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Kabul, Afganistán (CNN) — Los talibanes afganos anunciaron este jueves que suspendieron una oficina diplomática en Qatar destinada a las conversaciones con Estados Unidos, luego de que un soldado estadounidense asesinó a 16 civiles en dos aldeas de Afganistán el pasado domingo.

Los talibanes habían abierto la oficina el 3 de enero “para los fines de llegar a un entendimiento con la comunidad internacional y para abordar algunos temas específicos con los invasores estadounidenses, después de llegar a un acuerdo con el gobierno de Qatar”, dijo el grupo en un comunicado.

Este jueves, ciudadanos afganos tomaron las calles para exigir que el soldado acusado del ataque sea procesado en Afganistán, después de que se supo que salió del país.

En tanto, un miembro del Parlamento acusó a la milicia de mostrarle a él y a otros funcionarios “un falso video… para convencer al pueblo afgano que el acto fue de un solo soldado”.

Muhammad Naim Lalai dijo que él fue uno de varios a quien se le mostró el video de vigilancia en la base de la provincia de Kandahar.

“Nos mostraron el video en el que el soldado escala la pared de una base militar, se mete y se quita su chaleco antibalas y sube sus brazos para rendirse”, dijo Lalai a CNN. El funcionario expresó sus dudas sobre la veracidad de las imágenes.

Estados Unidos no ha confirmado que mostró el video de la base a los afganos.

Las manifestaciones y dudas llegan luego de que el secretario de Defensa de EU, Leon Panetta, se reunió con el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, en Kabul, donde se esperaba que hablaran sobre los asesinatos y la reciente quema de copias del Corán por parte de las tropas estadounidenses.

Karzai calificó la matanza como un “acto de terrorismo e imperdonable”.

Panetta llevó a cabo un viaje de dos días, el primero de un funcionario estadounidense de alto rango desde los asesinatos del domingo pasado en el distrito Panjwai, en la provincia de Kandahar. El viaje de Panetta fue programado antes de los ataques.

La manifestación, convocada por líderes religiosos, se llevó a cabo en la ciudad de Qalat, cercana a las dos aldeas donde ocurrió la masacre, de acuerdo con Muhammad Jan Rasuli, vicegobernador de la provincia de Zabul.

Los participantes corearon frases antiestadounidenses, pidieron justicia y exigieron que el soldado sea enjuiciado públicamente en Afganistán.

Por separado, 13 personas murieron cuando un automóvil golpeó una bomba en el camino en la provincia de Uruzgan, dijo la policía local.

Los muertos incluyen nueve niños y cuatro mujeres, mientras que dos hombres resultaron heridos, dijo el vocero policial Farid Ayell. El funcionario culpó a “los enemigos de Afganistán” por la explosión.

No está claro si hay relación entre este incidente y el tiroteo del domingo.

El sargento del Ejército —quien no ha sido identificado— fue trasladado por recomendación del general John Allen, comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés), liderada por la OTAN.

“No tenemos instalaciones adecuadas en Afganistán para detenerlo por más tiempo”, dijo el capitán John Kirby, portavoz del Pentágono.

Un funcionario de defensa, que habló bajo condición de anonimato, dijo que el hombre fue trasladado en avión a Kuwait, donde EU tiene la infraestructura jurídica y personal para tratar con el sospechoso. El funcionario no está autorizado para dar detalles a los medios de comunicación.

El soldado, quien supuestamente dejó el campamento Belambay el domingo por la mañana, se dirigió a poblados fuera de la base y abrió fuego mientras iba de casa en casa; mató a nueve niños, tres mujeres y cuatro hombres, de acuerdo con testigos y las autoridades afganas. El Ejército estadounidense no ha confirmado el número de muertes.

Según una fuente del Congreso no autorizada para hablar en público, el militar —que pertenece a la base conjunta Lewis-McChord, cerca de Tacoma, Washington— pertenece al Equipo de Combate de la Tercera Brigada de Asalto, de la segunda División de Infantería.

Esta era su primera misión a Afganistán, aunque había estado en Iraq en tres ocasiones. En 2010 sufrió una lesión cerebral por un accidente automovilístico. Sin embargo, pocos detalles han surgido para explicar por qué un soldado atacaría con su arma a civiles.

A pesar de las protestas y la violencia local, los disturbios en el país no han igualado a las ocurridas el mes pasado, cuando soldados de EU quemaron copias del Corán y otros materiales islámicos. Funcionarios militares dijeron que estos fueron retirados de prisioneros afganos porque tenían mensajes extremistas.