El CEO de Microsoft Steve Ballmer presenta la nueva tableta Surface.

Por Blake Snow*, especial para CNN

(CNN) — No hay nada de malo en ser la cuarta empresa más valiosa en el mundo, que es exactamente lo que Microsoft es ahora. Sin embargo, está valuada en la mitad de lo que estaba hace 10 años. Tampoco es exactamente próspera.

Sin importar si el vaso en realidad está medio lleno o medio vacío, la confianza del cliente en Microsoft está en un punto bajo. Es ignorada o considerada como algo poco genial por las generaciones más jóvenes. Y a las generaciones más grandes a menudo se les solicita que utilicen el software de la empresa en el trabajo, pero acuden a sus dispositivos Apple o Google en su tiempo libre.

En un menos de un mes, Microsoft lanzará Windows 8, un nuevo y audaz sistema operativo que busca llevar las interfaces de pantalla táctil a la computación de escritorio. Es el producto más grande de la empresa desde Windows XP y aún así lo único de lo que el mundo tecnológico parece haber hablado durante los últimos 12 meses es cómo se vería el iPhone 5.

En ese sentido, Microsoft está mal.

Por supuesto, la empresa que Bill Gates construyó ha tenido algunos éxitos de buena fe en la última década, más notablemente de su división de juegos: Xbox Live, que es de cierto modo el Facebook de noche para los gamers, y Kinect, un control de juego de manos libres que fue de gran interés durante un año antes de que se debilitara.

Bing, el motor de búsqueda de Microsoft, también gana terreno en el mercado.

Pero en lo que se refiere a dispositivos móviles, el área de mayor crecimiento en la tecnología de consumo, Microsoft aún está por detrás de sus rivales.

Así que, ¿la empresa puede recuperarse? De acuerdo con algunos de los críticos más grandes, éstas son ocho formas en las que Microsoft puede reinventarse, regresar a tener relevancia y dominar el mundo tecnológico una vez más en lugar de solo seguirlo.

1. Hacer pocas cosas, pero extremadamente bien. Microsoft ha sido acusada de muchas cosas, pero estar demasiado enfocada no es una de ellas. “Se extendieron demasiado poco en demasiadas líneas de producto”, dice la bloguera Mary Jo Foley, una observadora de mucho tiempo de la empresa. “Dejan que productos rotos permanezcan durante demasiado tiempo”, resultando en cosas mediocres que a pocas personas le importan, dice. Las buenas noticias: “están mejorando en esto”, dice Foley.

2. Mover todo tu software a la web.  Microsoft está en una situación difícil. Los clientes quieren administrar, observar y manipular sus archivos desde cualquier dispositivo conectado a internet (también llamado computación en la nube). Pero Microsoft aún gana la mayor parte de su dinero de software instalado localmente, así que ha sido muy renuente a ofrecer sus tarifas en línea con un descuento.

Sin embargo, si sigue así Microsoft será un fracasado, dice Joe Wilcox, editor de  Beta News. “En teléfonos y tabletas, la presencia de Microsoft es insignificante o muy baja para cuantificar. Si la llamada era postPCse trata de dispositivos conectados en la nube, los sistemas operativos de Microsoft no tienen una presencia significativa”.

3. Restar importancia a los computadores de escritorio. Microsoft ha hecho una fortuna vendiendo sistemas operativos de escritorio. Aunque el escritorio ciertamente permanecerá como una herramienta de computación importante para el futuro previsible, ya no es la herramienta principal. Ahora realmente es solo uno de muchos portales disponibles.

“¿A quién le importa un escritorio?”, dice mi cuñado de veintitantos años. Así que mientras un dispositivo sea portátil y lo deje entrar a internet, no le importa quién lo hace o cómo se ve.

Así que, además de mover todos sus productos a la nube, Microsoft debería hacer que esos productos estuvieran disponibles en cualquier dispositivo, independientemente del sistema operativo, como lo hace Google en Macintosh, Android, iPhones, Windows e incluso su nuevo sistema operativo Google Chrome. En otras palabras, se trata de las aplicaciones, sin importar cómo accedas a ellas.

4. Dirigir en lugar de seguir. Ya sea justa o no, existe la percepción de que Microsoft sigue en gran medida lo que hacen Apple y Google en lugar de crear sus propios movimientos (piensa en los retrasados Zunes, Bings, Windows Phones, tabletas Surface y tiendas minoristas). Incluso Kinect fue una reacción al Wii de Nintendo. Para emocionar realmente a los clientes, le iría bien intentar avanzar mientras los otros lo siguen.

“Incluso si Microsoft no tiene éxito durante la era de dispositivos conectados a la nube como la PC, sus esfuerzos (buenos o malos) deberían presionar a Apple, Amazon, Google y otros para hacerlo mejor”, dice Wilcox.

5. Servir sólo a un amo. Lo último que Microsoft necesita ahora es reducir su ya disminuida cuota de mercado. Sin embargo, eso es lo que el próximo Windows 8 podría hacer mientras intenta servir tanto a los usuarios que prefieren lo táctil y a los usuarios tradicionales de teclado y mouse.

“Temo que Windows 8 esté demasiado enfocado en la computación táctil”, dice Tim Stevens, editor de Engadget. Foley está de acuerdo: “creo que Microsoft puede estar demasiado delante de sus usuarios en su decisión para restar importancia al Windows viejo y familiar por uno centrado en lo táctil”.

Está bien ofrecer software táctil y tradicional, como lo hace Apple. Pero funciona mejor cuando los mantienes separados (como Apple lo ha hecho con la Mac y el iOS).

6. Ser “genial” en su propia forma. Tan dominante como Microsoft fue en la década de 1990, sus productos nunca fueron un símbolo de estatus como los de Apple actualmente. Eso es un hecho. Al mismo tiempo, hay varios grados de genialidad: no tienes que ser moderno mientras estés seguro y sin complejos sobre lo que eres. Mientras más pronto hagas esto, mejor adoptará su potencial como un fabricante de computación respetado y confiable de nuevo, en lugar de algo que la moda te haga utilizar.

Microsoft ahora está en la posición irónica de marcarse como el David del Goliat de Apple, la contracultura a la corriente principal de Apple. Cambiar de lugar con la presuntuosa empresa que solía “pensar diferente”, pero eso ahora sufre de un pensamiento de grupo porque sus productos son ampliamente utilizados.

7. No hacer lo que IBM hizo. IBM solía ser un nombre familiar en la computación. Después de que dejó de vender a los clientes, encontró éxito en dirigirse a negocios grandes. Pero es menos relevante y pequeña de lo que solía ser. Esto también permanecerá cierto para Microsoft si no adopta los dispositivos conectados en la nube que reemplazan a las PCs. “Si Microsoft se retira a las empresas y cede el mercado de consumidores, como IBM, perderá su relevancia”, dice Wilcox.

8. Ser el favorito del desarrollador de nuevo. Microsoft Windows no se volvió una fuerza por ser una mejor experiencia que Macintosh. Se volvió una fuerza porque ofrecía a desarrolladores terceros más dinero, que a cambio resultaron en más programas, que trajeron más usuarios. Pero ya no lo es más.

“Los roles están revertidos”, dice Wilcox. “¿Dónde están las aplicaciones más emocionantes hoy? No en Windows. Están en Android o iOS”. Si Microsoft quiere dominar de nuevo, necesitará atraer más apoyo de desarrolladores para atrapar a más consumidores.

En cuanto a las probabilidades de la empresa, la opinión desde adentro va desde bien a grandiosa. “Creo que tiene suficientes reservas de dinero para batear y fallar algunas veces y aún así salir en buen estado”, dice Stevens.

“Pero no sé si de nuevo recuperará el primer puesto”.

Foley comparte su escepticismo. “No estoy seguro de que puedan ser una potencia para los consumidores”, dice. “¿Hacer tres cosas bien, deshacer 10 años de errores? No lo sé”.

Wilcox, por otro lado, dice que ha visto a otras empresas diezmadas recuperar su lustre; más notablemente el rival de toda la vida de Microsoft de Cupertino. “Si Apple puede levantarse de la ruina en 15 años para volverse la empresa más grande del mundo, seguramente Microsoft puede”.

*Nota del editor: Blake Snow ha escrito para la mitad de los principales 20 medios de Estados Unidos. Además de escribir, trabaja como crítico de software y consultor de medios. Escribe un libro sobre encontrar el balance fuera de línea en un mundo en línea.