Por Cindy Y. Rodriguez, CNN
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(CNN) – Daniel Hernández Junior no es el típico muchacho de 23 años.
El 8 de enero de 2011, Jared Lee Loughner abrió fuego en un acto político en Tucson, Arizona, en el que participaba la legisladora estadounidense Gabrielle Giffords. Como tenía conocimientos médicos, Hernandez fue corriendo a auxiliar a las víctimas, vio que Giffords había recibido un disparo en el lado izquierdo de su cráneo y, con sus propias manos, frenó la hemorragia. Seis personas murieron y 13 resultaron heridas, incluida Giffords, quien todavía se está recuperando.
Esa fue la primera semana de Hernández como pasante de Giffords. Tan sólo tenía 20 años.
Se dice que le salvó la vida a Giffords y se le considera un héroe, cosa que él rechaza.
Desde que ocurrió la tragedia, la vida de Hernandez no ha sido la misma: entrevistas, reuniones con el presidente y la primera dama, y fama nacional. Después de graduarse de la Universidad de Arizona, fue elegido como miembro de la la junta escolar de Thompson y recorre el país dando discursos inspiradores.
Ahora, en unas memorias tituladas “They Call Me a Hero: A Memoir of My Youth”, Hernández habla con detalle del tiroteo, de las experiencias que han modelado su carácter y por qué no quiere que lo llamen héroe.
Hernández habló con CNN sobre el libro y cómo fue su juventud como hispano y homosexual en Arizona. Esta es una transcripción editada de la conversación:
CNN: Está claro en el libro que no te sientes cómodo con la palabra héroe y con llamar la atención, ¿cuáles fueron tus desafíos al escribir este libro?
Hernández: Se acercaron a mí al principio para hacer unas memorias justo después del tiroteo, pero la idea me pareció oportunista y algo que no estaba dispuesto hacer, sobre todo considerando que seis personas acababan de morir y 13 de resultar heridas. No quería que se viera como que yo me estaba aprovechando de algo tan horrible.
Si fuera por mí, no escribiría unas memorias a los 21 años. Pero surgió la idea del servicio público y de involucrar a los jóvenes, y eso me interesó porque no hay muchos jóvenes autores latinos homosexuales que escriban sobre sus experiencias. Por eso decidí hacer este proyecto.
CNN: ¿para quién escribiste este libro?
Hernandez: He viajado por todo el país y he conocido a jóvenes latinos y de la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transexual que piensan que no se los toma en serio, que están haciendo cosas increíbles en temas sociales, que me dicen: “Estamos tan emocionados de que estés aquí. Nunca vemos a gente como tú trabajando para hacer un mundo mejor”.
Escribía para ellos.
CNN: Después del tiroteo, dudabas en dar entrevistas, pero luego un amigo que te ayudó con la prensa dijo que era importante “mostrar que un hombre hispano fue el salvador en un estado que ha sido discriminatorio con los hispanos”. ¿Fue esto lo que te hizo cambiar de opinión?
Hernandez: Alguien que esté en mis zapatos que probablemente nunca habría tenido la oportunidad de ser pasante de una legisladora, porque de los latinos no se espera que brillen académicamente.
Kelly (Paisley, amiga de Gabrielle Giffords) hizo darme cuenta de que podía salir algo positivo de esta situación tan horrible, sobre todo alguien que normalmente no estaría en esta situación.
Sigo dando entrevistas porque creo que es importante que la gente vea que “esta es la cara de Arizona, esta es la cara de Estados Unidos”, y es una cara diferente de la que estamos acostumbrados, pero es la que está en todas las comunidades de este país.
CNN: ¿es difícil ser hispano y homosexual en Arizona?
Hernandez: Depende de donde estés, desafortunadamente. Por ejemplo, yo manejo mucho, y cuando estoy en la Arizona rural, me paran mucho no porque vaya por encima del límite de velocidad sino por mi aspecto. Me dicen: “Te denunciaron por ser sospechoso”, y cuando muestro mi identificación, entonces cambia todo, y me dicen: “¿no eres el muchacho que salvó a Gabby?”
Es impresionante como pasé de ser un “conductor sospechoso” a ser un “héroe” que ayudó a Gabby. Es una de las razones por las que insisto en seguir en Arizona y hacer lo que estoy haciendo aquí. Me encanta Arizona. Pero si los latinos no están aquí para resolver estos problemas, entonces nunca se va hacer nada. Sólo van a empeorar. Las condiciones demográficas cambiarán pronto, la purgación latina será pronto la mayoría, pero necesitamos instituciones que faciliten eso. Quiero mostrar que estamos aquí y que nos preocupa tanto como a los demás hacer de Arizona un lugar mejor para vivir para todos.
CNN: ¿Tienes algún plan a cinco años?
Hernandez: Probablemente vuelva la universidad en algún momento, y aprenda todo lo que pueda de la gente por todo el país. Ya sea con voluntariado en la junta escolar o escribiendo un libro, trato de sacar lo mejor de esta situación horrible. Ojalá que inspire a alguien para que se interesa por la comunidad.
Desafortunadamente, no hay un gran plan a cinco años. Lo había antes, pero las cosas han cambiado por lo que ocurrió el 8 de enero. Nunca pensé que estaría donde estoy ahora