(CNNMéxico) — Hugo Chávez, actual presidente de Venezuela, viajó la semana pasada a Cuba para iniciar una terapia de radiación como complemento a la cirugía abdominal que le fue practicada a inicios de marzo. ¿En qué consiste exactamente el tratamiento que le será practicado al mandatario?
La radiación utilizada para obtener una radiografía es del mismo tipo que la que se emplea para curar el cáncer. La radioterapia utiliza principalmente radiaciones de alta energía como rayos X, rayos Gamma, o electrones, para destruir células cancerosas.
Los rayos X que atraviesan el cuerpo, y que por medio de una placa fotográfica revelan los huesos, también sirven para diagnosticar y tratar un padecimiento, explica Manuel Montaño Zetina, investigador del departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
La radiación, dijo, se puede definir como grandes cantidades de energía en movimiento, y podemos aplicarla para procurar el bienestar humano.
¿Qué es la radioterapia?
La radioterapia se utiliza en el tratamiento de tumores cancerosos y consiste en hacer incidir un haz de radiación ionizante (energía que tiene la capacidad de modificar la estructura atómica de las células) en el sitio donde se ubica la enfermedad neoplásica (el tumor), explica Luis Alberto Medina Velázquez, investigador del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Unidad de Investigación Biomédica en Cáncer INCan-UNAM, de la misma universidad.
“Las radiaciones más utilizadas dentro de la radioterapia son los fotones, rayos Gamma, X o partículas cargadas (electrones, protones o partículas alfa). Estos tienen la capacidad de ionizar (descomponer una molécula en iones), ya que el objetivo es dañar el ADN de las células tumorales para que pierdan su capacidad de reproducción y mueran”.
En la radioterapia existen dos modalidades: teleterapia (terapia a distancia) y braquiterapia (terapia en el lugar).
Teleterapia
Se usan tanto rayos X como Gamma, que tienen la capacidad de atravesar el tejido (piel, músculo, hueso) para llegar a la masa tumoral. “Esta debe tener la suficiente energía no sólo para penetrar, sino para llegar al sitio en el que se localiza el cáncer”. Su limitante es que para llegar al tumor, atraviesa, y por consiguiente irradia el tejido sano.
A través de un acelerador lineal (para producir rayos X de alta energía) o fuentes radiactivas (irradiador de cobalto-60 que emite rayos Gamma) se emite la radiación. Su ventaja radica en que con ella no es necesario “abrir” al paciente, sino colocarlo de modo en que el haz de radiación llegue al lugar donde se localiza la anormalidad, detalla Manuel Montaño Zetina. “Se dirige el haz de radiación a través de la dermis, llega al punto y concentra la mayor cantidad de energía para destruir el tumor”.
Braquiterapia
Se utilizan núcleos radioactivos (radioisótopos), producidos comunmente en reactores nucleares. Estos radionúclidos pueden procesarse químicamente para unirse a un compuesto (sólido o líquido) para ser implantados directamente en el tumor o colocados en su cercanía. Si este se ubica en un sitio muy interno del cuerpo, se debe intervenir quirúrgicamente al paciente para colocarlos”.
“Una vez dentro del cuerpo, se debe analizar cuánto tiempo se debe dejar la fuente radiactiva para obtener los mejores resultados. La radiación reduce o elimina la reproducción incontrolada de las células; la ventaja es que destruye al cáncer apenas dañando el tejido sano de alrededor”, explica Medina.
En el caso de cáncer cérvicouterino, se introduce en la cavidad vaginal un dispositivo metálico (llamado tandem) que contiene una fuente de material radiactivo en sus extremos, logrando principalmente la irradiación de la pared vaginal y sus alrededores.
“En el cáncer de próstata se interviene de modo quirúrgico para introducir pequeñas agujas (milimétricas) de material radiactivo que emitirán radiación en la zona afectada”, precisa Medina.
Radionúclidos como el Cobalto-60, Cesio-137, Yodo-125, Iridio-192, y Paladio-103 son comúnmente utilizados en procesos de braquiterapia, detalla.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no detalló qué tipo de radioterapia recibirá.
¿Radioterapia, quimioterapia o cirugía? ¿Cuál es mejor?
Actualmente, son tres los métodos más utilizados en el tratamiento del cáncer: quimioterapia, radioterapia y cirugía. Todas las terapias son complementarias. “No podemos argumentar que una es mejor que otra; su uso depende del estado de salud del paciente y del tipo de cáncer que padezca”.
En la quimioterapia se administra un agente químico-tóxico que mata células. Su limitante es que al no ser específico, no sólo mata células cancerosas, sino cualquier célula sana. Esto ocasiona que los efectos secundarios producidos en el organismo limiten la efectividad del tratamiento para eliminar el tumor, comenta Medina.
Por ello, destaca, se combinan los tratamientos buscando explotar el potencial de cada uno y reducir los efectos secundarios que deterioran la calidad de vida del paciente.
Sin embargo, el físico del CINVESTAV, Manuel Montaño, asegura que la caída de cabello, molestias en el sistema digestivo y nervioso, entre otros síntomas derivados de los procesos quimioterapéuticos son menores con la radioterapia. “Esta se concentra en atacar la neoplasia, y aunque también afecta la zona de tejido sano alrededor de este, el daño es mínimo”.
Avances médicos y tratamientos más eficaces
En 1964, durante una reunión de especialistas de la OMS y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), se destacó la importancia de la radioterapia como parte esencial en los tratamientos anticancerosos, por lo que se urgió a integrarla y organizarla dentro de los servicios de salud.
Conforme la ciencia médica avanza, se busca mejorar los tratamientos para atacar este padecimiento, considerado la principal causa de mortalidad a escala mundial. Se le atribuyen 7.6 millones de defunciones a nivel global (aproximadamente el 13%) en 2008.
Medina subraya que actualmente existen nuevas alternativas o modalidades de tratamientos en periodo de experimentación, relacionados con procesos moleculares, genéticos o de biología celular con el fin de reducir los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia.
“Tratamos de encapsular en vectores (pequeñas vesículas o liposomas) la carga de quimioterapia con el propósito de proteger el cuerpo de la exposición al agente químico de manera generalizada para que el producto tóxico se concentre en la zona tumoral.
“Aprovechando los efectos que el tumor causa en el organismo, el vector sólo actuará cuando llegue a este o lo localice. Trabajamos para hacerlo más específico. Le colocaremos agentes biológicos que permitan darle especificidad y dirigirlo a las células tumorales, lo que evitará su interacción con las sanas. Se pretende que este proyecto se convierta en una mejora a lo existente. El objetivo es tener alternativas cada vez más eficaces”.