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(CNN) — El ejército estadounidense está investigando si el consumo de alcohol fue la causa que llevó a un soldado a supuestamente disparar y asesinar a 16 civiles afganos, declararon hoy dos oficiales militares a CNN.

En la base donde el sospechoso vivía fueron encontradas botellas de alcohol, pero aún no está claro si pertenecían a él. Por ello, ya se le realizó un estudio clínico pero los resultados todavía no han sido entregados, declaró uno de los oficiales.

La milicia señaló al consumo de alcohol como una “posible causa” para permitir la suspensión del soldado sospechoso de los disparos, declaró un oficial de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) a CNN. Bajo las leyes de la justicia militar, se requiere declarar que existe una “causa probable” para mostrar que hay suficiente evidencia y que un sospechoso continúe en prisión después de haber estado bajo custodia durante 48 horas.

Integrantes de la División de Investigaciones Criminales del Ejército, encargada del caso, están entrevistando a ciudadanos americanos, afganos y miembros del equipo del acusado, informó hoy el portavoz del Pentágono, el capitán John Kirby.

Cuando la investigación termine, los resultados se darán a conocer y los militares oficiales “tomaran las decisiones en cuanto al proceso judicial”, de acuerdo con Kirby. Quien agregó que es muy pronto para saber si el soldado será juzgado en Afganistán. La milicia no dará a conocer el nombre del sospechoso hasta que los cargos hayan sido formalmente presentados por las autoridades militares, lo cual puede suceder dos semanas después de la detención.

Por ahora, el plan es mantener al sospechoso en Kandahar, donde los investigadores pueden tener entrevistar al presunto culpable. El general John Allen, comandante de las tropas de Estados Unidos en Afganistan, tiene aún que decidir cuándo y cómo el sospechoso será trasladado a EU. Es probable que así sea porque los procedimientos legales pueden tardar más que el tiempo que las tropas permanezcan en la nación de Medio Oriente.

El presidente Barack Obama calificó el hecho de “asesinato” en declaraciones dadas hoy sobre el tiroteo. “Lo que hice saber al presidente (Hamid) Karzai cuando hablé con él es que Estados Unidos toma esto de forma seria, como si fueran nuestros propios ciudadanos y nuestros propios niños los que fueron asesinados”, declaró Obama en el Rose Garden de la Casa Blanca.

“Me parece que ciudadanos afganos inocentes fueron asesinados”, reconoció Jay Carney, vocero de la Casa Blanca, cuando fue cuestionado por reporteros acerca de la elección de las palabras del presidente. “Cómo y por qué sucedió está bajo investigación. Así que no iré más allá de eso, y creo que él tampoco fue más allá”, dijo.

Carney también explicó que el presidente no se refería a que hay más de un sospechoso cuando dijo “seguiremos los hechos donde quiera que nos lleven y nos aseguraremos de que cualquiera que haya estado involucrado sea castigado con todo el peso de la ley”.

El vocero de Obama dijo que “no hay razón para creer que más de una persona disparó, pero están interrogando a varias personas como parte de la investigación”.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon E. Panetta dijo a los reporteros que “en este caso podría considerarse la pena de muerte”. Desde 1961, a ningún miembro del ejército se le ha hecho efectiva la pena de muerte, aunque varios han sido sentenciados y permanecen en el Pabellón de la Muerte.

El presidente George W. Bush fue el último en autorizar la pena de muerte para un soldado en 2008 cuyos crímenes fueron cometidos en 1980.

Las relaciones entre Estados Unidos y Afganistán se tensaron a partir de este hecho. El Talibán afgano declaró este lunes que sus combatientes se vengarán por las 16 personas asesinadas y el Parlamento afgano demandó un juicio público para el sospechoso, acusado de matar a nueve niños, tres mujeres y cuatro hombres.