(CNN) — Para los devotos el concepto de convertirse en “musulmán durante un mes”; o cualquier otra religión, para el caso, podría rayar en lo sacrílego.

“Musulmán durante un mes es un título provocativo, así que nos preparamos para (la crítica)”, dijo Ben Bowler, quien dirige programas de intercambio cultural con ese nombre. El tour lleva a personas no musulmanas de todo el mundo a mezquitas y casas turcas para una experiencia de primera mano con el Islam.

“Hay un poco de eso de que ser un musulmán es para toda la vida, no sólo durante un mes’”, añadió.

Pero abrumadoramente, dijo, la respuesta de los musulmanes es positiva debido a que los tours ayudan a disipar los estereotipos negativos sobre la religión y deja a los participantes con una perspectiva espiritual enriquecida.

“Las personas se conmueven mucho”, dijo Bowler. “Hay muchas lágrimas. Es una experiencia rica, de varios niveles y las personas vienen con ideas y percepciones cambiadas; están más conscientes del lado positivo de la religión de lo que estaban antes”.

“Musulmán durante un mes”, dirigido por la ONG World Weavers de Bowler, es parte de una nueva generación de turismo cultural de inmersión llamado pray-cations (vacaciones para orar). Promete a los viajeros una experiencia rica y significativa, exponiéndolos a creencias y prácticas religiosas “en un país donde la espiritualidad sigue muy viva”, dijo.

Bowler, un australiano viviendo en Tailandia, dirigió casi una docena de tours en años recientes, durante los cuales se les enseña a los participantes lo básico de la práctica islámica, el estudio de la historia islámica y caligrafía, a orar en mezquitas y vivir y comer con familias musulmanas. El itinerario también incluye un día de ayuno.

Durante los tours de 10 días o de 21 días los participantes se quedan en una casa sufí de 400 años en el distrito Eyup en Estambul, Turquía, visitan la ciudad antigua de Konya para visitar la tumba del místico sufí Rumi, y admiran los servicios de los derviches que siguen sus enseñanzas.

Estas enseñanzas establecen el tono del curso, dijo Bowler. Rumi, quien vivió en el siglo XII fue “alguien que, durante un tiempo de tensiones étnicas, pudo alcanzar una nota alta de amor, tolerancia y aceptación que queremos mantener como relevante hoy en día”, añadió.

Tina Reisman-Boukes, una trabajadora social holandesa de 56 años y convertida al judaísmo, formó parte de uno de los tours gracias a la recomendación de su hijo. Él mismo había ido a uno, y le dio un libro sobre Rumi, ya que creía que tendría un impacto en ella.

Dijo que el curso le dio un entendimiento más profundo, tanto del Islam, “como una forma sistemática de acercarse más a Dios”, como de ella misma. Los rituales del Islam, dijo, la ayudaron en su búsqueda para resolver “el conflicto interno entre individualidad y comunidad”.

También enfatizó las conexiones entre todas las personas; sin importar su fe.

“Rumi amaba a las personas, no por lo que hicieron o mostraron, sino porque vio una pequeña llama en su corazón que espera ser iluminada”, dijo.

“Nací en Holanda, fui bautizada como cristiana y convertida al judaísmo…si hubiera nacido en Turquía, quizá hubiera sido musulmana. Si hubiera nacido en Tailandia, quizá hubiera sido budista. ¿Eso importa?”.

Mejorar la imagen de la religión

Los paseos tienen un doble objetivo, dijo Bowler: corregir “las malas relaciones públicas actuales del Islam, y la religión en general”.

Espera que los tours promocionen “entendimiento global” estableciendo un contacto directo entre los forasteros y el mundo musulmán. “Muchas de nuestras ideas están formadas a través de información de segunda mano”, dijo. “Queremos que esto sea un ejemplo de una experiencia de primera mano, que hace que se desprendan las preconcepciones de las personas”.

Bowler también desea que los tours animen a los participantes en “la búsqueda de la espiritualidad” en un mundo cada vez más secular.

“Soy de Australia, mi esposa es holandesa, así que ambos somos de antecedentes muy seculares, y se siente como si nos pudiéramos perder de algo”, dijo.

“Es una experiencia religiosa viviente y espiritual el sólo estar en el tour. Esperemos que se vayan no sólo con un entendimiento más amplio del Islam, sino también con una perspectiva espiritual personal más amplia”.

Ningún participante se ha convertido al Islam, dijo, aunque eso no es algo que el tour busque fomentar. Dijo que normalmente, el aspecto más desafiante de la vida islámica para los turistas era la segregación entre géneros, particularmente debido a que algunos tours tenían un 70% de mujeres.

“Pero la mayoría de nuestros participantes se van dándose cuenta de que es parte de la cultura y que estas mujeres no están subyugadas; a menudo viven sus vidas felizmente”, dijo.

La religión siempre es un tema sensible, y los tours enfrentan alguna resistencia. La página de Facebook del grupo fue blanco de comentarios antimusulmanes por el Partido Nacional Británico de extrema derecha, mientras algunos agentes de viajes han sido reacios a promover los tours debido a la inquietud sobre el Islam, dijo Bowler.

Mientras tanto, algunos musulmanes expresaron su incomodidad con que su fe, que abarca todo, fuera tratada como algo en lo que se puede sumergir en una experiencia turística.

Pero Bowler, quien también dirige tours para ser “monje durante un mes” con budistas tailandeses, cree que no tiene nada de malo el enfoque del tour con la religión.

“Podríamos ser la primera generación que puede experimentar una variedad de religiones”, dijo. “Crecí en una familia católica irlandesa donde mi padre era católico porque su padre era católico y por eso entró en esa religión.

“En estos días somos afortunados de poder experimentar el budismo, Islam, cristianismo o lo que sea y tomar los valores y significados que encontremos y aplicarlos a la vida (…) Veo la gran oportunidad que tenemos de estar vivos y poder beneficiarnos de varias tradiciones…tomando lo que tenga sentido para el individuo”.