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(CNN) — Ryan Hall es el corredor de distancia más rápido de la delegación estadounidense de los Juegos Olímpicos en Londres y dice que todo se lo debe a su entrenador omnipresente, quien ha estado con él en cada paso del camino.

“Seré directo; mi entrenador es Dios”, dijo el corredor, de 29 años, a CNN.

El año pasado, después de terminar en segundo lugar en el campeonato anual de medio maratón en Estados Unidos, le pidieron a Hall hacerse una prueba antidoping de rutina. En el formato que viene con la prueba, había un espacio para que lo llenara con el nombre de su entrenador.

“Vi la línea, decía entrenador, estaba en blanco, y yo dije, ‘Bueno tú sabes que tengo que ser honesto’”, dijo Hall. “Entonces escribí ‘Dios’ y se convirtió en algo muy controversial”.

“Ahora cada vez que veo esa línea simplemente la dejo en blanco. Lo dejo pasar”, agregó.

Él llama a su método el “entrenamiento basado en la fe”. En lugar de correr con un entrenador, corre solo. Mientras corre, reza. Hall dice que algunos días le pregunta a Dios: “¿Cuán lejos quieres que corra hoy?”.

“Todavía estoy viendo cómo funciona esto”, dijo Hall a Kyra Phillips, de CNN.

Halls es cristiano y asiste a la Iglesia Bethel en Redding, California, una iglesia evangélica no-denominativa con raíces en la denominación de las Asambleas de Dios.

Por ahora el sistema de preparación basado en la fe parece funcionar. Hall es el corredor de distancia clasificado en primer lugar en Estados Unidos y dice que no ve la necesidad de añadir a un entrenador profesional.

“Solo estoy haciendo lo que siento que Dios me dice”, comentó.

El Maratón de Boston del 2011 fue su mejor carrera personal, con un increíble tiempo de 2 horas 4 minutos y 58 segundos. Hall dijo que, con Dios de su lado, espera llevarse a casa el oro en los Juegos Olímpicos de Londres.

Sabe que faltan pocos días para que empiecen los juegos, y podría encontrarse con escépticos de su preparación basada en la fe en su camino hacia la competencia.

“Amo a los escépticos y Dios ama a los escépticos; está bien que la gente no esté de acuerdo”, declaró Hall.

No le pone mucha atención a las reacciones de sus compañeros. Dice que puede seguir enfocado y motivado en lo que está haciendo.

Para Hall, correr consiste más en la experiencia de paz y alegría que obtiene de entrenar. Dice que a veces se siente triste y que en el pasado alguna vez culpó a Dios por no haber hecho lo mejor en una carrera, pero eso ya cambió.

“No creo que Dios sea el causante de que yo fracase en las carreras”, explicó.

Hall dijo que, si no obtiene los resultados que espera en los juegos Olímpicos del 2012, no culpará a Dios esta vez.

“Las medallas son cosas que me encantaría alcanzar, pero todo eso es como el betún del pastel”, dice Hall.