(CNN) — Benedicto XVI ofreció este jueves su “incondicional reverencia y obediencia” al futuro Papa y llamó a la Iglesia a permanecer unida, durante una reunión con cardenales realizada en el Palacio Apostólico en el Vaticano.

“Seguiré cerca de ustedes en oración, especialmente en los próximos días […] mientras eligen al nuevo Papa, a quien hoy declaro mi incondicional reverencia y obediencia”, dijo el pontífice a unas horas de que termine oficialmente su pontificado.

Benedicto se despidió personalmente de cada uno de los cardenales en la sala Clementina y los urgió a trabajar para que el Colegio de Cardenales, que se reunirá en el cónclave en los próximos días, actúe “como una orquesta” y alcance “acuerdo y armonía”.

“En los pasados ocho años vivimos con fe momentos bellos de luz radiante en el camino de la Iglesia, así como momentos cuando algunas nubes oscurecieron el cielo”, dijo Benedicto. “Intentamos servir a Cristo y a su Iglesia”, agregó.

Un total de 144 cardenales asistieron a la despedida de Benedicto XVI como Papa, dijo el portavoz del Vaticano, reverendo Thomas Roscia.

No todos los cardenales que son elegibles para votar por el próximo Papa estuvieron presentes en la despedida de Benedicto XVI, dijo el vocero del Vaticano, reverendo Federico Lombardi.

Hay 115 cardenales con derecho a votar por el próximo Papa, dijo Lombardi.

Dos pueden estar demasiado enfermos para asistir al cónclave, pero se pueden hacer algunos arreglos para que puedan votar, dijo por su parte el portavoz del Vaticano, reverendo Thomas Rosica añadido.

El Papa Benedicto XVI enviará su tweet final esta tarde hora de Roma, y luego la cuenta @Pontifex quedará inactivo hasta que el próximo Papa decida si quiere usarla, dijo Lombardi.

El Papa, quien nació como Joseph Ratzinger, dejará el Vaticano alrededor de las 17:00 hora local (10:00 hora del centro de México) para volar en helicóptero a la residencia de verano de Castel Gandolfo.

Una vez ahí, donde estará las próximas semanas antes de mudarse a un monasterio dentro de la Santa Sede, hará una última aparición pública desde un balcón.

Cuando termine el acto, regresará a su habitación y comenzará su vida en reclusión.

El Papa tiene el derecho de llevar el anillo del pescador hasta esta noche a las 20:00 hora local. El reverendo Federico Lombardi dijo en rueda de prensa que no sabía si Benedicto XVI lo llevaría en el vuelo a Castel Gandolfo o si lo dejaría en los apartamentos papales del Vaticano.

En cuanto a la forma en que se hará la “destrucción” del anillo y el sello papal, señaló que lo importante es que estén dañados, haciendo marcas por lo que ya no puede ser usado para sellar documentos.

El Colegio de Cardenales se asegurará de que el sello y el anillo sean “destruidos”.

La Guardia Suiza cerrará las puertas del palacio y el Papa se retirará, abriéndose entonces un periodo de transición durante el cual se elegirá al nuevo Papa.

Mientras Benedicto cierra la puerta detrás de él, muchos se preguntan si un nuevo pontífice llevará a la Iglesia en una dirección diferente, y si puede levantarla luego de los escándalos ocurridos durante los ocho años al frente de Benedicto XVI.

Durante la última semana del pontificado, funcionarios del Vaticano intentaron restar credibilidad a los reportes de la prensa italiana sobre un supuesto lobby gay, prostitución y chantajes. Luego, se conoció que Benedicto XVI aceptó la renuncia de un arzobispo escocés después de que un diario reportó que tuvo relaciones inapropiadas con sacerdotes.

El año pasado, documentos secretos filtrados a un periodista y tomados del apartamento privado de Benedicto XVI —los cuales revelaron presuntos casos de corrupción en el Vaticano— llevaron a la Santa Sede a abrir un juicio contra el mayordomo de Benedicto XVI y una investigación a puerta cerrada por tres cardenales. Su reporte solo es conocido por Benedicto, que lo entregará a su sucesor, según el Vaticano.

Al mismo tiempo, la Iglesia enfrentó el enojo por lo que muchos ven como una falla en lidiar con los abusos sexuales por parte de sacerdotes.

Por lo tanto, cuando Benedicto anunció el pasado 11 de febrero que renunciaría, convirtiéndose en el primer pontífice en dejar el cargo en 598 años, hubo inevitable especulación de que la medida se tomó debido a los escándalos.

El peligro para el Vaticano es que su legado sea opacado por todos los problemas a los que se enfrentó, calificados por Benedicto XVI como tiempos tempestuosos durante su última audiencia pública en la Plaza de San Pedro este miércoles.

Benedicto dijo que en su pontificado hubo “muchos días de sol”, pero también “tiempos con aguas agitadas” durante los cuales “parecía que el Señor dormía”.

El Vaticano ha dicho que quiere que exista un nuevo pontífice para antes del inicio de la Pascua, a finales de marzo.

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