(CNNMéxico) — Un triste recuerdo guarda el último partido del receptor Jorge Posada con los Yankees, cuando los neoyorquinos fueron eliminados en casa por los Tigres de Detroit en octubre pasado.
Después de aquel encuentro en el que Posada tuvo un promedio de .429, al estar cuatro veces al bat para conectar dos golpes y recibir un strikeout, la idea del retiro era inminente.
A sus 40 años, este atleta nacido en Puerto Rico, quien en el pasado dio grandes momentos a los Yankees con cuatro Series Mundiales —tres seguidas de 1998 a 2000—, aseguró que no habría “probabilidad mínima” de volver a jugar con el equipo en la temporada 2012.
Posada llegó a los Yankees de Nueva York durante el selectivo de 1990, y fue cinco años después que el boricua tomó por primera vez el bat en Ligas Mayores, aunque sólo en un partido de temporada.
Pero pronto el pelotero agarró el ritmo en el diamante y en 1998 se alzó con título con los Yankees. Su desempeño siguió en ascenso y ligó dos campeonatos más en 1999 y 2000, año en el que recibió su primer Bat de plata, premio que entrega la Liga Mayor de Béisbol a la mejor defensiva de la temporada.
Su mejor promedio con .287, 145 carreras y 92 carreras en 151 juegos, para luego coronarse frente a los Mets de Nueva York en la Serie Mundial y ser convocado para su primer juego de estrellas de la MLB, algo que repitió del 2001 al 2003, y más tarde en 2007.
La temporada pasada, Posada estuvo en 120 juegos de los cuales conectó 81 golpes y 34 carreras. Sin embargo, una operación de rodilla en 2010 y la llegada de Russell Martin en el home, fue relegando su papel en el cuadro titular.
De acuerdo al sitio de los Yankees, Posada se convirtió en uno de los cinco jugadores en la historia del béisbol, que a lo largo de su carrera de 17 años lograron más de 1,500 golpes, 379 dobles, y un total de 900 carreras, y es el veterano con más juegos de postemporada, con 125.
Estas estadísticas apuntan a que la carrera de bateador de Posada supera a 13 de los 14 miembros del Salón de la Fama, con excepción de Yogi Berra.
En el ámbito extradeportivo, Posadas ha destacado por su trabajo con la fundación que lleva su nombre, creada junto a su esposa con el fin de luchar contra la craneosinostosis, un defecto congénito en el que las suturas en la cabeza del bebé cierran pronto y afectan el crecimiento del cerebro. Una enfermedad que el hijo del beisbolista padece.
Ahora, esta leyenda del llamado padre de los deportes dirá adiós al Yankee Stadium, la casa de la que consideró su segunda familia. Pero tal como aseguró Posada en noviembre pasado, el seguirá siendo Yankee.