La ginecomastía, o agrandamiento de los senos en los hombres en una de las cirugías más realizadas.

Por Anthony Youn*

El par de senos doble-D que sobresalen frente a mí parecería que le pertenecen a Pamela Anderson.

En su lugar, son de un niño de 14 años de edad.

Tomo un marcador negro y comienzo a marcar sobre Phil, mi paciente y la primera cirugía del día. Phil tiene ginecomastía severa, o agrandamiento de los senos en los hombres.

Phil fue traído al consultorio por su abuela, quien lo crió desde que tenía diez años. Al parecer, era un niño bien educado y buen estudiante hasta que llegó la pubertad. Como a la mayoría de los niños en esta etapa de maduración, su voz se hizo más profunda y aumentó su estatura. Pero, a diferencia de la mayoría de los otros chicos, le comenzaron a crecer los senos.

Sus pechos crecieron y crecieron hasta llegar a la mitad de su abdomen.

La abuela de Phil se dio cuenta que el joven se hacía cada vez más retraído. Sus amigos lo abandonaron. Los niños se burlaban de él. Sus calificaciones también sufrieron. Incluso en Educación Física tras negarse a quitarse la camiseta. La abuela de Phil decidió tomar el control de la situación e hizo una cita con Phil para verme.

En la consulta, Phil se mantuvo muy callado. Dejó que su abuela fuera la que hable. Entonces, al final de la cita sus ojos tristes se quedaron mirándome. Y con una voz temblorosa me preguntó: “¿Me puedes ayudar?”

“Sí”, contesté, con toda la confianza posible.

Tres semanas después, aquí estamos.

Phil es parte de una nueva tendencia en cirugía plástica. Más y más hombres se están realizando procedimientos quirúrgicos. Según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica y Estética, en 2011 más de 800.000 hombres se sometieron a procedimientos cosméticos, con un incremento del 121% desde 1997. Cerca de 18.000 hombres se realizaron reducción de ginecomastía, una de las cirugías más populares. Botox es el procedimiento más común en general, con más de 260.000 hombres sometidos a inyecciones en el año 2011.

Posiblemente el mayor factor que influye en el aumento de la cirugía plástica masculina es la mejora en las técnicas, los dispositivos y los productos. Lucir renovado y rejuvenecido nunca ha sido tan fácil. Atrás quedaron los días cuando los pacientes tenían que que lidiar con las cicatrices largas y la apariencia de un “túnel de viento”. Las bolsas bajo los ojos y las narices deformadas ahora se pueden corregir sin cicatrices visibles. Los inyectables como Botox y Restylane pueden reducir las arrugas y evitar el paso por el quirófano. Y los nuevos tratamientos con láser pueden alisar la piel sin ningún período de inactividad.

Aún así, hay que ser precavido. Ya a que la mayoría de los procedimientos de cirugía plástica se han desarrollado con el rostro y la figura femenina en mente; estas cirugías deben tratarse de manera diferente en los hombres. De lo contrario los pacientes masculinos podrían quedar luciendo feminizados y poco natural. Un ejemplo de ello es Kenny Rogers, quien admitió públicamente haberse sometido a una cirugía -fallida- del párpado superior, en 2006. Ya todos conocen el resultado; apostó a la cirugía y perdió.

Finalmente, ¿qué pasó con Phil?

La cirugía de Phil fue exitosa. Corté los pechos con un bisturí; corté los pezones y los suturé nuevamente sobre su pecho plano. Todo el procedimiento duró 90 minutos.

Con casi 4 kilos (8 libras) de tejido mamario menos, lo sentamos en la mesa de la sala de operaciones. Su pecho pasó de ser masivo y flojo a plano y firme. Sus areolas se han reducido en diámetro, al tamaño de una moneda de 25 centavos.

Tres meses más tarde, Phil y su abuela llegan para una visita postoperatoria final. La actitud del joven ha cambiado; de aquella triste y retirada hacia una más amistosa y energética. Es como si una nube se hubiese evaporado por sobre su mundo.  Al salir de la sala de exámenes, se detiene y me dirige una endemoniada gran sonrisa.

Luego dice algo que me alegra el día.

“Dr. Youn, ¿adivine qué? Tengo una cita esta noche. “

No puedo evitar sonreírle.

Nota del Editor: El doctor Anthony Youn es un cirujano plástico en el área metropolitana de Detroit. Es el autor de  “In Stitches”, una memoria humorística sobre cómo llegó a ser médico.