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EL CAIRO (CNN) — Un alto funcionario del presidente egipcio Mohamed Morsi culpó a un grupo minoritario, pero poderoso, de la agitación política del país antes del referéndum constitucional.

Estas son las últimas declaraciones de una lluvia de acusaciones entre los partidarios de Morsi y sus opositores que destacan que la crisis política se ha propagado a las calles, lo que llevó al presidente a enviar tropas y tanques para proteger los edificios gubernamentales.

“Hay una mayoría entre las élites que no están con esta constitución. Empresarios, gente de los medios. Definitivamente son una minoría pequeña, pero minoría poderosa”, dijo Muhammad al-Tahtawi Rifaa, jefe de gabinete de Morsy, CNN el domingo.

Los comentarios de Al-Tahtawi secundan a los llamados de la oposición para nuevas protestas en todo el país, mientras que acusa a Morsi de provocar una “confrontación violenta” por seguir adelante con la votación prevista para el sábado.

Pero al-Tahtawi rechazó la amenaza, diciendo que el asunto lo decidirá el pueblo.

“Si no logramos llegar a un acuerdo, vamos a ir con la gente”, dijo.

La oposición, por su parte, ha llamado a un boicot de la votación.

Los manifestantes han marchado casi todos los días de la semana pasada al palacio presidencial, que ha sido escenario de enfrentamientos violentos entre manifestantes a favor y en contra de Morsi.

Las autoridades egipcias dijeron que al menos seis personas han muerto en enfrentamientos violentos en los últimos días, mientras que los Hermanos Musulmanes - el grupo que respalda Morsi - ha dicho que ocho de sus miembros fueron asesinados.

Más de dos docenas de oficinas de la Hermandad Musulmana, así como su sede en El Cairo han sido atacadas.

La crisis estalló a finales de noviembre, cuando Morsi emitió el decreto que suspendía los poderes en el país hasta que esté redactada una nueva constitución, lo cual incomodó a muchos egipcios que dijeron que les recordaba al derrocado gobierno del presidente Hosni Mubarak.

Morsi había dicho que los poderes eran necesarios y temporales.

La ira contra Morsi trajo protestas en la plaza Tahrir, escenario del levantamiento de la primavera árabe que derrocó a Mubarak en 2011. Más tarde miles protestaron frente al palacio, donde la oposición se enfrentó con los Hermanos Musulmanes.

Morsi, quien es apoyado por el partido político de la Hermandad Musulmana, se ha negado a aplazar el referéndum diciendo que una constitución es esencial para la democracia. La oposición, por su parte, dice que el documento no representa a todos los egipcios.

La oposición ha acusado a los islamistas, principalmente a la Hermandad Musulmana de la manipulación de la población más pobre, usando el temor a Dios y la religión para conducir su voto.

En una entrevista con CNN, Al-Tahtawi, que también está respaldado por la Hermandad Musulmana, discrepó con lo dicho por la oposición y la describió como “parte de la enfermedad de la élite”.

Un crítico independiente respaldó a Morsi, al decir que el referéndum debe llevarse a cabo el 15 de diciembre para cumplir con el requerimiento legal.

Morsi canceló el decreto que le dio virtualmente poderes sin restricción durante el fin de semana. Entre las medidas que tomó fue establecer la fecha del referéndum constitucional.

Una coalición de partidos islámicos egipcios, entre ellos la Hermandad, dice que rechaza cualquier postergación de la votación. Una coalición de opositores en la lucha contra Morsi, el Frente de Salvación Nacional, llamó a protestas el martes y el viernes.

Reza Sayah reportó desde el Cairo, Amir Ahmed desde Atlanta y Chelsea J. Carter, contribuyó con este reporte.