Las manifestaciones de este tipo se han convertido en parte de la vida pública japonesa.

Por Junko Ogura y Jethro Mullen

Tokio (CNN) — Miles de personas se reunieron este lunes en un parque en el centro de Tokio para protestar por el uso de energía nuclear en Japón, lo cual resalta la creciente oposición a la energía atómica en el país desde la crisis en la planta de Fukushima Daiichi.

La demostración pacífica se dio en el Día Nacional de Japón en un campo deportivo del Parqe Yoyogi, cerca del distrito de Shibuya, conocido por su vida nocturna, comercial y bulliciosa.

El evento, organizado en un día de asueto general, atrajo a tantas personas que éstas se dispersaron por las calles aledañas sin poder entrar a la zona central. Se reunieron desde activistas ambientales hasta familias que nunca habían participado en una protesta.

Banderas de colores pintaron a la multitud que, junto con el ambiente cálido, hicieron parecer la protesta un musical de verano, pero con un mensaje serio.

El destacado músico y compositor, Ryuichi Sakamoto, se dirigió a los manifestantes desde un escenario, donde llamó a poner fin a la energía nuclear en Japón. Los participantes marcharon por las calles portando pancartas y gritando consignas y críticas al gobierno.

Las manifestaciones contra la energía nuclear se han convertido en parte de la vida pública japonesa desde el devastador terremoto y el tsunami de marzo 2011 que desencadenó la catástrofe nuclear en la central de Fukushima. Las protestas parecen estar ganando fuerza.

Cada viernes, manifestantes antinucleares se reúnen fuera de la oficina del primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, a la que cada vez más personas se unen, especialmente desde que el gobierno japonés anunció la reactivación del primer reactor nuclear tras la crisis de Fukushima.

Aunque ninguna muerte ha sido atribuida al accidente nuclear, el terremoto y el tsunami provocaron el fallecimiento de más de 15,000 personas en el noreste de Japón. La planta dañada de Fukushima liberó radiación, lo que obligó al gobierno a evacuar a decenas de miles de personas.

Un informe reciente de una comisión independiente, encargada por el parlamento japonés, dijo que la crisis de Fukushima era un “desastre hecho por el hombre” que se podría haber evitado. Criticó las acciones del gobierno, los reguladores y a la operadora de la planta, Tokyo Electric Power Co (TEPCO).