(CNN) — Los habitantes de las ciudades podrán hacer viajes más ecológicos con sólo mirar su smartphone.
La aplicación para smartphones CO2GO detecta automáticamente si su dueño va viajando por tren, carro o autobús, y calcula las emisiones contaminantes usando un algoritmo avanzado.
La aplicación fue diseñada por SENSEable City Lab, del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés) y esperan que esté disponible para descargarse este verano. Ellos dicen que la tecnología transformará a los ciudadanos en sensores andantes, recolectando información detallada de cómo las personas utilizan las ciudades.
“Estamos a la mitad de este tipo de revolución tecnológica”, dice el director Carlo Ratti. “La información te permite tomar mejores decisiones, así seas el Alcalde o un ciudadano normal”.
Gracias a las tecnologías de los smartphones y a los sensores integrados en los objetos de todos los días, una gran cantidad de información en tiempo real puede ser rastreada, asegurada y compartida instantáneamente con los ciudadanos, ayudando a la población urbana a que adapten su comportamiento y a tomar mejores decisiones, dice Ratti.
En resumen, hackear la información de la ciudad puede ayudar a sus habitantes a ser más verdes. También dicen que le puede ayudar a los próximos planeadores de ciudades a tomar mejores decisiones para el futuro.
Capturar información urbana, números de su uso de energía, movilidad, consumo de alimentos y agua, permitirá a los planeadores a hacer simulaciones de escenarios potenciales y para empezar, a hacerse la pregunta “¿qué pasaría si…?”. Ellos dicen que la visualización les ayudará a manejar los problemas más estresantes, como lo son la urbanización en masa, el envejecimiento de la infraestructura y las emisiones de carbono.
“Es como jugar SimCity a escala real”, dice James Moore, vicepresidente del área de Planeación comunitaria y desarrollo urbano en la firma de arquitectos HDR, haciendo referencia al famoso juego de computadora.
“Puedes averiguar qué algoritmos son necesarios y después puedes empezar a preguntarte, ‘¿Bueno, si quieres añadir 100,000 personas mas en los próximos 10 años, cuál es la mejor manera para hacerlo?’”.
En la actualidad, son varios los grupos que han comenzado a incorporar visualizaciones de datos y simulaciones virtuales que ofrecen a los usuarios acceso a herramientas sofisticadas de cualquier lugar en el mundo, como herramientas que podrían ayudar a derribar problemas urbanos.
En Bangalore, India, la Next Generation Infraestructure Lab, una división de la organización de investigación de pólizas CSTEP, ha estado explorando y construyendo simulaciones de edificios de diferentes escenarios urbanos.
El grupo también ha estado impartiendo talleres de juego en donde soluciones interactivas ayudan a los que toman decisiones y a los usuarios a entender las implicaciones de las diferentes opciones para el abasto de energía, como el uso de fuentes solares en lugar del carbón o el petróleo. La meta de estos talleres es llegar a crear una mezcla sustentable que cubrirá las necesidades de India para los próximos años, dicen los organizadores.
Gabriel Harp, gerente de investigación del departamento Horizontes tecnológicos del Instituto para el futuro (IFTF, por sus siglas en inglés) ubicado en Silicon Valley, cice que dichos movimientos son importantes porque permite a quienes planean las ciudades, toman las decisiones y a los ciudadanos, llegar a acuerdos en una etapa temprana para encontrar soluciones a diferentes problemas urbanos.
“En especial, tener conversaciones entre los diseñadores y los usuarios del sistema es muy importante”, añade Harp.
En Madrid, España, el programa En el Aire pretende hacer que los ciudadanos sean más concientes acerca de los niveles de contaminación utilizando información en tiempo real tomada de las autoridades de las ciudades.
Los investigadores han desarrollado diferentes interfases para comunicar la información, como una aplicación basada en la red que muestra los niveles de contaminación y su evolución con el tiempo.
También están interesados en llevar la información al espacio público, por ejemplo, poniendo en la fachada de los edificios unas pantallas grandes que reflejen un determinado color dependiendo de los niveles de contaminación, o desarrollando pequeños gadgets portátiles que muestran los niveles de contaminación cercanos.
Nerea Calvillo, creadora de En el Aire, dice que el proyecto apunta a incrementar el conocimiento de un ecosistema urbano invisible. También quiere “crear conciencia de los altos niveles que existen en nuestras ciudades y, finalmente, para impulsar el compromiso personal de los ciudadanos que terminarán tomando las decisiones y actuando políticamente”.
Ratti dice que la tecnología puede cambiar la manera en que la gente interactúa con el medio ambiente urbano y les permitiría estar más comprometidos con la toma de decisiones de los sitios en que viven, un aspecto fundamental para moldear ciudades más amigables con el medio ambiente en el futuro.