(CNN) — Los objetivos de rendimiento se construyen con base en una revisión anual sobre los logros que estás alcanzando en el trabajo. El salario es otra forma de llevar el marcador, pero algunos expertos creen que la forma de encontrar verdadera plenitud laboral es ir más allá de las metas a corto y mediano plazo.
En INSEAD, una escuela de negocios de élite en Francia, el profesor de ética y científico, Marc Le Menestrel, lleva a cabo sesiones de cuatro horas sobre Sueños y Visión con ejecutivos de alto nivel, como parte de un programa de cuatro semanas de duración destinado a perfeccionar la toma de decisiones.
Ya que es un escalador, Le Menestrel se basa en técnicas de psicología del deporte y meditación para conducir a los participantes en las conversaciones y visualizaciones guiadas, que al final llegan a la esencia de la verdadera vocación del ejecutivo.
“Me concentro en la identidad,” explica Le Menestrel. “¿Quién eres? ¿Cuál es tu trabajo? ¿Quién está contigo? ¿Qué es lo que deseas lograr? ¿Tu trabajo de ensueño es realmente tuyo? ¿Tal vez sea el sueño tu padre o el de la sociedad?”
Después, Le Menestrel dirige una discusión que pretende identificar a los participantes que pueden tomar decisiones a partir de sus creencias sobre la mejor forma de conducir sus vidas.
Este ejercicio, aparentemente simple, tiene grandes beneficios para los participantes, según Le Menestrel, quien cree que estos las consecuencias también se ven reflejadas en las organizaciones.
Tener un sólido sentido de identidad y vocación ayuda a los líderes a adaptarse mejor a los cambios, ser más creativos y dignos de confianza, dijo Le Menestrel. Dentro de nuestro entorno laboral tan cambiante, los libros de reglas rápidamente se tornan redundantes, y las empresas deben confiar en que sus altos ejecutivos deben tener confianza en sus decisiones.
Le Menestrel cree que mientras más consciente de sí mismo y fuerte es un líder, estará mejor preparado para coincidir con la complejidad del entorno en el que opera.
“Cuando la complejidad de una situación es tan grande que la obediencia no es suficiente, la persona, como una identidad, como individuo, como una fuente de poder y liderazgo, es realmente la clave”, dice Le Menestrel.
“Si tengo un líder que sabe quién es él, que sabe lo que quiere, y en donde se encuentra la frontera entre su vida privada y su vida profesional, entonces tengo una especie de ancla”.
Un sentido de propósito también ayuda en condiciones adversas, dice Le Menestrel. “Mientras más distancia tengas, mejor será tu panorama, y eso te ayudará a dar relevancia a las cosas, para darte cuenta de lo que realmente es importante”.
Corinne Mills, una asesora de carrera de Personal Career Management, está de acuerdo en que es importante evitar estar demasiado absorto dentro de su próximo proyecto o promoción.
“La gente está demasiado involucrada con su trabajo, más no con su carrera”, dice. “La gente tiende a ser muy consciente sobre hacer un buen trabajo en donde están ahora y no en poner su cabeza en alto y pensar hacia dónde quieren que esto los conduzca; definitivamente debes de pensar qué es lo que hay después de ese trabajo”.
“Puede ser que entonces tengas un nuevo enfoque sobre el trabajo que actualmente haces, obtener experiencia laboral en otro lugar, inscribirte a un curso por las tardes, o comenzar a expandir tus redes sociales y ver que más hay ahí afuera”.
En lugar de esperar a que llegue un “punto de inflexión”, como la redundancia, un jefe horrible o un problema de salud para forzarte, Mills sugiere abordar algunas de las cuestiones que Le Menestrel propone y hacer una lista de lo que deseas.
“Para algunas personas, puede ser que quieran ser el presidente ejecutivo, o asociado en una empresa o un profesional que gana un sueldo seguro. Para otras personas será el hacer una diferencia en el mundo, o mejorar la sociedad en alguna manera”.
En segundo lugar, Mills asesora a los clientes a no ser tímidos al replantear sus sueños durante las revisiones anuales de desempeño. “Ese es el momento de decir: ‘hacia allá es a donde veo que se dirige mi futuro’”.
Pero también hay que ser estoico sobre el resultado. “Podrías solicitar un ascenso y tu director puede decirte que eso nunca va a pasar”, advierte Mills. “Si de verdad es eso lo que deseas, entonces tendrás que dejar la compañía y esa puede ser una conversación muy útil”.
Tim Rayner, filósofo del Centro para el Liderazgo de Sustentabilidad en Australia, y autor de Life Changing (Cambio de vida), está de acuerdo en que pasamos gran parte de nuestras vidas consumidos por metas a corto y medio plazo que ni siquiera nos traen satisfacción real.
Podemos estar completamente comprometidos en el pago de una hipoteca o la obtención de una promoción, dice Rayner, pero “el logro de estos objetivos no nos obliga a reflexionar mucho sobre nuestros profundos valores y deseos, o el sentido de posibilidad personal que se desarrolla en el curso de comprometerse con los desafíos y explorar nuestras propias capacidades”.
Rayner advierte esto incluso podría ser verdad al buscar el propósito de tu vida, si es que tomamos a este tema como si se tratara de otra actividad sin sentido.
“Si consideramos a la tarea de vernos a futuro dentro del mismo marco pragmático que aplicamos a las labores cotidianas, podremos soñar una meta de vida que no haga justicia a nuestros más profundos valores y deseos”, advierte.
Para entrar en un estado de ánimo en el que podemos descubrir nuestro ser profesional, Rayner dice que tenemos que llegar a una “zona cero existencial”, donde nuestras rutinas y contextos actuales se borran, en lugar de imaginarse a sí mismo dentro de 5 o 15 años, imagínate a ti mismo en tu lecho de muerte, por ejemplo.
“Si nosotros no logramos salirnos de nuestra zona de confort antes de imaginar nuestro destino, siempre estaremos en peligro de vendernos por poco, soñando con algo banal que no logra encender nuestras pasiones”, dice Rayner.