CIUDAD JUÁREZ (CNN) — En esta ciudad fronteriza plagada por la violencia, los funcionarios locales están aumentando la seguridad para los policías.
Los agentes del orden, cada vez más amenazados por grupos criminales, permanecerán en hoteles y otras zonas seguras de la ciudad, informó este lunes el alcalde Héctor Murguía.
Los policías podrán mantener sus armas con ellos, incluso cuando estén fuera de servicio, añadió.
El anuncio del alcalde ocurre tras una serie de ataques contra policías al terminar sus turnos.
El sábado, hombres armados mataron a un policía desarmado que acaba de regresar a su casa del trabajo, según el funcionario. Fue el octavo oficial asesinado en un mes, de acuerdo con autoridades.
“Decidí que puedan llevar sus armas porque los están atacando cuando van a su casa. Decidimos darles alojamiento porque esto ha alcanzado a un número inaceptable de policías”, dijo Murguía.
La estancia en el hotel podría ser de tres meses máximo, añadió.
Los funcionarios no dieron más detalles sobre los planes de alojamiento por cuestiones de seguridad.
Daniel Mora, un residente de Ciudad Juárez, aplaudió la decisión.
“Parece ser lo adecuado para su seguridad, así que se pueden sentir más seguros”, dijo.
Mantas colgadas por la ciudad el mes pasado advertían que cada día sería asesinado un policía hasta que el jefe de la corporación renunciara. Las autoridades creen que un cártel de las drogas está detrás de los mensajes.
Pero el jefe de la policía, Julián Leyzaola, comprometió a continuar en el puesto.
“Tenemos que mostrarles que no se pueden poner por encima de la sociedad o por debajo de la ley. Son criminales y deben ser segregados, segregados en una prisión o en un cementerio, pero no pueden andar por ahí intimidando gente y manteniendo como rehén a la sociedad”, dijo el fin de semana.
Leyzaola es jefe de la policía de Ciudad Juárez desde marzo del 2011.
La ciudad, que comparte frontera con El Paso, Texas, es una de las ciudades más violentas de México.
El año pasado ocurrieron 1,933 muertes violentas en Juárez, de acuerdo con la oficina del procurador de Chihuahua. Es la primera vez desde 2007 que disminuye el número de muertes. El descenso fue rápido —bajó 38%— frente a los 3,117 asesinatos ocurridos en el 2010. En el 2009 hubo 2,643, mientras que en el 2008, cuando estalló la violencia, hubo 1,607. En el 2007 ocurrieron 300.
Algunos le han dado el crédito de la reducción de la violencia a Leyzaola. Pero la actuación del exmilitar no ha estado alejada de la controversia.
Leyzaola y sus oficiales de policía han sido acusados de cometer violaciones a los derechos humanos, como golpear a prisioneros.
Él ha demeritado tanto estas acusaciones como las amenazas del crimen organizado en su contra.