KABUL (CNN) — El presidente afgano Hamid Karzai condenó las fotografías de soldados estadounidenses posando con los cuerpos de supuestos insurgentes y llamó a “una transición completa y acelerada de las responsabilidades de seguridad a las fuerzas afganas”.
Karzai, quien describió las imágenes como “inhumanas y provocativas”, dijo que “la única manera para poner fin a esas experiencias dolorosas” es terminar con la presencia de las fuerzas extranjeras en Afganistán.
“Es un acto repugnante tomarse fotos con partes de cuerpos humanos y luego compartirlas con alguien más”, dijo.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, también condenó las imágenes y dijo que representan “violaciones absolutas” a las regulaciones y valores de Estados Unidos.
Las fotografías, supuestamente tomadas en el 2010, fueron publicadas este miércoles por el diario Los Ángeles Times.
Las autoridades militares llevan a cabo una investigación al respecto.
Este caso es el último escándalo en la tensa relación entre Estados Unidos y Afganistán, a raíz de una serie de incidentes que han involucrado a soldados estadounidenses este año.
La matanza de civiles cometida por un soldado estadounidense en marzo llevó a Karzai a demandar que las tropas extranjeras salieran de las aldeas afganas y regresaran a sus bases más grandes.
En un comunicado publicado este jueves, el Talibán dijo que las fotos muestran algo típico que Estados Unidos representa.
“En los últimos 11 años, desde que los estadounidenses invadieron Afganistán, frecuentemente han hecho cosas inhumanas que no son aceptables para nadie en el mundo”, señaló el Talibán.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo este miércoles que las imágenes “no representan de ninguna manera los principios y valores que son la base de nuestra misión en Afganistán”. Las fotos son “un evento aislado”, agregó.
Las dos fotos publicadas por el diario son parte de una serie de 18 imágenes otorgadas por un soldado estadounidense que quería “llamar la atención sobre el riesgo que existe para la seguridad ante la descomposición del liderazgo y la disciplina”, publicó Los Angeles Times.
La primera imagen muestra a un militar frente al cadáver de un supuesto insurgente; se ve su cabeza y lo que parece ser su mano en el hombro del soldado. Otro soldado aparece observando hacia abajo el cuerpo.
La segunda muestra a un grupo de personas, incluidos algunos soldados estadounidenses, de pie junto a un cuerpo destrozado con sus piernas sostenidas al aire. Uno de los soldados aparece sonriente con los pulgares hacia arriba, mientras que el otro también sonríe a la cámara. En ella parece que también hay elementos de la policía afgana.
CNN no ha podido verificar la autenticidad de las imágenes.
Expertos militares y en seguridad nacional dijeron a CNN este miércoles que la publicación de las fotografías podría aumentar la dificultad y el peligro de la misión en Afganistán.
“Son incidentes como estos los que dividen a las tropas americanas de las afganas. No veo que esto mejore”, dijo Robert Baer, un exagente de la CIA que pasó gran parte de su carrera en el Medio Oriente.
James Spider Marks, un general retirado del Ejército estadounidense que ahora trabaja como consultor en Washington, dijo que la controversia era “muy dañina para todos los esfuerzos de Estados Unidos, especialmente el esfuerzo de EU de asegurar la colaboración con el gobierno y las fuerzas de seguridad afganos”, dijo.
En tanto, el general retirado Wesley Clark, un excomandante de la OTAN, dijo que las fotografías no representan “los estándares o el entrenamiento o los valores de las fuerzas armadas de Estados Unidos”, pero que aumentarán el sentido de pérdida y odio construido en torno a Afganistán durante el conflicto que ha durado una década.
En enero, un video publicado en un sitio web mostró a marines orinando sobre cadáveres enemigos.
Un mes después, personal de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en la Base Aérea de Bagram se deshizo inapropiadamente de materiales religiosos islámicos, incluyendo coranes, lo que fue descrito como un “error involuntario”.
En marzo, el sargento Robert Bales supuestamente dejó el puesto de mando en Panjwai, provincia del distrito de Kandahar y fue de casa en casa matando a tiros a los aldeanos. Ha sido acusado de 17 asesinatos en el tiroteo. Este ataque intensificó el debate sobre la conveniencia de retirar las tropas de Estados Unidos antes de lo planeado, en 2014.