Por Moni Basu
(CNN) — Joz Wang no compra ropa de Victoria’s Secret; es demasiado cara, dice. Sin embargo, a veces pasea por tiendas de la marca, famosa por la lencería atrevida que exhibe en modelos sensuales sobre las pasarelas y en catálogos.
Pero aunque tuviera dinero de sobra, Wang —fundadora de un influyente blog asiático-estadounidense— evitará la tentación por el momento. Al menos hasta saber qué pensaba la compañía cuando lanzó su colección más reciente, Go East.
En particular, una modelo de la colección generó indignación entre la comunidad de origen asiático en Estados Unidos. Muchos lo consideraron ofensivo y acusaron a Victoria’s Secret de explotar los estereotipos sexuales de la mujer asiática.
Ya no encuentras la imagen del Sexy Little Geisha en el sitio de la empresa. Aparentemente, la tormenta en línea provocó la desaparición de toda la línea Go East.
Sin embargo, varios blogs publicaron una fotografía del catálogo que muestra a una voluptuosa rubia con prendas de encaje y patrones florales asiáticos en lugares estratégicos.
Para Wang, la razón por la cual el atuendo fue calificado de racista es evidente.
Después de todo, es una representación exagerada de una geisha, con palillos en su cabello y un abanico en la mano.
“En serio ¿palillos en la cama?”, cuestionó Wang. “Podrían ser un gran disfraz de Halloween o quizá una mala película pornográfica, ¿pero como lencería?”, pensó la editora del blog 8Asians.
“Una parte de mí dice: quizá no tienen idea”.
Wang señaló que Victoria’s Secret no ha usado modelos asiáticas, ni en catálogos ni en pasarelas, así que es comprensible que simplemente no supieran.
“Hay una parte de mí que es más cínica; creo que se trata de una pequeña controversia sexy que busca caldear los ánimos de la gente”.
Otras personas no fueron tan generosas con su opinión.
El blog Racialicious condenó algunas de las descripciones del catálogo y dijo que el modelo Sexy Little Geisha pervierte la referencia cultural:
Nina Jacinto, colaboradora de este sitio, escribió:
“Cuando alguien crea una colección como esta y hace referencias falsas a la ‘cultura oriental’ (sea lo que sea que eso signifique) al utilizar un poco de rojo o diseños florales, refuerza la narrativa de que todas las culturas asiáticas —y sus mujeres— son exóticas, lejanas, pero de fácil acceso. Es una narrativa que dice que la cultura puede ser despojada de su realidad para cumplir las fantasías de un Oriente misterioso, seguro e inofensivo.
Pero cuando una compañía va más allá y desarrolla toda una historia sobre cómo la vestimenta puede ofrecer una especie de escape a través de un lenguaje explícitamente sexual y explotador, lleva el asunto a un nivel completamente diferente. Es un intento preocupante de esquivar la representación auténtica y la humanización de una cultura y optar por fetiches raciales que van en contra de las mujeres asiáticas”.
Aparentemente, la furia empezó con una publicación en el blog Angry Asian Man:
“¿Ya vieron la nueva colección de lencería Go East de Victoria’s Secret? Sip. Está inspirada en Asia. Con ‘toques de deleite oriental’, lo que sea que eso signifique. Probablemente el peor modelo es el que aparece arriba (la foto incluida en el blog), llamado Sexy Little Geisha”, indica el texto.
“Y eso que todavía no es Halloween. ¡Vivan las m****** orientalistas exóticas!”.
En la página de Facebook de este blog aparecieron varios comentarios al respecto:
Devika Srivastava escribió: “Exotismo, el máximo insulto. Tontos”.
“El nuevo orientalismo a la mode”, publicó Tressa Berman.
La historia también apareció en la revista de cultura pop para mujeres, Bust.
La reportera de la publicación cuenta que al visitar el sitio de internet de Victoria’s Secret para ver el modelo Sexy Little Geisha de la colección Go East, descubrió que ninguno existía.
“Entusiasmada por la posibilidad de que toda la mercancía Go East hubiera sido retirada de todas las tiendas y almacenes durante la noche, de manera encubierta, y quemada en una hoguera ritual para erradicar el racismo y la explotación, busqué a su contacto de prensa.
Desde luego, la oficina de prensa no confirmó mi versión fantástica de lo ocurrido; en lugar de eso, insinuó que el producto se había agotado. (Pregunté específicamente por el modelo Sexy Little Geisha, la pieza que al parecer enfureció más a la gente).
Sin embargo, cuando los presioné, no pudieron confirmar que la pieza realmente se agotó. Tampoco pudieron explicar por qué aparecía un error de mensaje en el sitio web cuando buscabas el término ‘go east’”.
Bust señaló que no necesariamente había algo malo con el hecho de que la compañía incluyera patrones japoneses.
“Eso por sí mismo no es racismo, es globalización”, indicó la publicación.
Pero, “dada la complicada historia de las geishas, replantear el look para que una gran corporación venda lencería para juego de roles parece de mal gusto”, señaló.
The Frisky, otro sitio dirigido a las mujeres, coincidió con esta postura.
“Nuevamente: Sexy Little Geisha es parte de la colección Go East, la cual, insistimos, no es racista por sí misma. La ejecución del concepto simplemente hace que sienta ganas de, bueno, suicidarme”, escribió una colaboradora del sitio.
Desde hace mucho tiempo, las mujeres asiáticas han sido estereotipadas en el mundo occidental. Recordemos a la Mujer Dragón o la Muñeca China.
Tampoco es la primera vez en que un minorista es atacado por explotar estos conceptos.
La marca Abercrombie & Fitch lanzó en 2002 una camiseta donde aparecían dos empleados de una lavandería china con sombreros cónicos y la frase Two Wongs Can Make It White (un juego de palabras que alude a la eficiencia de ese tipo de locales).
Otra camiseta mostraba la imagen de un Buda sonriente y la frase: Buddha Bash: Get Your Buddha on the Floor (otro juego de palabras referente a Budda y a bailar en el piso).
La empresa aclaró que su intención no era ofender a nadie, sino agregar un toque de humor a sus productos. El problema es que los asiáticos no le encontraron la gracia. La compañía tuvo que retirar las controvertidas camisetas cuando la Organización de Chinos Estadounidenses los acusó de insensibles y racistas.
La marca Urban Outfitters estuvo en la misma situación cuando lanzó su línea de camisas Everybody loves… (“Todos aman a…”) en las que mencionaban a las chicas asiáticas, a los judíos, a los católicos, a los latinos entre otros. Sin embargo, no todos amaron a Urban Outfitters.
Wang considera que la polémica es mayor ahora porque la gente recurre a las redes sociales y a las páginas de internet para atacar a Victoria’s Secret.
“Creo que el debate se encendió, particularmente porque las mujeres asiáticas deben superar los estereotipos exóticos”, dijo.
El silencio de Victoria’s Secret ha propiciado la controversia. CNN llamó este miércoles a un publicista de la marca, pero no recibió respuesta.
Wang cree que es interesante el hecho de que la modelo que portaba la prenda no fuera asiática, sino blanca. Hace algunos años, la empresa recibió críticas por un desfile en el que las modelos negras llevaban bodypaint y prendas con motivos africanos.
Minh-Ha Pham, académico de la Universidad de Cornell que se dedica a investigar la convergencia entre la raza, el género, la moda y las redes sociales, dijo que era significativo el hecho de usar a una modelo blanca.
La imagen era una versión racial con una larga historia en Estados Unidos, indicó Pham, curador del blog Of Another Fashion.
Las representaciones orientales se remontan a la década de 1900, a los escenarios del vodevil donde se presentaban fantasías llenas de exotismo racial (como una forma de lidiar con las ansiedades raciales) y eran una actividad cultural sumamente popular.
“Tiene sentido que Victoria’s Secret haya producido una colección basada en la representación racial, ya que la lencería tiene mucho de fetiche y fantasía”, explicó Pham. “Disfrazarse de oriental claramente forma parte de ese juego”.
Pham dijo que la firma no es tan innovadora.
“Es decir, ¿hay algo peor que un fetiche viejo?”, cuestionó. “Esa ha sido mi queja sobre las provocaciones raciales en la moda. A veces son muy aburridas”.
Lo que más impactó a Wang es que la fotografía mostraba un concepto contrario a la visión de la marca dirigida a la mujer moderna. Era algo tan, bueno, “de hace 30 años”.
Al menos por ahora, la ropa de Victoria’s Secret no atrae a Wang. Y después del escándalo de Sexy Little Geisha, no es la única.