(CNN) — El escándalo que llevó a la renuncia de David Petraeus como director de la CIA parece haber atrapado a otro general de gran alcance, ya que las autoridades anunciaron que el general John Allen está bajo investigación por presuntamente enviar mensajes inapropiados a Jill Kelly, mujer que se ha relacionado con el escándalo.
Allen, quien es el comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), ha negado las acusaciones, dijo un alto funcionario de defensa.
Los detalles del último ángulo del escándalo que ha sacudido el nivel más alto de los militares no se conocian con exactitud la madrugada de este martes.
Algunos detalles sobre Allen, el comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán, provenían de una declaración hecha durante la noche de este lunes por el secretario de Defensa, Leon Panetta.
“El domingo, la Oficina Federal de Investigación (FBI) refirió al Departamento de Defensa un asunto relacionado con el general John Allen, comandante de la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional en Afganistán”, dijo en comunicado. “Hoy en día, el secretario ordenó que el asunto se remita al Inspector General del Departamento de Defensa para la investigación”.
Un funcionario de defensa dijo a CNN que hay una “posibilidad real” de que la investigación de Allen está conectada a la investigación que llevó a la renuncia de Petraeus.
Allen todavía mantendrá su posición como el comandante de la ISAF ya que la investigación continúa, dijo el Pentágono.
Pero Panetta pidió que la nominación de Allen de convertirse en supremo comandante aliado de la OTAN se mantenga en espera, según el comunicado.
La audiencia de confirmación para ver si Allen obtendría ese puesto militar estaba programada para este jueves.
La investigación estaba en sus etapas iniciales, pero las autoridades ya buscaban de 20.000 a 30.000 páginas de documentos, dijo el funcionario de defensa.
No estaba claro exactamente cómo Allen podría estar relacionado con la investigación de Petraeus.
Petraeus, de 60 años, renunció el pasado viernes luego de reconocer que tenía un romance con una mujer identificada más tarde como biógrafa, Paula Broadwell, de 40 años, una colega graduada de West Point, y quien pasó meses estudiando el liderazgo del general en las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
El romance salió a la luz durante una investigación del FBI sobre intercambio de correos electrónicos “por celos”, supuestamente enviados por Broadwell a una mujer llamada Jill Kelly, dijo el lunes a CNN una fuente gubernamental cercana a la investigación.
Kelley y su esposo, Scott, emitieron un comunicado diciendo que son amigos de Petraeus y su familia desde hace más de cinco años y pidieron privacidad. Aunque Kelley vive en Tampa, Florida, a ella se le conoce como miembro del circuito social de Washington, según la fuente gubernamental. La fuente no ha hablado con Kelley, pero dice que sus amigos la describen con la sensación de que ella es una “víctima inocente”.
Petraeus ha negado tener un romance con alguien que no sea Broadwell, según un amigo del exgeneral y que ha hablado con él desde que surgió la noticia del romance.
El escándalo también está haciendo ruido en los pasillos del Congreso, donde los líderes de ambos partidos buscan respuestas acerca de la investigación del FBI y existe mucha especulación sobre el impacto que tendrá la renuncia de Petraeus en la investigación sobre el ataque de Bengasi. Se tenía previsto que esta semana Petraeus testificara sobre el ataque y sobre la reacción del gobierno al asunto.