La palabra "secretaria", ¿ya es una muestra de nostalgia?

Por Emanuella Grinberg

(CNN) — Si la palabra secretaria no trae a tu mente una imagen, corre a buscarla en imágenes de Google.

El lápiz en la boca es un motif común, así como las mujeres con auriculares sentadas frente a computadoras. Abundan tanto las imágenes de mujeres con escotes y piernas cruzadas con diminutas faldas, como perfiles de algunos secretarios de Estado. Las mujeres de Mad Men son más parecidas a las imágenes de bondage de Maggie Gyllenhaal en la película La secretaria.

Dado su bagaje cultural, el término “secretaria” ha salido de uso durante las tres últimas décadas. Es por eso que ya no se celebra el Día de la Secretaria, sino el Día del Asistente Administrativo. La jubilación de este término dio paso al surgimiento de “administrador”, “asistente” y “equipo de apoyo” de hoy en día. (Lo mismo pasó con aeromoza, que se volvió azafata o asistente de vuelo).

Entonces, ¿por qué el multimillonario Warren Buffett aún tiene una secretaria (quien gana más de 56,000 dólares al año, según CNNMoney) y no un asistente ejecutivo?

“Se trata de una diferencia generacional. La gente mayor está acostumbrada a la palabra ‘secretaria’ porque así era antes”, comenta Deborah Tannen, catedrática de Lingüística en la Universidad de Georgetown. “Puedes atribuir el cambio a las nuevas convenciones y a la manera como se asocian las palabras con prácticas y hábitos que pasan de moda”.

Buffett tiene 81 años y se convirtió en presidente de Berkshire Hathaway en 1970, justo cuando el término comenzaba a desaparecer. Tannen dice que tiene una asistente, pero si hace 30 años hubiera tenido una ayudante, la habría llamado ‘secretaria’.

Debbie Bosanek, la secretaria de toda la vida de Buffett, nunca ha cuestionado el título en público y ha cosechado algo de fama gracias a su trabajo en Omaha, Nebraska. Incluso, este año asistió al Discurso del Estado de la Unión como invitada de la Casa Blanca.

“Para mucha gente la palabra ‘secretaria’ se asocia con una época pasada en la que esos puestos eran ocupados exclusivamente por mujeres y las mujeres estaban limitadas a trabajos como ese”, dijo Tannen.

La Asociación Nacional de Secretarias de Estados Unidos se fundó en 1942 como una red profesional para el creciente número de mujeres que entraron a puestos secretariales durante la segunda Guerra Mundial. Había oportunidades de trabajo muy limitadas para las mujeres y el título de secretaria tenía algo de prestigio. Pero aun así, el hecho de ser secretaria aún era visto como un trabajo de mujer sobre el cual había un enorme techo de cristal, afirma el portavoz de dicha asociación, Ray Weikal.

“Con el tiempo, ser secretaria se convirtió en una tarea más compleja y se esperaba que dominaran varios trabajos técnicos. En muchos casos, ellas fueron quienes impulsaron la adopción de máquinas de escribir eléctricas y máquinas de fax, y a menudo fueron ellas quienes integraron estas tecnologías en las oficinas”, agrega.

“Quienes tenían estos puestos, sentían que el título francamente no representaba su profesionalismo, de modo que se empezó a notar una evolución de los nombres de sus puestos”.

El cambio también tenía como objetivo supera el estigma, dice Lynn Peril, autora de Swimming in the Steno Pool: A Retro Guide to Making it in the Office (Nadando en la piscina de esteno: una guía 'retro' para el éxito en la oficina).

“El término secretaria no tenía una connotación muy positiva a mediados de 1970, dado que, para entonces la palabra tenía mucho bagaje cultural añadido”, señala.

¿Exactamente qué tipo de bagaje? Peril tiene un tablero en Pinterest dedicado al tema y cualquiera que haya visto un episodio de Mad Men conoce los referentes: capturistas que toman el dictado y escriben memos pero sirven como bombones exuberantes y objetos que incitan las aventuras extramaritales.

Es el tipo de bagaje que hace de las secretarias sujetos de novelas pulp con títulos como Aventura en la oficina y Las intrigantes y el estudio de caso El sexo y la secretaria. Una serie del estilo de Nancy Drew Secretaria privada trata temas de chicas de pueblos pequeños que buscan el amor en la gran ciudad.

“No todas las secretarias eran feministas”, dice Peril. “Pero con el movimiento feminista se dieron cuenta de que querían que se les tratara con respeto y una forma de lograrlo era eliminando el término secretaria”.

Eso no significa que el título haya desaparecido. Peril es secretaria jurídica y dice que no le importa el título. Cree que se debe a una expresión de nostalgia.

“Le llamo el efecto Mad Men. No tengo evidencia concreta para hacerlo pero, anecdóticamente, hay pruebas que sugieren que hay un cambio cultural en el uso del nombre”

Quizá haya una pregunta mejor: ¿Es importante? De acuerdo con varias de las secretarias con quienes hablamos, no lo es.

“Creo que todo mundo desea ser políticamente correcto pero no creo que sea importante”, opina Jasmine Garnes, asistente ejecutiva de 30 años de edad, quien labora en una compañía de bienes raíces en Atlanta. Sus responsabilidades van desde llevar la agenda hasta organizar conferencias. “Es básicamente el mismo trabajo con distinto nombre. Sólo significa que tienes un empleo”.