(CNNMéxico) — Desde 1988, cuando el demócrata Michael Dukakis golpeó a sus principales rivales en las primarias, el supermartes ha desempeñado un papel fundamental en la elección de los candidatos presidenciales de ambos partidos. La falta de un líder sólido en este año invita a pensar que los republicanos podrían competir hasta bien entrada la primavera.
Romney se mantiene a la cabeza entre sus contrincantes, que cuentan con la seguridad de lograr un monto de los 437 delegados que están sobre la mesa en la votación de este martes en 10 estados: Alaska, Dakota del Norte, Georgia, Idaho, Massachusetts, Ohio, Oklahoma, Tennessee, Vermont y Virginia.
Se espera que Romney gane con facilidad en Virginia y Massachusetts, pero se enfrenta a un trabajo duro en estados como Ohio y Tennessee. Con ninguno de los candidatos con todo el respaldo, un puñado de las plazas cobrarán una importancia desmesurada. Pero el mayor premio de la jornada es Ohio, en el medio oeste.
Su peso es enorme, ofrece 66 delegados y constituye un referente en las elecciones generales y una prueba para los republicanos. La prueba es que el Partido Republicano nunca ha llegado a la presidencia de Estados Unidos sin haber ganado los comicios presidenciales en Ohio. Sus delegados están muy repartidos entre los distritos, por lo que la victoria del ganador debe ser generalizada.
En esta ocasión, se trata de un combate muy reñido entre Romney y Rick Santorum. Una encuesta de la Universidad de Quinnipiac dada a conocer este lunes señala que el 34% de los probables electores respaldan a Romney, con un 31% para el exsenador por Pennsylvania. El expresidente de la Cámara, Newt Gingrich, tiene un 15%, y el representante por Texas, Ron Paul, un 12%.
Es un duelo similar al que vivieron la semana pasada en Michigan Romney y Santorum, pero con un contexto diferente ya que el gobernador de Massachusetts había nacido y crecido en dicho estado, del que su padre fue gobernador.
En Ohio, el electorado podría penalizar sus reiteradas críticas al rescate de la industria del motor, el subsector que ha inyectado últimamente esperanza a la depresión industrial ohionesa, de acuerdo con EFE.
Los triunfos de Romney la semana pasada en Michigan y Arizona, seguidos del triunfo del sábado en los caucus del estado de Washington, le han dado hasta ahora 207 delegados, según el cálculo no oficial de CNN.
Santorum es el que le sigue, con 86; después viene Paul, con 46; y al final Gingrich, con 39. Se necesitan 1,144 delegados para asegurar la candidatura republicana.