(CNN) – El primer día completo de actividades en la Convención Nacional Republicana estuvo lleno de oradoras y escaso de intervenciones de las que suelen inflamar la pasión de las bases del partido. Estas son cinco cosas que aprendimos de la convención en la primera noche:
El discurso de Ann Romney cumplió las expectativas
Ann Romney lo dejó claro desde el principio: “No quiero hablarles esta noche de política ni del partido”. Su misión era presentar a los votantes el lado más amable y cálido de su marido, algo que, según las encuestas, no parece estar muy claro por las votantes.
“Quiero hablarles del profundo y duradero amor que tengo por un hombre que conocí en un baile hace muchos años. Y el profundo amor que tengo, y que compartimos, por este país”, dijo Romney. “Conozco a este hombre bueno y decente por lo que es: cálido, amoroso y paciente”.
La campaña de Romney ve en la esposa del candidato a uno de sus principales colaboradores y las expectativas eran altas. Las cumplió.
También aprovechó el discurso para mostrarse como una mujer común, al margen de la riqueza de su familia.
“Nos casamos y nos mudamos al sótano de un apartamento. Ibamos andando a clase juntos, compartíamos las tareas domésticas y comíamos mucha pasta y atún de lata”, dijo Ann Romney sobre sus primeros años juntos. “Nuestro escritorio era una mesa sobre caballetes y la mesa del comedor una tabla de planchar plegable”.
Romney dejó de ser el “presunto”
En medio de una ovación, la delegación de Nueva Jersey le dio a Mitt Romney el número de delegados con los que rebasó los 1.144 necesarios para ser el candidato republicano que se enfrentará al presidente Barack Obama.
Al final, Romney acumuló 2.061 delegados, seguido de lejos por el legislador de Texas Ron Paul, con 190, y el ex senador de Pensilvania Rick Santorum, con nueve votos.
Cuando Santorum suspendió su campaña por la nominación en abril, se empezó a hablar de Romney como el “presunto” nominado. Meses después, el adjetivo ya no es necesario.
Los seguidores de Ron Paul luchan hasta el final
El primer día completo de eventos transcurrió sin grandes inconvenientes, con la excepción de las airadas protestas de los seguidores de Paul, cuyo tercer intento de lograr la nominación terminó oficialmente el martes.
Sus seguidores estaban muy molestos porque su candidato no habló desde el podio de la Convención, y por el hecho de que 10 de los 20 delegados de Paul en Maine fueron sustituidos por delegados de Romney. Además, estaban indignados por la decisión del Partido Republicano de cambiar sus reglas para dificultar en el futuro los esfuerzos de campaña con las bases del estilo de los que realiza Paul.
Las nuevas reglas, aprobadas la semana pasada por miembros de la campaña de Romney, obligarán a los estados a asignar los delegados según una votación a nivel estatal, lo que complica las cosas para candidatos como Paul para reunir delegados a medida que avanzan las primarias.
¿Cerrando la brecha de género?
Sería exagerar decir que fue la “noche de las damas”, pero el Partido Republicano utilizó su primera jornada de la convención para destacar a las nacientes estrellas femeninas del partido, coronada por el discurso de Ann Romney y la alocución principal del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, en la que elogió a su madre.
Algunas de estas mujeres destacadas que participaron fueron la candidata al Congreso Mia Love, de Utha; la representante de Washington Cathy McMorris Rodgers; la senadora Kelly Ayotte de Nueva Hampshire y las gobernadoras Mary Fallin de Oklahoma y Nikki Haley, de Carolina del Sur.
¿Christie-light?
Cuando se anunció que Christie pronunciaría el discurso principal de la convención, los políticos y analistas anticipaban un discurso feroz y duro por parte del gobernador de Nueva Jersey.
Hubo algo de eso, pero los delegados también vieron un aspecto menos usual: algo de instrospección por parte de alguien que algunos consideran la futura estrella del partido.
“Este escenario y este momento son algo muy improbable para mí”, dijo Christie al iniciar su mensaje, antes de hablar ante los delegados sobre sus padres, su esposa y sus hijos.
Fue crítico con el gobierno actual, aunque en ningún momento mencionó a Obama por su nombre, al referirse a los últimos cuatro años como una “era de ausencia de liderazgo en la Oficina Oval.