(CNN) — El presidente Barack Obama hizo público este martes todo su apoyo a una reforma integral del sistema de inmigración de Estados Unidos, al afirmar que “ahora es el momento” para reemplazar un sistema al que calificó como anticuado y roto.

Al hablar en una escuela secundaria de mayoría hispana en Las Vegas, Obama dijo que existe “un amplio consenso” sobre el tema. “En este momento, parece que hay un genuino deseo de que esto se haga pronto. Y eso es muy alentador.

“Pero esta vez debe de haber acción, no podemos permitir que la reforma inmigratoria se enrede en un debate interminable”.

Afirmó que la propuesta presentada este lunes por ocho senadores, cuatro demócratas y cuatro republicanos, está “muy en línea con los principios que he propuesto y por los que he hecho campaña durante los últimos años”.

Tras su reelección en noviembre pasado ayudado por un fuerte apoyo de los votantes hispanos, Obama hizo de la reforma inmigratoria una de sus prioridades legislativas para su segundo mandato.

Su discurso de este martes fue en la escuela Del Sol, que tiene un 54% de estudiantes hispanos matriculados.

Aunque Obama elogió el esfuerzo lanzado por los senadores este lunes, afirmó que si el Congreso no actúa a tiempo, presentará su propia propuesta de ley y demandará que sea votada.

El plan B que Obama tiene bajo el brazo incluye el aumento de la seguridad fronteriza que busca incrementar la infraestructura y tecnología, según la Casa Blanca, que resaltó que el presidente ha duplicado el número de agentes de la Patrulla Fronteriza.

También propone sancionar a empresas que contratan a inmigrantes ilegales, los cuales “explotan el sistema para tener una ventaja sobre negocios que siguen las reglas”. La propuesta ofrece a empresas una forma de verificar que las personas que contratan se encuentran en el país de forma legal.

Además, se establece un camino hacia la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, que incluye el que paguen impuestos como lo hace todo el mundo, que pasen verificaciones de seguridad nacional y de antecedentes penales, que paguen una multa y aprendan inglés.

También se permitirá a jóvenes que fueron llevados de forma ilegal a Estados Unidos cuando niños obtener la ciudadanía  de una forma más rápida si se enlistan en el Ejército o pretenden seguir estudiando.

El gobierno de Obama también busca atraer talentos otorgando visas a inversionistas extranjeros que buscan iniciar un negocio, en especial a graduados extranjeros de las áreas de matemáticas y ciencia, a los que se les permitiría quedarse en Estados Unidos luego de su graduación en vez de que lleven sus conocimientos a otros países.

De igual forma, la propuesta busca reunificar a familias de una forma “oportuna y humana”.

Los senadores que anunciaron su plan este lunes afirman que buscarán entregar un proyecto de ley al Comité Judicial del Senado en marzo próximo, con la esperanza de que sea aprobada en el verano.

Bajo dicho plan, millones de inmigrantes indocumentados obtendrían de forma inmediata un estatus provisional para vivir y trabajar en Estados Unidos. También se pide mayor control fronterizo, mejor monitoreo de los visitantes y combate a la contratación de trabajadores indocumentados.

Solo después de tomarse dichas medidas, los inmigrantes ilegales comenzarán con un proceso para obtener una residencia permanente como un paso para obtener la ciudadanía, afirmaron los senadores en una conferencia de prensa.

Sin embargo, los legisladores conservadores parecen estar divididos en el tema.

El senador por Florida Marco Rubio, que es apoyado por el partido del Té y considerado una de las nuevas estrellas del partido republicano, dijo que el objetivo del plan es ayudar a crear “un sistema de inmigración moderno” que trate a todos de manera justa, incluyendo a los que ya están en el país de forma ilegal o a los que esperan ir a Estados Unidos de forma legal.

Pero otro republicano apoyado por el partido del Té, el senador Mike Lee, de Utah, objetó el plan de sus colegas, y dijo que este contempla “una política que garantizará beneficios especiales a los inmigrantes indocumentados en base a su presencia ilegal en el país”.

Otros conservadores también mostraron su oposición a lo que llamaron una amnistía, un término que para la derecha política significa darles a los inmigrantes sin documentos un camino a un estatus legal.

“Cuando legalizas a los que están en el país ilegalmente, cuesta a los contribuyentes millones de dólares, cuesta a los trabajadores estadounidenses miles de trabajos y alienta a más inmigración ilegal”, afirmó el representante Lamar Smith, de Texas, que es parte del subcomité de inmigración de la Cámara de Representantes.

“Al garantizar amnistía, la propuesta del Senado agrava el problema al alentar más inmigración ilegal”, agregó.

Rubio rechazó este martes la idea, al afirmar que el plan requerirá que los inmigrantes indocumentados pasen verificaciones de antecedentes penales y enfrenten una deportación inmediata si cometieron crímenes serios.

En tanto, en la Cámara de Representantes se analiza una propuesta por parte de un grupo de legisladores republicanos y demócratas.

Dos fuentes dijeron a CNN que el grupo dará a conocer pronto su plan, posiblemente esta misma semana, pero admitieron que “no están tan avanzados como el senado”.