(CNN) — Autoridades de seguridad afganas informaron este sábado que habían asegurado 10 toneladas de explosivos y desactivaron planes de ataques en la capital, Kabul.
Tres ciudadanos paquistaníes y dos afganos fueron capturados, anunció la Dirección Nacional de Seguridad en un comunicado.
Los cinco detenidos confesaron su participación durante el interrogatorio y admitieron ser miembros de grupos terroristas del Talibán en Pakistán y Afganistán, detalló el comunicado.
Los explosivos —cerca de 10 toneladas— se ocultaban bajo costales de papas en un gran camión con placas de Pakistán.
Los sospechosos dijeron que recibían órdenes de los líderes talibanes de Pakistán y miembros de la agencia de inteligencia pakistaní, la ISI, para transferir los explosivos de la ciudad fronteriza de Peshawar a Kabul para su uso en ataques terroristas, según el comunicado.
El domingo pasado, los insurgentes lanzaron una ola de ataques en Kabul y en otras tres áreas de Afganistán. Los talibanes dijeron que los atentados tenían la intención de mostrar a sus enemigos, incluida la OTAN, que pueden afectar sitios de seguridad.
La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) dijo que al menos siete lugares en Kabul fueron atacados, incluyendo el edificio del parlamento y las embajadas de Estados Unidos, Alemania y Rusia.
La reanudación de la violencia ha incrementado la preocupación de que una rápida entrega de la seguridad nacional a las fuerzas afganas dejará vulnerable al país a los continuos ataques de los talibanes.
Las fuerzas internacionales se comprometieron a completar la transición de las responsabilidades de seguridad a Afganistán a finales de 2014.
Nick Paton Walsh y Ahad Fazal contribuyeron con este reporte