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(CNN) — El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró el estado nacional de calamidad, después de visitar diferentes zonas del sur del país, devastadas este fin de semana por una tormenta tropical.

Aquino hizo la declaratoria en un discurso transmitido en la radio nacional. La cifra de muertos ya supera los 900, según la agencia de desastres.

Según la Unicef las inundaciones afectan a más de 43.000 niños en Filipinas.

Benito Ramos, funcionario del Consejo Nacional de Desastres y Gestión de Riesgos, dijo que había 927 muertos. Mientras que la Cruz Roja del país reporta 713.

La tormenta tropical Washi afectó a más de 167,000 personas, según datos del Consejo. Cerca de 88,000 personas tuvieron que abandonar sus hogares.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, publicó el lunes un comunicado para expresar sus más profundas condolencias por la tremenda pérdida de vidas y la devastación.

Indicó que Estados Unidos está listo para asistir al pueblo filipino y que el gobierno tendrá toda la ayuda humanitaria que necesite.

La Cruz Roja reportó que hay cientos de desaparecidos después de que villas enteras fueron arrastradas por la corriente. El hedor a muerte impregnó el aire, mientras trabajadores de ayuda humanitaria se apresuraban a apoyar a los sobrevivientes.

Militares y funcionarios indicaron que la mayoría de las muertes ocurrieron en las ciudades portuarias de Iligan y Cagayan de Oro, pues estas fueron arrastradas mientras la gente dormía.

Cinco personas murieron en un derrumbre de tierra, pero prácticamente todos los demás fallecieron por las inundaciones provocadas por la tormenta tropical Washi, que localmente es llamada Sendong.

Los sobrevivientes se encuentran sin electricidad o agua potable.

Una mujer en Cagayan de Oro recolectava aguas turbias de la inundación en un cubo, a pocos metros de donde había un vehículo destruido por las aguas.

Las inundaciones comenzaron la noche del viernes, después de 10 horas de lluvia. Hasta 20 centímetros de agua cayeron en menos de 24 horas en algunas zonas, cuando en diciembre, la lluvia apenas llega a ser de 60 milímetros en la región, dijo a CNN el meteorólogo, Pedram Javaheri.