(CNN) — Un exguerrillero izquierdista comenzó su mandato como alcalde de la capital de Colombia con una promesa: la de prohibir la portación de armas en las calles de la ciudad.

“Más que prohibir si la gente toma o no toma, baila o no baila en las noches, abre o no abre una tienda, está el prohibir los instrumentos que le permitan a las personas matar a otras personas. Estos instrumentos son, en primer lugar, las armas de fuego, que la ley permite poseer de acuerdo a unas normas que yo no comparto porque nosotros le dijimos a Colombia, en el año 89, ‘dejemos las armas’”, aseveró Gustavo Petro este domingo durante su toma de posesión en Bogotá.

Petro es un antiguo miembro del grupo guerrillero izquierdista M-19, el cual firmó un acuerdo de desmovilización con el gobierno colombiano en 1989.

El domingo, Petro comentó que no podía ir en contra de las leyes nacionales que permiten la posesión de armas, pero expresó que prohibir el transporte de las mismas reduciría los índices de delito.

“No puedo contravenir las normas, pero sí puedo asegurar que una cosa sea tener un arma y otra cosa sea portarla en las calles, en las discotecas, en los buses, en las esquinas, en los parques. Quiero que la fuerza policial de la ciudad me ayude en esta tarea, una vez sea expedido el decreto, que en unos meses será medido estadísticamente alrededor del nivel del delito en la ciudad. Bogotá le gritará al mundo que éste es un espacio libre de armas”.

Un tribunal militar encarceló a Petro en 1985 por sus conexiones con el grupo rebelde M-19, el cual era conocido por sus ataques en contra de autoridades de alto perfil colombianas, como la toma del Palacio de Justicia el mismo año, la cual dejó docenas de muertos, incluyendo a 11 jueces de la Corte Suprema de Justicia.

En octubre, frente a una muchedumbre de partidarios que le aclamaban, Petro indicó que su elección a la alcaldía de Bogotá era un signo de que los votantes estaban “diciendo que sí a la reconciliación”.

Petro dijo que la construcción de casas para los necesitados y la revisión del sistema de educación estarán entre sus principales prioridades.

Antes de su elección como alcalde, Petro, graduado en economía y administración pública, ocupó cargos públicos como legislador, diplomático y candidato presidencial.

En la esfera política, Petro desarrolló rápidamente una reputación como un luchador en contra de la corrupción.

Como senador, lideró una denuncia en contra de legisladores y miembros del gabinete del expresidente Álvaro Uribe, a quienes les acusaba de tener vínculos con grupos paramilitares.

En el 2010, el ahora alcalde ocupó el tercer lugar en la carrera por la presidencia de Colombia.

Petro, de 51 años, no es el primer líder latinoamericano con un pasado vinculado a la guerrilla. Votantes en Uruguay y El Salvador también han elegido a políticos que estuvieron vinculados, en el pasado, a grupos rebeldes.

El periodista Fernando Ramos contribuyó con este reporte desde Bogotá, Colombia.