(CNN) – El trabajo puede ser una verdadera carga para algunas personas; la mayor parte del tiempo se siente agotadas, con una actitud cínica hacia su entorno de trabajo, y creen que sus esfuerzos no son valorados.
En otras palabras, están “quemados”.
Un nuevo estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition conecta estos sentimientos con ciertas conductas alimentarias como el exceso de comida.
El experimento se realizó en 230 mujeres que trabajan. Aquellas que estaban experimentando cierto desgaste laboral al inicio del experimento, fueron más propensas a la alimentación emocional y descontrolada a comparación con las mujeres que no se sentían agotadas. Este comportamiento se mantuvo aún después de 12 meses. Entre las mujeres sin desgaste, el comer sin control disminuyó significativamente a lo largo del año.
“Entre las personas con sobrepeso y obesidad, la imposibilidad de cambiar debido al desgaste, puede perjudicar la autoestima y la autoeficacia, que son factores importantes para el éxito en el mantenimiento del peso”, escribieron los autores del estudio.
De acuerdo con investigaciones previas, el índice de masa corporal tiende a estar asociado con el hecho de comer sin control y la alimentación emocional. Y los individuos con sobrepeso y obesidad son más propensos a tener estos comportamientos. Sin embargo, no hubo una diferencia significativa en el peso de las personas con y sin agotamiento. Y casi la mitad de aquellas con síntomas de agotamiento tenían un peso normal.
Existen, por supuesto, las diferencias individuales a la hora de responder al estrés: algunas personas comen menos cuando están estresadas, mientras que otras comen más. La pérdida y el aumento de peso también varían respecto al estrés.
Hay que mencionar que los investigadores no tomaron en cuenta la historia de los participantes en cuanto a su peso; si habían tenido cambios significativos antes del estudio, por ejemplo, en términos de pérdida de peso. Esto podría haber afectado los resultados.
“Lo que veo en estos estudios es que la gente come no por una razón fisiológica, sino por un motivo psicológico. La comida es sólo un medio y ese medio está fácilmente disponible”, dice Meagan Mohammadione, RD, LD, del Centro Bariátrico de Emory en Atlanta, que no participó en la investigación”.
Melina Jampolis, médica y experta en nutrición para CNNHealth.com, también considera al estrés como una cuestión fundamental cuando se habla de nutrición. Si el estrés no está dirigido y gestionado de una cierta manera a largo plazo; los cambios en la dieta y el ejercicio son muy difíciles, escribió en un e-mail.
De hecho, las dietas exprés podrían en realidad, agravar el estrés que sienten las mujeres, por la alteración de la química del cerebro y la disminución de la ingesta de nutrientes críticos. Por ejemplo, reducir la ingesta de hidratos de carbono puede hacer caer el estado de ánimo; que debido al agotamiento ya está bajo.
¿Qué pasa entonces con los antojos, cuando se está en el trabajo; cuando la máquina expendedora está ahí, como una tentación; llena de comida basura? Mohammadione recomienda planificar con anticipación y tener snacks saludables al alcance de la mano; como zanahorias baby y manzanas, que son fáciles de comer, “para que [cuando] a pesar de todo tenga que comer algo, elija la mejor opción”.
“El comer emocional golpea con mucha rapidez y su respuesta debe ser igual de rápida”, dice Mohammadione.
Por último pero no menos importante: levántese y de un paseo. El sólo hecho de alejarse de su escritorio y hacer un poco de ejercicio puede sustituir de maravillas a la barra de chocolate que iba a comer.