ATENAS, Grecia (CNN) – Los votantes en Grecia se dirigieron a las urnas el domingo para elegir al parlamento en medio de la incertidumbre sobre qué gobierno resultará y cómo éste intentará manejar la crisis de austeridad que golpea a la nación.
Los griegos que hablaron con CNN se dividieron en la política que debe asumir su país; algunos están molestos con los esfuerzos del anterior gobierno para enfrentar el inmenso déficit de la nación mientras que otros dicen que no había alternativa.
Una madre joven dijo que con su voto busca “castigar” los políticos que apoyan la austeridad y que quiere “deshacerse de ellos para siempre”.
La austeridad es “el camino equivocado”, dijo la mujer, que no dio su nombre.
“Las medidas de austeridad sólo hacen más pobres a las personas y la situación no se mejora a largo plazo ni a corto plazo”, dijo.
Pero otro votante en el mismo puesto de votación dijo que los políticos han estado haciendo lo correcto.
“No tenemos alternativa”, dijo, asegurando que apoya “cualquier partido que de hecho entienda eso y que quiera asumirlo y que quiera tomar esas duras medidas”.
El hombre tampoco quiso dar su nombre.
Si ningún partido gana la mayoría, como se espera que ocurra, una coalición sería formada otra vez.
En meses recientes, el gobierno de coalición en ejercicio ha impulsado una serie de dolorosas medidas de austeridad para asegurar el rescate de emergencia para Grecia, que está en el centro de la crisis de deuda de la eurozona.
Se espera que los dos partidos principales que formaron la coalición en noviembre, el PASOK y Nueva Democracia, pierdan votos ante un grupo de partidos más pequeños, debido a que muchas personas han expresado su descontento por el desempeño económico del país.
La campaña se cerró el viernes.
Evangelos Venizelos, líder del partido de izquierda PASOK, declaró que “todo está en juego el domingo” en su discurso final de campaña en la plaza Syntagma de la capital, escenario de muchas de las protestas contra las medidas de austeridad.
Los votantes tienen la opción, dijo, de “permanecer en la eurozona y aplicar un difícil pero seguro camino” que le ayudará al país a sobrevivir a las medidas de austeridad, o de seguir “el camino peligroso que nos puede devolver 20 años, llevando al país a la quiebra y a los griegos a la pobreza masiva”.
Antonis Samaras, líder del partido Nueva Democracia, de derecha, les pidió a los votantes apoyar a su movimiento.
Samaras pidió “un mandato fuerte para cambiar todo… no quiero gobernar junto a PASOK y no es el interés de los griegos que ese gobierno conjunto sea una realidad”.
Los sondeos de opinión sugieren que Nueva Democracia se llevará alrededor de un quinto de los votos y que PASOK le seguirá de cerca.
Los partidos de ultraderecha están entre los grupos que se espera se beneficien de la desilusión de los votantes con los dos principales partidos, que respaldan las medidas de austeridad.
Aunque los principales partidos probablemente reunirán la mayoría de la votación, el ascenso de los partidos marginales ha afectado la campaña.
Respondiendo a las preocupaciones de la ultraderecha, Nueva Democracia, por ejemplo, ha prometido que, de llegar al poder, será mucho más fuerte con la inmigración ilegal.
Aunque su partido apoyó el rescate, Samaras asegura que los términos del recate son tan restrictivos que van a sofocar el crecimiento económico. El político quiere impulsar la privatización y los recortes en el gasto público.
Las medidas de austeridad ya han generado recortes de empleos, salarios, pensiones y beneficios, y han afectado negativamente a las personas, especialmente a los pensionados y aquellos que necesitan de la ayuda estatal.
Los impuestos han aumentado y la tasa de desempleo nacional en enero –el último mes en que esas cifras estuvieron disponibles-, estaba justo debajo del 22%. En las personas de entre 25 y 34 años de edad, la tasa es de casi 29%, lo que ha hecho que muchos jóvenes salgan del país buscando trabajo en otros lugares.
La gran deuda de Grecia ha amenazado la estabilidad de la eurozona –compuesta por 17 países- durante una crisis que ya lleva casi dos años.
Grecia realizó un inmenso canje de deuda en marzo para allanar el camino para poder recibir un segundo rescate de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional de 130 mil millones de euros, alrededor de 171 mil millones de dólares.
El acuerdo de reestructuración de la deuda le dio un respiro al bloque europeo, cuyos temores de que Grecia pueda colapsar han aumentado la presión en otras naciones con gran nivel de deuda como España e Italia.
Pero el resultado de la votación del domingo será observado de cerca por todo el continente que espera ver si Grecia es capaz de seguir el difícil camino de la austeridad.