El brazo militar de Hamas prometió venganza, advirtiendo que Israel había abierto “las puertas del infierno sobre si".

Por Kyle Almond

(CNN) — El conflicto entre Israel y el grupo palestino Hamas se reavivó la semana pasada después de que Israel lanzara ataques aéreos en contra de “objetivos terroristas en Gaza”. El gobierno israelí explicó que la ofensiva, la cual denominó Operación Pilar de Defensa, se hizo necesaria debido al aumento de ataques con cohetes provenientes de territorio controlado por la organización islámica.

Entre quienes murieron en los ataques aéreos israelíes del miércoles estaba Ahmed al-Ja’abari, jefe del brazo militar de Hamas. Depósitos de armas y sitios desde los que se lanzan cohetes estuvieron también entre los objetivos.

“Hamas y las otras organizaciones terroristas en Gaza han hecho imposible la vida normal para más de un millón de israelíes”, indicó en un comunicado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. “Ningún gobierno toleraría una situación en la que cerca de un quinto de su población viviera bajo el constante asedio de los cohetes y los misiles”.

Los líderes palestinos condenaron los ataques y dijeron que este es otro ejemplo de la agresión de Israel contra Gaza. Desde que Hamas se hizo del control de la zona, en 2007, Israel ha impuesto un atroz embargo económico contra el territorio debido a que ve a Hamas como una organización terrorista empeñada en destruir al Estado de Israel.

Mientras tanto, el brazo militar de Hamas prometió venganza, advirtiendo que Israel había abierto “las puertas del infierno sobre si”.

Desde entonces, Israel y la organización islámica han intercambiado bombas y cohetes, y existe inquietud internacional de que la situación pudiera aumentar hacia una guerra terrestre aún más sangrienta. El gobierno israelí ha llamado a 75,000 reservistas y concentró a 30,000 tropas a lo largo de la frontera con el territorio palestino, según las Fuerzas de Defensa de Israel.

Si esta situación persiste y se intensifica, será realmente grave y trágica, no solo para los israelíes y los palestinos, sino que en realidad provocará una gran cantidad de agitación en toda la región”, dijo el ex primer ministro británico, Tony Blair, quien es el enviado del Cuarteto de Medio Oriente que trabaja para encontrar un acuerdo de paz. “Y esta es una región, que como bien saben, no necesita más agitación en estos momentos”.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, viajó el lunes a Medio Oriente para solicitar personalmente un cese al fuego, uniéndose a una serie de líderes occidentales y árabes que no quieren ver una repetición de los hechos de 2009, cuando una ofensiva terrestre de tres semanas resultó en la muerte de por lo menos 1,400 palestinos y 13 israelíes.

Visiones encontradas

Muchas naciones occidentales, entre ellas Estados Unidos y varios países europeos, ven a Hamas como el agresor. Barack Obama dijo el domingo en Tailandia que los ataques con cohetes perpetrados por Hamas son las acciones que “provocaron” el enfrentamiento. “Estamos trabajando activamente con todas las partes en la región para ver si ponemos detener que se lancen los misiles sin una futura intensificación de la violencia” aseguró el mandatario estadounidense. Estados Unidos, como Israel, considera a Hamas una organización terrorista.

En cambio, muchas naciones árabes y musulmanas ven a Hamas como la víctima de la agresión israelí. Egipto, por ejemplo, retiró a su embajador de Israel y entregó una protesta formal al gobierno israelí.

“Nadie puede quedarse quieto observando cómo se desarrolla esta tragedia”, señaló el viernes el primer ministro egipcio, Hesham Kandil. “Esto es imposible. El mundo en su totalidad debe intervenir, e Israel debe acatar los acuerdos y detener la agresión”.

Kandil visitó un hospital en Gaza y besó el cuerpo sin vida de un niño de cuatro años que se dice murió por un ataque aéreo israelí. Las fuerzas armadas israelíes dijeron a CNN que no llevaron a cabo ningún ataque en el momento en que murió el niño; pues señalaron que habían detenido temporalmente los ataques por la visita de Kandil.

La muerte de civiles, sobre todo de niños, ha sido un punto de reclamo común para los críticos de la ofensiva de Israel. Diez personas, entre ellas varios niños, fueron sacados de entre los escombros después de un ataque aéreo en Gaza, tal y como atestiguó Arwa Damon, de CNN.

Las autoridades israelíes dijeron que hacen todo lo posible para evitar muertes de civiles en la altamente poblada Gaza, inclusive a través del lanzamiento panfletos y bombas no letales para advertirle a la gente con antelación de los ataques. Pero “los terroristas”, dijo Netanyahu, “cometen un doble crimen de guerra: le disparan a los civiles israelíes, y se esconden detrás de los civiles palestinos”. Y a veces, según un tuit de un militar israelí, “Hamas dispara desde zonas civiles y le da a su propia gente”.

Tanto Israel como Hamas han utilizado Twitter para defender su causa y llevar de su lado la opinión internacional. Un gráfico reciente, tuiteado desde una de las cuentas del brazo militar de Hamas, decía que “Israel no estaba matando terroristas en Gaza; está matando niños, ancianos y mujeres”.

Las fuerzas armadas israelíes tuiteraon un gráfico que preguntaba “¿Qué harías si cohetes cayeran en tu país? RT si estás de acuerdo que #Israel tiene el derecho de autodefensa”. A medida que la lucha y los señalamientos continúan, no se puede negar que el sufrimiento sigue en ambos lados.

Sara Sidner, de CNN, entrevistó a una mujer en Gaza que perdió a sus dos hijos, de dos y cuatro años. “Estoy impactada, no puedo creerlo”, dijo Riba Abu Saitan llorando. “Mis dos hijos no tienen precio para mí. Mi vida es muy difícil ahora”.

En Ashkelon, una ciudad en el sur de Israel, toda la gente está constantemente atemorizada por los ataques con cohetes. “No podemos seguir así”, dijo a Frederik, de CNN, el alcalde Benny Vaknin. “Aquí tenemos a 131,000 personas y 26,000 niños. Constantemente están bajo amenaza”.

Muchos expertos esperan que tanto Israel como Hamas encuentren su mejor interés en detener finalmente los combates. Ninguna de las partes tiene mucho que ganar repitiendo los acontecimientos de 2009, escribió Aaron David Miller, vicepresidente y distinguido erudito del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson.

Miller, quien se desempeñó como negociador para el Medio Oriente en organizaciones demócratas y republicanas, dijo: “La guerra no arregló el problema en aquel tiempo, y es improbable que lo arregle ahora. Ni tampoco los israelíes, cuando la verdadera amenaza es Irán, quieren involucrarse en un mayor lío político y militar por Gaza, lo cual complicaría todavía más su relación con Egipto.

Pero si la guerra no es la solución, ¿por qué siguen arrojando bombas y cohetes?

Nathan J. Brown, profesor de Ciencia Política y Asuntos Internacionales en la Universidad George Washington, dice que cada bando sospecha que el otro hace movimientos en función de la política interna.

“Los palestinos temen que el gobierno israelí haga la guerra con el ojo puesto en las próximas elecciones. Los israelíes sospechan que Hamas, cuyo nombre completo es Movimiento de la Resistencia Islámica, arroja cohetes porque está cansado de la burla de sus rivales de que no están haciéndole honor a su nombre”, dijo Brown, autor de seis libros sobre política en Medio Oriente.

Hay algo de verdad en esas acusaciones, dijo Brown, pero ambas partes tienen otros objetivos en mente.

“Los israelíes saben que no pueden sacar a Hamas desde Gaza sin un costo inaceptable y una ocupación infinita. Pero quieren castigar al movimiento con tal firmeza que éste sea disuadido de toda futura violencia”, dijo. “Hamas sabe que el daño que inflige no tiene valor estratégico, pero espera que sus cohetes provoquen fracturas e incluso pánico en Israel y que envíen un mensaje al mundo de que Gaza no puede ser ignorada”.

Sara Sidner, Arwa Damon, Greg Botelho, Chelsea J. Carter, Kareem Khadder, Frederick Pleitgen, Mohammed Fadel Fahmy, Josh Levs, Saad Abedine, Talal Abu-Rahma, Hala Gorani, John D. Sutter y Bryony Jones, de CNN, contribuyeron con este reporte.