Foto de archivo de de mujeres cerca de la ciudad de Kunduz, Afganistán, donde la policía dice que un hombre estranguló a su esposa por no tener un hijo varón.

KUNDUZ, Afganistán (CNN) — La policía de Kunduz, provincia al norte de Afganistán, busca a un hombre que presuntamente estranguló a su esposa después de que dio a luz a su tercer hijo y este no fue niño.

Sher Mohammed, de 29 años, se casó con Storay, de 22 años, hace cuatro años, según la policía.

La pareja tuvo tres hijas, la última de ellas nació hace tres meses. Después del nacimiento de la última niña, Mohammed culpó a su esposa de no ser capaz de darle un niño, detalló el jefe de policía del distrito Khanabad, Sufi Habib.

Khanabad se localiza a unos 50 kilómetros de la ciudad de Kunduz.

“El sábado pasado, el hombre, con ayuda de su madre, primero golpearon a la mujer y después la estrangularon hasta la muerte”, relató el jefe de policía.

La policía arrestó a la madre del sospechoso, Wali Hazrata, y la llevó a la prisión de Kunduz. Su hijo logró huir.

“Mi hijo no cometió ese crimen”, aseguró Hazrata. “…Pero después de tres niñas, Storay se sintió culpable y se suicidó”.

Esta noticia se da tres semanas después de que la policía afgana informó del rescate de una mujer de 15 años que fue encerrada en el sótano de la casa de sus suegros, sin alimentos y a la que le habían arrancado las uñas.

La adolescente, Sahar Gul, se casó con un hombre de 30 años el año pasado. Las autoridades de Baghlan, provincia al norte del país, señalaron que la mujer fue torturada después de que se negó a ser prostituida.

Los activistas han denunciado que las mujeres siguen siendo víctimas en varias zonas de Afganistán, aún con el progreso conseguido tras la caída del régimen Talibán.

En el segundo cuatrimestre del año pasado, la Comisión Independiente de Derechos Humanos (AIHRC, por sus siglas en inglés) registró 1,026 casos de violencia contra la mujer. En 2010, fueron reportados 2,700 casos.

En diciembre, un grupo de pistoleros atacó y roció con ácido la casa de una familia afgana, después de que el padre se rehusó a entregar en matrimonio a su hija adolescente.

En otro caso, una joven de 21 años, identificada sólo como Gulnaz para su protección, fue sentenciada a 12 años de prisión tras denunciar que el primo de su esposo la violó.

Su caso atrajo la atención internacional, cuando se dio a conocer que ella se casaría con su agresor para recuperar su libertad y legitimar a la hija que concibió por la violación.

Eventualmente fue puesta en libertad, tras la intervención del presidente afgano.

Laura Smith-Spark contribuyó con este reporte.