(CNN) — Rebeldes en la República Democrática del Congo tomaron este martes el control de la ciudad de Goma, la principal ciudad en el este del país, y su aeropuerto, en la frontera con Rwanda, luego de días de enfrentamientos, informó un reportero congolés en el lugar.

El grupo rebelde M23, quien sostiene intensos enfrentamientos con las fuerzas congolesas, también tomó el control de la estación de radio del gobierno, aseguró el reportero, quien no puede ser nombrado por cuestiones de seguridad.

Los rebeldes del M23 fueron vistos entrando a los edificios del gobierno y la policía.

Los grupos de combatientes hablaron con la gente local mientras salía de donde se escondían cuando se detuvieron los combates. Muchos residentes han pasado horas escondidos en sus hogares, escuchando el fuego de pequeñas armas y artillería pasada cruzar en varias direcciones.

Un grupo de rebeldes continuó luchando con los soldados del gobierno mientras estos huían hacia el occidente de Goma.

La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco, por sus siglas en inglés) mantiene su presencia en Goma y se ha mantenido fuera de los enfrentamientos en las últimas horas.

Las estaciones de radio locales, a menudo la principal fuente de información, suspendieron sus emisiones la mañana de este martes.

El ruido de la artillería pesada y los disparos hicieron eco durante la noche en Goma, después de vencerse un ultimátum de 24 horas dado por el M23. Las estaciones de radio locales reportaron que el gobierno congolés se rehusó a acatar la hora límite.

El conflicto traspasó la frontera este martes cuando varios disparos de mortero cayeron en Rwanda, matando a dos personas e hiriendo a varias más, dijo a CNN el ministro de Exteriores de Rwanda, Louise Mushikiwa. “Hemos tenido que ser muy reservados en este último enfrentamiento”, dijo.

Varios funcionarios de alto rango del gobierno han huido de Goma a la localidad cercana de Bukavu, en Kivu del sur.

El gobierno local de Goma no pudo ser contactado para obtener un comentario sobre la situación. Tampoco Monusco, que tiene como misión proteger a los civiles en Goma.

La región este del Congo ha sufrido brotes de violencia dese 1994, cuando fuerzas de la etnia hutu cruzaron la frontera temiendo represalias del genocidio en el vecino Rwanda.

Soldados del grupo M23 fueron parte del ejército nacional hasta el rompimiento de las negociaciones de paz iniciadas en 2009. Luego se separaron del ejército congolés en abril, argumentando falta de paga y pobres condiciones.

Uno de sus comandantes, Bosco Ntaganda, es buscado por la Corte Criminal Internacional por crímenes de guerra, incluyendo su reclutamiento de niños soldado.

Las Naciones Unidas y algunos países donantes han acusado al vecino Rwanda de respaldar al grupo rebelde M23 proveyéndolo de armas, recursos e incluso soldados. Es una acusación que el presidente de Rwanda, Paul Kagame, ha negado en varias ocasiones.

“En lo que concierne a Rwanda, hemos superado estas acusaciones sobre nuestro involucramiento”, dijo el ministro de Exteriores. “Tenemos que discutir soluciones de cómo salir de esta situación”.

Mushikiwa dijo que Rwanda no participará en pláticas con M23. “Nuestro interlocutor es el gobierno de la República Democrática del Congo”, dijo.

Analistas de seguridad dijeron que la rebelión en el Congo tiene implicaciones regionales peligrosas, y la comunidad internacional ha expresado su alarma por los avances del M23.

Mushikiwa dijo que Rwanda podría cerrar el cruce fronterizo si lo pide el gobierno congolés, pero tal medida podría tener consecuencias humanitarias.

Decenas de miles de congoleses se han desplazado en enfrentamientos previos en la volátil región, huyendo a campos en los límites de Goma, según Unicef y la organización Médicos Sin Fronteras.