(CNN) — Algunos libros del Corán y otros materiales religiosos del Islam que serían desechados en un centro de atención en Bagram Airfield, Afganistán, fueron quemados inapropiadamente, de acuerdo con un funcionario de las Fuerzas de Asistencia de Seguridad Internacional (ISAF, por sus siglas en inglés).
“Esa no fue una decisión tomada porque fuera material religioso”, dijo el general John Allen. “No fue una decisión que haya sido tomada con respecto a la fe del Islam. Fue un error. Cuando nos dimos cuenta, lo detuvimos de inmediato e intervenimos”.
Cientos de manifestantes se reunieron en las afueras del campo de aviación este martes, furiosos por los reportes de la quema.
Los materiales religiosos, incluido el Corán, fueron recopilados en las instalaciones del centro de detención Parwan y quemados, según un funcionario de la ISAF, pero la quema fue inapropiada y está bajo investigación, según el funcionario.
Aunque algunos oficiales han sido interrogados, no hay detenidos.
“Algo como esto no puede suceder de nuevo”, aseguró Allen.
“Ofrezco mis sinceras disculpas por cualquier ofensa que esto haya podido causar, al presidente de Afganistán, al gobierno de la República Islámica de Afganistán, y sobre todo, al noble pueblo de Afganistán”, dijo el general Allen.
“Les aseguro, les juro, que no esto NO fue intencional de ninguna manera”, aseguró en un comunicado.
Afganos que trabajan en la base descubrieron el material que personal de la OTAN puso en un hoyo y advirtieron a los funcionarios.
“Cuando supimos de estas acciones, intervenimos inmediatamente y los detuvimos”, aseguró Allen. “Los materiales fueron recobrados y entregados a las autoridades religiosas”.
Poco después, los manifestantes se congregaron afuera de la base coreando “muerte a Estados Unidos, muerte al gobierno afgano, larga vida al Islam”, mientras un helicóptero de la OTAN sobrevolaba la instalación militar.
“Cuando se supo qué material religioso había sido traído al incinerador fueron asegurados por las autoridades militares en colaboración con las autoridades religiosas afganas, así que es poco probable que cualquier manifestante tenga algo del material”, dijo el coronel Gary Kolb, vocero de la ISAF.
Los musulmanes consideran al Corán como la palabra de Dios, por lo que muchos ni siquiera lo tocan sin antes haber llevado a cabo el ritual de ablución, es decir el lavado de manos.
Profanar el libro, como quemarlo, es visto, por lo tanto, como una afrenta imperdonable, como un acto de intolerancia.
Las autoridades investigan las razones por las que se reunió ese material y por qué se tomó la decisión de “ponerlo de esa manera”.
“Son incidentes muy, muy aislados. Hemos estado aquí por mucho tiempo. Hemos ido hombro con hombro con los afganos. Hemos muerto junto con los afganos porque creemos en ellos. Creemos en su país. Queremos tener cada oportunidad para darles un futuro brillante”, según Allen.
Fueron dadas a conocer algunas fotografías que supuestamente muestran los daños al Corán. Un fotógrafo de AFP dijo que afganos que trabajan en la base le dieron los coranes. Pero militares estadounidenses dijeron que esto era poco probable.
La embajada de Estados Unidos en Kabul advirtió a través de su cuenta de Twitter que era posible que las protestas se extendieran por Afganistán en los próximos días. “Manifestaciones previas en Afganistán han crecido hasta convertirse en ataques violentos contra objetivos de occidente”.
En el 2011, cuando el controvertido pastor de Florida, Terry Jones presidió lo que él llamó un juicio al Corán y quemó una copia, miles de afganos tomaron las calles.
En Kandahar, tres personas murieron en una manifestación y otras nueve cuando la policía se enfrentó con los asistentes a una protesta.
Funcionarios estadounidenses vociferaron condenas contra el acto del pastor.
“Es intolerable y extremadamente irrespetuoso de nuevo, lo condenamos de la manera más intensa posible”, dijo el general David Petraeus, quien encabezaba a las fuerzas internacionales de Afganistán en ese momento.
En el 2010, afganos protestaron afuera de la Base de Operaciones de Avanzada Mirwais en respuesta a la supuesta quema de coranes en ese lugar. Pero la ISAF dijo que sospechaba que ésta había sido una sesión de rutina de quemada de documentos militares.
Las protestas se tornaron violentas cuando los afganos comenzaron a arrojar piedras a los guardas de la base. Un miembro de las ISAF disparó contra un manifestante quien apuntó su fusil AK-47 hacia una torre de guardia, según funcionarios militares.