(CNN) — El chef ejecutivo del restaurante Firefly, Danny Bortnick, adoptó medidas para convertir su restaurante en uno más amigable para los niños y presenta algunos consejos para hacer más fácil la hora de la comida al estar fuera de casa.
Prepara comida estructurada y sobre todo, rutinaria. Recuerda que los niños inician como lienzos en blanco y como padres es nuestra responsabilidad enseñarles buenos hábitos alimentarios:
1. Todo comienza en casa
- Pon variedad de comida en el plato. Aunque sea una zanahoria bebé y una rebanada de manzana, por lo menos les estás enseñando la importancia de una comida balanceada.
- Aléjate de las comidas y bebidas llenas de azúcar. Los niños son muy susceptibles a tener altibajos tanto mentales como físicos cuando consumen comida alta en azúcar. (¿Alguna vez te has preguntado por qué no se quedan quietos?)
- Los dulces y caramelos son sólo eso, caramelos. Trata de que sean pequeños (una galleta de la fortuna de la comida china) y ofrecéselos como recompensa por comer apropiadamente.
2. Haz de las comidas espacios interactivos
En la casa pueden ayudarte a poner la mesa, escoger el menú, y/o ayudarte a preparar la comida. Esto les da un sentido de participación.
En los restaurantes, deja que escojan lo que quieren comer y piensa en una actividad apropiada para el restaurante (los niños no están interesados en conversaciones de adultos o espiar a la pareja que se sienta en la mesa de al lado, cualquiera que sea la actividad, asegúrate de que no se entrometan en las mesas vecinas).
3. Haz que cenar fuera suene como algo especial
Haz que se emocionen con la experiencia. Si es algo que esperan con ansias, querrán hacerlo de nuevo.
4. Habla sobre las reglas antes de ir
Haz que las reglas sean simples y fáciles de recordar:
- “Quédense en sus asientos”
- “No tiren comida”
Si estás buscando más que los buenos hábitos mencionados arriba, podrías sufrir una decepción. Las reglas de la casa en lo que se refiere al comer vegetales, etc., quizá necesitan evolucionar en reglas más adecuadas para los restaurantes. Después de todo, comer afuera con los niños puede ser demasiado estresante, así que quizá quieras considerar aligerar tu carga de estrés. Enfócate en el comportamiento.
Usa el postre como una recompensa del buen comportamiento o cuando hayan comido bien. Sé consistente. Sé paciente. Va a tomar algo de tiempo pasar de cero a cien.
5. Avisa al restaurante
Averigua si el restaurante es familiar. Haz tu tarea. Para mí, un menú para niños no es un requisito. Generalmente, podemos encontrar algo que nuestros hijos puedan comer o compartir. Habiendo dicho esto, si el restaurante no acepta niños, no te preocupes. Conoce tus limitaciones.
Avisa al restaurante si llevarás niños. Esto les da la oportunidad de seleccionar una mesa apropiada o quizá asignarte a un mesero que tenga mejor disposición para atender familias.