Por Alexis Lai
(CNN) — Jay Lin es la personificación del sueño estadounidense y de lo que cada vez más es un sueño chino.
Nacido en Wenzhou, en el este de China, se mudó a Nueva York cuando era adolescente. Tras conseguir títulos de universidades, en Cornell y en Columbia, pertenecientes a la llamada Ivy League, aseguró un empleo cómodo en un pueblo bucólico en Connecticut.
Ahora ayuda a otras personas de China a seguir su camino, lugar en el que el deseo por tener educación estadounidense de élite está más vivo que nunca.
En la última década, los chinos continentales han redefinido el cuerpo estudiantil internacional en los colegios y universidades estadounidenses, particularmente en las instituciones de la Ivy League, liga deportiva de ocho universidades privadas de EU.
En el año académico 2009-2010, China rebasó a los países que tradicionalmente cuentan con más “estudiantes en el extranjero”, como Canadá, India y Corea del Sur, para encabezar así la matrícula en la educación superior en todo EU, según el Instituto de Educación Internacional. Las más recientes estadísticas del instituto con sede en EU revelan que los estudiantes chinos continentales crecieron en un 23%, para alcanzar los más de 723,000 en el año académico 2010-2011.
Una creciente generación de estudiantes con dinero
Aunque tradicionalmente los estudiantes chinos se iban al extranjero cuando no podían asegurar un lugar en una de las universidades locales de excelencia, ahora los mejores estudiantes se están absteniendo de las universidades de élite chinas para estudiar en EU, según Lin, quien ahora es director académico de Ivy Labs Education, una consultoría de admisión en Beijing.
Muchos chinos están buscando una calidad más elevada en su educación que los capacite para volverse independientes y creativos, dijo, y ven que las universidades que encabezan la lista de las mejores están en Estados Unidos.
Las reformas económicas en China y la “apertura” que empezó en 1978 bajo el gobierno de Deng Xiaoping dio lugar a la primera gran generación de estudiantes, quienes por lo general dependían de becas para ir a estudiar a Estados Unidos, según Chen Shuangye, profesor asistente en el Departamento de Administración Educativa y Política de la Universidad China de Hong Kong.
Aunado al rápido crecimiento económico chino, una destacada segunda generación apareció a mediados de la década de 1990, compuesta por estudiantes mucho más acaudalados, dijo Chen. “Hay un gran incremento del fenómeno debido a que (los chinos continentales) ya no cuentan con becas”.
Hacia las escuelas para estudiar y trabajar
Los factores que llevan a los chinos continentales a estudiar en Estados Unidos entran en juego mucho antes, dijo Lin, quien señaló que a partir de 2005 se dio una afluencia de estudiantes extranjeros chinos en las escuelas privadas de nivel medio en Estados Unidos.
Los padres chinos envían a sus hijos a escuelas preparatorias privadas de Estados Unidos como parte de una “decisión estratégica” para fortalecer su candidatura de ingreso a la élite de universidades estadounidenses, dijo Lin. Un número cada vez más grande quiere también que sus hijos lleven vidas más felices en lugar de verlos consumidos para la preparación del gaokao en China, el único y muy demandado examen nacional de ingreso universitario que es el único determinante de admisión.
“El objetivo de la educación en China continental es prepararte para hacer el gaokao. Todo lo demás es secundario. En China, se pone al gaokao en el centro… mientras… en la educación estadounidense, se pone al estudiante en el centro, y todo lo demás sirve a los mejores intereses del estudiante. No se trata solamente de (entrar en) la universidad”.
Aunque las escuelas de internado estadounidenses (en las que se estudia y trabaja) desean a los estudiantes chinos, tanto por sus dólares como por la diversidad, ellas siguen una “línea muy delgada… cuando se trata de reclutar a estudiantes chinos”, dijo Lin, quien colaboró en las admisiones durante su estancia como profesor en la Academia de Cheshire, en Connecticut.
Por lo general, los internados admiten, por nivel de grado, cuatro o cinco estudiantes de cualquier nacionalidad extranjera, siendo los estudiantes extranjeros hasta el 20% del cuerpo estudiantil total, dijo Lin. Con cerca de 100 estudiantes en cada uno de los cuatro niveles de grado, esto significa que se admite a un máximo de 20 chinos continentales, o 5% del cuerpo estudiantil.
“Una escuela podría llenarse fácilmente con puros estudiantes chinos, pero ninguna escuela va a hacer eso. Es una espada de doble filo, si se tiene demasiados chinos, entonces los chinos dejarán de venir a la escuela, y también los estadounidenses dejarán de venir a la escuela”.
A la cabeza de la matrícula internacional de Estados Unidos
En virtud de su tamaño, las universidades estadounidenses pueden aceptar una cifra mucho mayor de estudiantes chinos que los internados.
Desde 1999, China era el segundo lugar en lo que respecta al país de origen de los estudiantes internacionales en la Universidad de Harvard, sólo por detrás de Canadá. Su número de estudiantes aumentó constantemente para que, desde el año pasado, encabezara la matrícula internacional en Harvard, que actualmente tiene 686 estudiantes chinos (casi el 16% del cuerpo estudiantil internacional).
De igual forma, China domina la matrícula internacional en otras universidades perteneciente a la Ivy League, como Yale y Princeton.
“Los estudiantes internacionales en su conjunto son muy bien vistos, como una forma de diversificar y convertirse realmente en una institución global”, dijo Rachel Rubin, profesora del Emmanuel College, en Boston, y especialista en políticas de admisión de educación superior.
“También financieramente, es muy provechoso para las escuelas de élite admitir estudiantes extranjeros ya que la mayor parte de ellos pueden pagar la colegiatura completa”, agregó. Como tal, existe “mucho favoritismo” hacia estos estudiantes, ya que los presupuestos para ayudas económicas se han reducido en la última década, dijo.
Límites en las inscripciones
Pero aunque los estudiantes chinos continentales dominan la matrícula internacional, ellos componen una pequeña fracción del cuerpo estudiantil total. Esto se acentúa en el nivel licenciatura, ya que la mayoría de los estudiantes internacionales ya tienen el título.
Harvard “no tiene cupos o límites para los estudiantes internacionales”, según el vocero de Harvard, Kevin Galvin. “Todos los estudiantes son considerados en el mismo grupo para todos los lugares del nuevo curso, independientemente de su nacionalidad o de la escuela a la que asisten”.
Rubin dijo que no ha encontrado evidencia de cupos a nivel licenciatura para estudiantes internacionales, pero encontró que era una práctica habitual en las escuelas mejor posicionadas evaluarlos como un grupo separado y no con todo el grupo de solicitantes.
Algunos colegios y universidades de EU se encaminan a reclutar una población de licenciatura con alrededor del 10% de estudiantes internacionales, según Susan Joan Mauriello, fundadora de la consultora ApplyIvy, con sede en HongKong, y agregó que el porcentaje depende de la fuerza del grupo solicitante.
Llevar la educación estadounidense a China
Ya que los planteles de EU no pueden dar cabida completa a la demanda proveniente de China, Lin ve una oportunidad en llevar la educación internacional a China, empezando en el nivel medio superior.
La tendencia ya se puede observar en las universidades estadounidenses que establecen sucursales que dan títulos. El próximo septiembre, la Universidad de Nueva York dará la bienvenida al primer grupo de licenciatura en su nuevo campus de Shanghái.
“En lugar de enviar a los estudiantes chinos a escuelas de nivel medio superior en Estados Unidos u otros países extranjeros, queremos traer escuelas de prestigio internacional a China, para que ellos no tengan que viajar fuera del país”, dijo Lin. Él ayuda a las escuelas preparatorias locales a incorporarse a sistemas internacionales, como el de la Organización del Bachillerato Internacional (Baccalaureate) y el A-Levels, junto con los planes chinos.
Los estudiantes de estas “versiones chinas de escuelas internacionales” son, por lo general, ciudadanos chinos, quienes tienen restricciones por la política gubernamental para asistir a escuelas internacionales en el extranjero, las cuales atienden a emigrantes.
“Mi sueño es ver escuelas internacionales en China accesibles para los ciudadanos chinos y de otras nacionalidades, juntos en la misma escuela”, dijo Lin. “Ese es el futuro”.