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(CNN) — El nuevo presidente de Yemen tomará juramento este sábado, con lo que se consolida el acuerdo de transferencia de poder alcanzado en noviembre para poner fin a meses de protestas y violencia por la salida de Ali Abdullah Saleh.

El vicepresidente Mansur Hadi Abdurabu, se convirtió en presidente en funciones en noviembre gracias a un acuerdo negociado por el Consejo de Cooperación del Golfo.

La posesión formal tendrá lugar en Sana’a, el próximo lunes frente al Parlamento nacional, donde se espera que Saleh asista luego de que salió de Estados Unidos el jueves.

“A partir del sábado por la mañana, Hadi será el presidente de Yemen, y la toma de posesión del lunes sólo será ceremonial y una celebración en apoyo al nuevo líder de Yemen”, dijo Abdul Aziz Jubari, un miembro del parlamento de Yemen del partido Congreso General del Pueblo (CGP) de Saleh.

Si bien los resultados finales de las elecciones aún no se han anunciado, Hadi fue el único candidato en la boleta del martes. Se espera que un recuento de votos de la elección sea públicado antes de la ceremonia, dijo Khaled Al-Qadhi, director de operaciones electorales.

Saleh se dirigió a Yemen desde los Estados Unidos, donde estuvo recibiendo tratamiento médico, y asistirá a la toma de posesión el lunes, informó Abdu Ganadi, un auxiliar de alto nivel de Saleh.

Saleh fue herido en un intento de asesinato en el palacio presidencial en junio pasado durante las batallas entre las tropas gubernamentales y combatientes tribales.

Se está preparando una “celebración masiva” para Saleh, que no necesariamente va a desaparecer de la política de Yemen, dijo Ganadi.

“Saleh tiene la opción de continuar la participación en la política y el acuerdo de transferencia de poder no le obligará a dar un paso al costado”, detalló Ganadi. “Él es el líder de la CGP y su voz y su apoyo seguirá siendo escuchadas en el CGP”.

En Estados Unidos, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aseguró que la elección de Yemen es “otro importante paso en su proceso de transición democrática”.

Por su parte, la organización Human Rights Watch pidió a Hadi hacer cambios sin demora.

“La transición histórica de Yemen tendría un mal comienzo, a menos que Hadi haga una ruptura inmediata con los abusos del pasado”, dijo Letta Tayler, investigadora de Human Rights Watch en Yemen.

“El nuevo líder de Yemen tiene que avanzar con decisión para marcar el comienzo de las reformas prometidas que defiendan los derechos humanos y el imperio de la ley”, agregó.

Hadi, de 65 años de edad, es un británico, oficial del ejército egipcio y entrenado en la Unión Soviética. Fue vicepresidente desde 1994 y se postuló para un período de dos años como presidente bajo promesas de mejorar la seguridad y la creación de empleos.

Él nunca ha tenido una gran base de poder, y se espera que los problemas de Yemen se puedan solucionar en más de dos años. Yemen es el país más pobre del Medio Oriente, con una grave escasez de agua y aumento de los niveles de desnutrición entre su población, de alrededor de 25 millones.

Saleh se enfrentó a un movimiento separatista en el sur, tensiones sectarias en el norte, y la creciente presencia de lo que funcionarios occidentales describen como una peligrosa alianza con Al-Qaeda.