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Myrtle Beach, Carolina del Sur (CNN)— Aunque el puntero en la carrera por la nominación presidencial republicana Mitt Romney de nuevo fue el blanco, sus rivales también se asestaron un par de golpes entre sí en un nuevo debate, previo a las primarias de Carolina del Sur.

Los cinco candidatos republicanos restantes en la contienda discutieron cinco días antes de las primarias de ese estado y tres días antes de un debate de CNN allí mismo. 

Romney se pone nervioso

El republicano favorito no permitió que alguno de sus rivales lo inquietara en el debate de CNN celebrado en Las Vegas, en noviembre, cuando Rick Perry señaló que Romney había contratado a un contratista que empleaba a inmigrantes ilegales.

Desde entonces, en los debates y en el andar de la campaña, Romney ha pasado en buena medida por encima de sus rivales, y en su lugar, ha enfocado sus armas contra Barack Obama. Sin embargo, Rick Santorum finalmente consiguió poner nervioso a Romney al comienzo del debate.

Romney pareció estar desprevenido cuando Santorum lo presionó para decir si él también apoyó los derechos de voto de los delincuentes cuando era gobernador de Massachusetts. Romney fue evasivo, deteniéndose para ordenar sus pensamientos y emitir una respuesta. “Tenemos mucho tiempo; ya llegaré a ese punto”, dijo Romney a Santorum.

Después Romney se tomó varios minutos en contestar, para finalmente decir que a los delincuentes violentos no se les debería permitir votar bajo ninguna circunstancia.

Santorum se abalanzó, señalando que, de hecho, a los delincuentes de Massachusetts se les permitió el derecho al voto durante el mandato de Romney. Perry también se unió a los golpes, exigiendo que Romney publique su declaración de impuestos completa, algo que hasta ahora se ha negado.

Romney eludió esa pregunta hasta un punto posterior en el debate, cuando los moderadores lo pusieron en un aprieto. De nuevo se negó a responder directamente, al decir que podría publicar su historial fiscal completo “en torno a abril”.

“Estamos haciendo demasiadas revelaciones”, dijo, defendiendo de manera torpe los historiales financieros que hasta ahora ha dado a conocer.

La noche de Newt

Gingrich, que se pelea con Santorum por el voto en contra de Romney por parte de los conservadores en Carolina del Sur de cara a las primarias del sábado, necesitaba un intempestivo impulso este lunes. Y el moderador Juan Williams le hizo un favor.

Williams le preguntó a Gingrich sobre su controvertida idea de poner a los niños a trabajar como conserjes, porteros y empleados de limpieza con el fin de enseñarles una ética laboral. También presionó a Gingrich sobre si una de sus frases favoritas de campaña, la de que el presidente Barack Obama es “un presidente de cupones de alimentos”, es ofensivo para las minorías.

Gingrich aprovechó el momento y fue directamente a la base republicana, demoliendo la línea de preguntas “liberales” y “políticamente correctas”.

“En primer lugar, Juan,” dijo, “el hecho es que más personas han recibido cupones de alimentos con Barack Obama que con cualquier otro presidente de la historia estadounidense”.

“Creo que todos los estadounidenses de todos los contextos han sido dotados por su creador del derecho de buscar la felicidad”, continuó, “y si eso no hace felices a los liberales, voy a seguir buscando formas de ayudar a la gente pobre para que aprendan cómo conseguir un empleo, que aprenden cómo conseguir un mejor trabajo y que aprendan a algún día a ser dueños de su trabajo”. El resultado: El aplauso más fuerte de la noche.

¡Bain está de regreso!

Después de que en los últimos días regresaron a sus duras críticas contra el historial de Romney en la empresa de capital social y capital de riesgo Bain Capital, Gingrich y Perry repitieron sus ataques. Gingrich dijo que los cuestionamientos sobre Bain son temas “perfectamente legítimos” para una campaña política. “El gobernador tiene todas las oportunidades para responder a esas preguntas, para darnos hechos y fechas, y eso es parte de su responsabilidad como candidato”, sostuvo Gingrich.

Perry, quien ha llamado a Romney un “buitre capitalista”, señaló una planta de acero en Georgetown, Carolina del Sur, que salió del mercado después de que “entró” Bain y “metió las manos en la empresa”. Romney respondió destacando los miles de empleos que creó Bain, en un contexto nacional de pérdida de empleo.

Santorum acuchilla a Newt

Después de decir el sábado que había planeado ignorar a Gingrich en la última semana de campaña y centrarse en Romney, el lunes Santorum cambió de idea.

Gingrich cuestionó durante todo el día el potencial de Santorum en las primarias, por lo que el exsenador de Pennsylvania contraatacó y violentamente. Desafió los fundamentos fiscales del plan de Gingrich para reformar los programas sociales. Denominó su plan de ayuda social como “fiscalmente irresponsable”.

“Crea un nuevo derecho de ayuda social y va a pedir dinero prestado para hacerlo”, comentó a los reporteros. También arremetió contra las afirmaciones de Gingrich de que con un electorado conservador dividido en Carolina del Sur, un voto para Santorum es, básicamente, un voto para Romney.

La nueva dura retórica de Santorum es una señal de que una estrategia de “guantes de seda” contra Gingrich en Carolina del Sur no le ayudará. En su lugar, ahora se empeña en socavar la credibilidad de Gingrich entre los conservadores de Carolina del Sur para atraer a los electores contrarios a Romney.

El problema de Paul en Carolina del Sur

Nadie puede cuestionar los principios de sus posturas en diversos temas, pero Ron Paul se enfrenta al mismo problema en cada uno de los debates. Cuando juega la carta liberal y arremete contra los hábitos de gasto “fuera de control” salidos de Washington, empata con el pequeño grupo de conservadores en el gobierno desde que Obama asumió el cargo en 2009.

Pero sus puntos de vista en materia de política exterior lo siguen metiendo en problemas con los republicanos. Ya avanzado el debate, Paul despotricó largamente contra el “belicismo” y habló de la necesidad de reducir drásticamente la actividad de las fuerzas armadas estadounidense en el exterior, puntos de vista que en gran medida están fuera del agrado de la mayoría de los electores republicanos.

A diferencia de Iowa y New Hampshire, donde a Paul le fue bien en estas dos primeras pruebas en la búsqueda republicana de candidato a la presidencia, Carolina del Sur tiene una importante presencia militar y varias bases de las fuerzas armadas en el estado.

Como consecuencia, su diatriba en materia de política exterior fue recibida con un coro de enfadados abucheos por parte de un bullicioso público al que los productores del debate le permitieron salirse de control.