(CNN) — Con 95% de los votos contados, el gobernador del estado de Miranda Henrique Capriles ganó fácilmente las primarias en Venezuela al obtener 62% de los votos. Será él quien enfrente al presidente Hugo Chávez en octubre.
Capriles, de 39 años, lideraba las encuestas antes de la elección. Durante la campaña se definió a sí mismo como un candidato de centro-izquierda y trató de atraer a los votantes de todo el espectro político.
“Hoy, nuestro pueblo habló”, dijo a grupo de seguidores el domingo por la noche tras anunciarse su victoria. Al llamar a la unidad, prometió trabajar por todos los venezolanos.
Capriles ganó cerca de 1,8 millones de los 2,9 millones votos que se emitieron en todo el país, de acuerdo con Teresa Albanés, presidenta de la comisión electoral de la coalición opositora.
El competidor más cercano de Capriles, el gobernador de Zulia, Pablo Pérez, ganó 30% de los votos, informó Albanes.
El domingo, los venezolanos acudieron a los centros de votaciones ubicados en escuelas a lo largo de todo el país, donde funcionarios y observadores reportaron un proceso tranquilo.
iReporteros de CNN enviaron fotografías de largas filas de votantes en Caracas, Valencia y Maracaibo.
Pérez y los otros cuatro opositores del candidato presidencial llegaron a un acuerdo: dar su apoyo a quien ganara.
El frente unido será un arma clave en la batalla política en las elecciones presidenciales de octubre, según analistas.
“La oposición se dio cuenta de que si no se unía, de que si dividían el voto, jamás podrán vencer a Chávez”, dijo Federico Welsch, un profesor de ciencia política del a Universidad Simón Bolívar de Caracas. “Después del domingo, el presidente Chávez tendrá un adversario con rostro y nombre. Esta vez parece que la oposición tiene una posibilidad real de ganar. No es muy alta la posibilidad, pero existe”.
Los seguidores de Chávez han dicho que no hay duda de que el actual presidente ganará en octubre.
El odio contra Chávez es lo único que une a los candidatos opositores, dijo el legislador Jesús Cepeda en una entrevista trasmitida por la televisión estatal el mes pasado.
“El odio es la emoción humana más detestable. Y cuando habita dentro de la gente, la consume y la corrompe al punto en que no pueden siquiera pensar. La oposición está llena de resentimiento”, dijo Cepeda, un abogado del Partido Unido Socialista de Venezuela.
Más allá del fin común de derrocar a Chávez, había otros asuntos en juego en las primarias, incluido qué hacer con el gasto público excesivo, los problemas de seguridad y la inadecuada atención de la salud, dijo José Vicente Carrasquero, quien también es profesor de Ciencia Política en la Universidad Simón Bolívar, quien también habló antes de la votación.
“Chávez está buscando la reelección por cuarta ocasión, y estos son los mismos problemas que no resolvió en los tres periodos previos”, indicó Carrasquero.
Chávez ha aclamado en repetidas ocasiones el éxito de su gobierno al argumentar que la pobreza ha disminuido y que los programas sociales han aumentado.
El presidente ha dicho que confía en que ganará la elección de octubre, pero se ha comprometido a hacerse a un lado en caso de que no sea así.
“Si pierdo las elecciones del 7 de octubre, seré el primero en reconocerlo, entregaré el gobierno y llamaré a los funcionarios civiles y militares, desde el más moderado al más radicla, a obedecer el mandato del pueblo”, sostuvo Chávez en enero.
Capriles, un exabogado fiscal, fue alcalde de Boruta, perteneciente a Caracas, antes de ganar la gubernatura de Miranda. También fue el vicepresidente más joven del ahora extinto Congreso de Venezuela.