No cabe duda que la fe es una fuerza poderosas. Es por ello que tantísimas personas caminan incluso cientos de kilómetros hasta la ciudad costarricense de Cartago para pedirle milagros o simplemente a dar gracias a la Virgen de los Ángeles.

Pero esos dos millones de peregrinos también generan muchos residuos sólidos. Aunque para muchos es basura, para un grupo de voluntarios con visión es más bien una fuente de ayuda económica para las comunidades empobrecidas de la zona.