(CNN) — Cualquiera que haya visto la película de 1987 The Secret of my Success (El secreto de mi éxito) recordará la poderosa influencia que una gran oficina con vista panorámica de Manhattan tuvo en un joven con una carrera en ascenso, interpretado por Michael J. Fox. Más que un traje impecable o una hermosa secretaria, tener una oficina linda significa que has alcanzado el éxito.
Aunque la mentalidad de Wall Street de 1987 es menos predominante en estos días, aún existen muchos expertos en el diseño de oficinas. Adelántate 25 años y en lugar de un vestíbulo lleno de mármol o una costosa colección de arte, ahora las paredes con plantas y la luz natural son más admiradas.
Peter Surrena, director de Diseño en la agencia de predicción de tendencias, PSFK, dice que el buen diseño de una oficina es una inversión en percepción para empresas con orientación pública.
“Esta percepción no es solo lo que vemos, sino la historia que nos cuentan. Pasear por tu oficina con un cliente potencial, explicarle cómo la sala de conferencias fue inspirada por un nido de pájaros que solo se encuentra en una esquina remota de las Islas Auckland; hay un valor en eso, será recordado y puede darte la ventaja”, dijo.
“Al mismo tiempo, necesitas ser inteligente con tus inversiones. Con el diseño, y en su mayoría con todo lo demás, llega un punto donde cualquier aumento a partir ahí es excesivo. Puedes llamar a este punto ‘el espectro ultravioleta del diseño’: está allí, pero es imperceptible. Creo que el objetivo del diseño realmente grandioso es resolver el problema tan eficientemente y tan hermosamente como sea posible, sin ningún exceso”.
Para los empleados, un lugar de trabajo agradable está directamente relacionado con la satisfacción laboral. Según una encuesta de la Sociedad Americana de Diseñadores de Interiores de Estados Unidos, las personas a quienes les gustan sus lugares de trabajo tienen un 31% más de probabilidad de estar satisfechos con lo que hacen. Entre las personas que buscaban trabajo, casi la mitad dijo que las instalaciones de la compañía afectaron su decisión sobre si aceptar o no el empleo.
La evidencia sugiere que, en oficinas bien diseñadas, las personas también trabajan mejor.
La sustentabilidad también parece tener un impacto en la productividad. Un grupo de investigadores australianos observó lo que pasaba cuando una pequeña firma de abogados y una empresa del mercado de valores e investigación se mudaron a un espacio que tenía una calificación de cinco estrellas verdes en su actual edificio en Melbourne, Australia.
Entre los resultados, encontraron que las bajas por enfermedad disminuyeron en 39%, la velocidad de escritura y la precisión mejoraron en un 9% y las horas facturables de los abogados aumentaron en un 7%. Los trabajadores también reportaron menos dolores de cabeza e irritaciones en los ojos.
Aunque hay espacios en las oficinas donde los empleados pueden disfrutar al recostarse en una alberca de pelotas; llegar al vestíbulo a través de un tobogán; tener una reunión en un iglú; o tatuarse en sus horas de almuerzo, mantener a los empleados felices es mucho más sencillo: de 1.000 trabajadores encuestados por Goodman Property, el 63% profesó lealtad a una empresa que está bien iluminada y tiene buena calefacción.
Parece que los trabajadores también aprecian tener el control de su ambiente. Un experimento realizado por los investigadores de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, encontró que a los empleados que se les permitía “enriquecer” su espacio laboral con su propia selección de plantas e imágenes trabajaban más rápido y con más precisión. Un estudio publicado en la revista Architectural Lightning también señaló que aquellos que podían reducir la intensidad de luces de techo estaban más motivados, enfocados y eran más productivos.
Surrena nomina a la flexibilidad como el elemento más importante en el buen diseño de oficina. También cree que, en lugar de proporcionar cada juguete o tecnología imaginable con la esperanza de que los trabajadores piensen más creativamente, un lugar de trabajo inspirador es uno que ofrece a los empleados un escape.
“Si siempre tienes respuestas a tu disposición, no existe un proceso, y peor aún, no hay soluciones originales. Necesitamos redescubrir la alegría de la resolución de problemas y la libertad de no siempre tener la respuesta”, explicó.
Y aunque algunos negocios sí se benefician de un ambiente divertido, donde los trabajadores se sienten cómodos de pasar más tiempo ahí, Surrena dice que es inteligente ayudar a los empleados a mantener límites entre su trabajo y su vida personal.
“Aunque nuestra experiencia laboral puede ayudarnos a definir quiénes somos, es solo un aspecto de nuestra identidad. Es importante salir, tener aventuras, conocer personas nuevas, crecer y luego llevar esos ingredientes de regreso al espacio en la oficina. Los empleados se sentirán más valorados si fomentas su crecimiento personal, con la única expectativa de ser su contribución al crecimiento de los demás”.