En las Comic-Con las personas participan en el entretenimiento en lugar de sólo consumirlo.

Por Aaron Sagers

Nota del editor: Aaron Sagers es un escritor de entretenimiento de Nueva York y columnista de la cultura pop. Tiene conocimientos especiales en “cultura pop paranormal”, ha dado conferencias en convenciones en todo Estados Unidos sobre el tema y es un experto en entretenimiento supernatural. Cubre diariamente cultura pop en ParanormalPopCulture.com y puede ser encontrado en Twitter como @aaronsagers.

(CNN) — Si no tienes alguna reacción con la convención Comic-Con International en San Diego no estás participando en la cultura popular.

Lo que comenzó hace más de cuatro décadas como una íntima reunión de creadores de cómics, fanáticos y leyendas se ha vuelto un evento de entretenimiento. Aunque no tiene el mismo tono, la Comic-Con podría ser llamada más apropiadamente la Transmedia Pop Culture Con donde los rumores para un año lleno de proyectos son creados, prolongados o silenciados.

Sin embargo, a pesar de estar conscientes de que la convención es un mercado gigante donde los productores venden directamente a los clientes, ha habido sorprendentemente un poco análisis del evento antes del nuevo libro de Rob Salkowitz, Comic-Con and the Business of Pop Culture (La Comic-Con y el Negocio de la Cultura Pop).

Sentado en una mesa de conferencias en el edificio McGraw-Hill en Manhattan, Salkowitz profundizó en sus teorías del negocio nerd.

Un futurista y escritor de negocios, Salkowitz se acerca a “La Con”, como es conocida en los círculos nerd, como más que un punto de encuentro de un conjunto de Hollywood y 130,000 fanáticos. Por el contrario, lo llama un “laboratorio en el cual el futuro global de los medios está relatado en tiempo real”, donde las personas participan en el entretenimiento en lugar de sólo consumirlo.

Salkowitz escribe que la Comic-Con puede en realidad enseñar algunas lecciones importantes sobre los desafíos que enfrentan todos los esfuerzos creativos en nuestro mundo digital y globalizado, pero lo hace desde la perspectiva de un nerd de cómics que asistió a su primera convención cuando tenía ocho años.

“De hecho, aprendí a leer y escribir por los cómics, y aprendí, básicamente, los fundamentos de la comunicación visual”, dijo Salkowitz. Se alejó de la “iglesia” de cómics por un tiempo como adulto, pero regresó a ella y asistió a su primera Comic-Con en San Diego en 1997. Después de que terminó en un juego de Five Card Nancy (basado en la tira de Ernie Bushmiller y creado por Scott McCloud) con McCloud, Kurt Busiek y Will Eisner, podrías decir que estaba de vuelta en la congregación.

La credibilidad nerd de Salkowitz lo hace el candidato ideal para examinar el momento Peak Geek de la convención, donde la cultura de los cómics está a un nivel máximo de saturación, y para hacer algunas predicciones instruidas sobre lo que pasa después.

Sin caer en una discusión torpe sobre algo como una disputa en la Federación de Comercio (de Star Wars), Salkowitz reconoce que el ambiente de la Comic-Con consiste en consumidores que simultáneamente son fanáticos y cocreadores en un negocio impulsado por el talento.

“En el nivel más alto, este es un libro sobre la industria que comenzó en los márgenes de la cultura y los negocios, y en 25 años, llegó a habitar el centro de ambos”, dijo. Llamó a la Comic-Con un “triunfo de la historia nerd”, pero añadió, “la Comic-Con de 2011 para mí fue como Europa en 1914, justo antes de que todo estallara”.

Añadió que siempre existe el riesgo de que Hollywood se mueva a la convención, porque esa industria está interesada en crear éxitos; algo difícil de fabricar. Incluso si una película como Scott Pilgrim vs. the World conecta con los fanáticos, y es fiel a las fuentes, puede que no se conecte con las masas (no lo hizo). Incluso si personajes menos conocidos como Iron Man pueden ser el centro de atención de franquicias exitosas; y llevar a la película mega exitosa The Avengers, eso no hace que Linterna Verde sea algo seguro (no lo fue).

“Quizá la cultura popular se canse de esto y el momento pase, y en algunos años los cómics sean como la música disco”, dijo. “Muchas personas van a mirar atrás y decir, ‘wow, es realmente extraño que eso fuera tan popular’ y los cómics volverán a este nicho nerd… o se volverán como el jazz”.

Es por eso que la Comic-Con ha decidido recibir a marcas como Twilight, dijo. Si la Comic-Con puede hacer que una generación más joven construya recuerdos de esa manera, puede garantizar que los fanáticos regresarán a la convención 30 años después sólo por nostalgia.

Salkowitz ve a la Comic-Con en un estado de cierta decadencia. Gran parte del componente de celebridades del evento carece “de actividad significativa”, dijo, pero también hay un aspecto “muy auténtico, centrado históricamente” de los creadores tratando de hacer trabajos reales.

Entra a “los medios nerd”. Mientras que las empresas quieren atraer a los fanáticos nerd que asisten a la convención, esos fanáticos no son zombies, dijo Salkowitz. Hablan y participan, y no pueden darse por sentado.

Tener a alguien como Chris Hardwick o Harry Knowles detrás de un proyecto de una empresa de entretenimiento añade credibilidad; a menos que comience a verse que esos nerds están tan integrados en una máquina de marketing y publicidad que han sido corrompidos. Si eso pasa, habrá por lo menos habrá otros 10 sitios web base listos para surgir desde el sótano y tomar su lugar, dijo Salkowitz.

De cara al futuro, Salkowitz, el escritor de negocios quiere observar el impacto de cómics digitales en la Comic-Con 2012 más que nada. Dijo que está interesado en ver si el mercado directo de cómics puede sobrevivir y si los comerciantes podrán participar. También, en una situación donde cualquiera puede ser un publicista ahora, pero el valor está ubicado en la distribución, tiene curiosidad de ver como resultan las cosas cuando todos tienen un formato incompatible.

Mientras tanto, Salkowitz el nerd, está emocionado por el “montón de buenas vibras” que vienen con caminar en una sala llena con 130,000 personas viviendo el momento de sus vidas. Añadió que ese es el lado que realmente quiere que trate Comic Con and the Business of Pop-Culture.

“Siempre va a haber un aspecto terriblemente comercial”, dijo Salkowitz. “Al final del día, las personas están interesadas en estas cosas debido a las historias, debido a los personajes, porque captura nuestra imaginación, porque están bien dichas y bien ejecutadas…son las personas que están haciendo eso, y no las personas que están a la cabeza de las empresas”.