(CNN) — El soldado del ejército de Estados Unidos acusado de matar a 16 civiles afganos no estaba borracho, pero no recuerda lo que pasó y está en shock, dijo su abogado al programa de televisión CBS News este lunes.
El medio informó que el sargento Robert Bales se reunió con tres de sus abogados, entre ellos John Henry Browne, durante más de siete horas.
“Él tiene memoria inicial de la noche y memoria posterior, pero no recuerda lo que paso en el medio”, dijo Browne acerca de la noche del tiroteo.
Contrario a algunos reportes, Bales no estaba borracho, le dijo el abogado a CBS.
“Está en shock. Está obsesionado con las tropas que quedan, de lo que lo están acusando y cómo esto podría tener consecuencias negativas para sus amigos y compatriotas”, dijo Browne.
Fuera de cámara, la CBS informó que el abogado dijo que no buscaría una defensa por demencia en el caso, pero sí uno de capacidad menor.
Cuando se le preguntó si su cliente tenía un mensaje para su esposa e hijos, Browne respondió: “Él los quiere mucho y está muy ansioso por hablar con ellos.”
Rebecca Steed, un portavoz de la prisión militar de Estados Unidos en Fort Leavenworth, Kansas, confirmó la reunión entre Browne y Bales, pero se negó a proporcionar detalles. El abogado no respondió a repetidas llamadas este lunes.
A Bales se le acusa del tiroteo en el sur de Kandahar, Afganistán, lo que ha puesto a prueba las ya tensas relaciones entre Estados Unidos y la nación del medio oriente, así como la intensificación del debate sobre la conveniencia de retirar las tropas estadounidenses antes de 2014.
En un comunicado, Bales Karilyn, la esposa del sospechoso, dio a conocer pidió un poco de intimidad tras la masacre a la que llamó una “terrible tragedia y desgarradora”.
“Nuestra familia tiene poca información más allá de lo que leemos y vemos en los medios de comunicación. Lo que se ha informado está totalmente fuera del carácter del hombre que conozco y admiro. Por favor respétenme cuando digo que no puedo arrojar luz alguna sobre lo que pasó esa noche, así que por favor no la pidan”, dijo. “Por favor dennos un poco de paz y tiempo para tratar de dar sentido a algo que no tiene ningún sentido en absoluto”.
Después de los tiroteos del 11 de marzo en dos aldeas vecinas a las afueras de un puesto de Estados Unidos en el distrito de Panjwai, el presidente afgano, Hamid Karzai, pidió a las tropas se retiraran de los pueblos y regresar a sus bases. Dijo que las relaciones entre los dos países estaban “al final de su cuerda”.