Los Angeles (CNN) — Entre los adolescentes es una obsesión que se observa con frecuencia: mandar mensajes de texto. Los niños hoy en día pasan una gran cantidad de tiempo mandándose mensajes de texto entre ellos. De hecho, puedes observarlos sentándose a una distancia normal en la que se podrían hablar y en lugar de hablar, están conversando a través de mensajes.
“Veo que los niños están tan involucrados en mandar mensajes de texto que rehúyen de la comunicación cara a cara”, dijo Lori Kelman, fundadora del programa Mejorando la Comunicación en Adolescentes.
“Se entierran en mensajes de texto, se esconden detrás de ellos y dicen cosas que no le dirían a alguien en un millón de años cara a cara. Eso no es bueno”, dijo Kelman.
Kelman, quien ha pasado la mayor parte de su vida profesional como locutora en la estación de radio de Los Angeles KFWB en Estados Unidos y como profesionista en mercadotecnia corporativa y relaciones públicas, dijo que obtuvo la idea para el programa cuando asistió a la clase de su hija un día y a medida que los niños se iban parando para presentarse y hablar un poco sobre ellos mismos, muchos apenas podían hilar dos palabras juntas. Una niña, dijo, se quedó parado allí, con las manos entrelazadas, mirando hacia arriba por cinco minutos, sin poder decir una palabra. “Mi corazón se rompió por ella”, dijo Kelman.
Esta falta de habilidades de comunicación fundamentales, cree, es un resultado de la tecnología para mandar mensajes. Puede lastimar a los adolescentes, dice, cuando sean entrevistados para ofertas de trabajo o para ingresar a la universidad.
“Les enseñamos cómo escribir un currículo, a entrevistar, hablar en público, hacer mercadotecnia, escribir noticias, hacer relaciones públicas y relaciones en los medios”, dijo Kelman. “Van a tener que comunicarse en el mundo real y eso es en parte la razón por la que desarrollé el programa, para que lo pudieran hacer”.
De acuerdo con un estudio reciente del Centro de Investigación Pew, los adolescentes tienen el doble de probabilidad de comunicarse con sus amigos por mensaje de texto que llamarlos por teléfono.
Ron Ye vio un volante sobre “Mejorando la Comunicación en Adolescentes” y trajó a su hijo de 17 años Zach.
“Nunca tienes una segunda oportunidad de hacer una primera impresión”, dijo Ye.
Zack Ye tomó la primera sesión de ocho semanas.
“Aprender cómo comunicarte con el mundo, aprender cómo salir allá afuera…por ejemplo, aplicar por un trabajo. Nos enseñó cómo hacer eso”, dijo Ye.
La tasa de desempleo en California sigue estando entre las más altas de Estados Unidos bajo un 11% y en este estado, la tasa de desempleo para adolescentes de entre 16 y 19 años, es del 34%.
Kelman espera que los primeros 28 adolescentes en su programa tengan una ventaja cuando salgan a entrevistas de trabajo. Ha asegurado derechos de autor para su programa y espera convertirlo en un negocio a medida que el número de adolescentes que mandan mensajes de texto aumenta.