioskeros y camioneros le apostaban a Argentina para vencer a su archirrival y vecino rioplatense, Uruguay. Los pronósticos resultarían bastante inflados tras la eliminación de los anfitriones… quizá sería porque algunos aficionados de Boca Juniors insistían en que los goles los haría Martín Palermo, ¡quien ni siquiera estaba en la selección! Aunque tal vez no hubiera sido mala idea meterlo.