Algunas de estas mujeres ven el intercambio de bienes materiales por citas como un mecanismo de supervivencia.

Por Stephanie Goldberg

(CNN) — Durante siete años, Serena Cervantes ha luchado para terminar la licenciatura.

La carga de trabajo no es la razón por la que ha postergado la última clase que tiene que aprobar para graduarse en mayo, sino los gastos. Necesita 2,300 dólares para pagar los dos cursos a los que está inscrita en la Universidad de California.

El dinero apenas le alcanza.

La estudiante de 25 años ha trabajado como trabajadora del hogar y vendedora para ganar dinero, pero dice que salir con los hombres que encuentra en Sugardaddie.com es más lucrativo.

“Me ha costado trabajo encontrar y conservar un empleo. Pensé que esta sería una buena forma de relacionarme con alguien y que fuera, como afirman estos sitios, mutuamente beneficioso”, dijo.

Cervantes es una de las muchas estudiantes que en momentos de necesidad han buscado en línea a un sugar daddy, hombres que se relacionan románticamente con mujeres más jóvenes que ellos y actúan como sus proveedores y protectores. El sitio de citas SeekingArrangement.com, que conecta a hombres adinerados con mujeres en busca de apoyo financiero, reporta que las estudiantes universitarias fueron el 44% de los usuarios del sitio en 2012.

Mientras que algunas personas comparan esta práctica con la prostitución o ponen en duda la moralidad de intercambiar dinero y regalos por afecto, la gente que recurre a estos sitios afirma que son simplemente el conducto por el que ambas partes obtienen lo que quieren.

¿De qué se trata?

Los hombres que se involucran en estas relaciones —muchos son casados o mayores— disfrutan de cuidar de las jóvenes y asumir el papel de mentores en su vida, dijo Steven Pasternack, quien inauguró Sugardaddie.com en 2002.

“A algunos hombres les gusta consentir a sus mujeres al llevarlas a cenar a lugares elegantes y comprarles regalos. Algunos tal vez ayuden con las cuentas de los servicios o las lleven de viaje”, explicó Pasternack. “Otros entablan una relación estable y dicen: ‘Bien, te daré una mesada y puedes usarla para lo que necesites’”.

Las “mesadas” son de 3,000 dólares mensuales en promedio, dijeron a SeekingArrangement.com los hombres que se anuncian en el sitio.

Entonces, ¿qué obtienen estos hombres a cambio de su generosidad? Sorprendentemente, el sexo no es una condición. Evidentemente está sobre la mesa, dice Cervantes, pero hay otras motivaciones.

“Algunos solo querían salir a comer”, dijo. “Algunos solo quieren hablar con alguien. Algunos simplemente dijeron sin rodeos: ‘¿Podemos (tener sexo) por esta cantidad de dinero?’. Y les he dicho que no”.

Sin embargo, ella reconoce que el sexo aumenta las apuestas. Si una chica accede a tener una relación íntima, probablemente reciba más regalos de su benefactor.

“Si pones atención en la redacción de varias normas estatales, los términos de muchas de estas relaciones entran en la definición de prostitución”, dijo el abogado Alex Miller, que ha estudiado este fenómeno.

Las autoridades evitan proceder en contra de estos sitios y sus usuarios porque la relación puede ser igual a un romance típico, dijo Miller. Además, los usuarios son los suficientemente sagaces como para no publicar en línea que están intercambiando sexo por dinero.

El sexo no es la única motivación de estos hombres, de acuerdo con el fundador y director ejecutivo de SeekingArrangement.com, Brandon Wade, de 42 años, quien conoció en el sitio a su esposa, de 27 años.

Según Wade, algunos buscan ayudar a una joven mujer que empieza a abrirse paso, y la mayoría empieza la comunicación con las potenciales “protegidas” preguntándoles por qué buscan a un hombre maduro con dinero.

Él descubrió que las mujeres que dicen que necesitan dinero para pagar la escuela reciben más ofertas que las que reconocen que quieren dinero para someterse a un implante de senos, por ejemplo.

Aunque la mayoría de los hombres que Cervantes ha conocido a través del sitio web prefiere hacer un pago por cada cita, un hombre casado le expidió un cheque por 1,600 dólares para que pagara su colegiatura y su renta después de un mes de cortejo.

Dijo que prefiere salir con hombres casados porque tienden a ser más paternales y representan una fuente de ingresos más estable que los solteros.

¿Es prostitución con otro nombre?

Wade, de SeekingArrangement.com, dijo que exhortan a los hombres que se suscriben al sitio a no ofrecer una cuota de efectivo por cita para evitar funcionar como un servicio de escorts.

Señala que puede detectar a las escorts que pretenden anunciarse en su sitio al comparar las fotos con las que figuran en los sitios de anuncios clasificados Craigslist.com y Backpage.com y al monitorear las conversaciones entre los miembros.

El abogado penal de Atlanta, Bernard Brody, dijo que no es delito pagarle a alguien solo por su compañía. “El delito está en pagar a alguien para involucrarse en una conducta sexual”.

Kimberly Mackey dice que tuvo un pretendiente de Sugardaddie.com que le pagó 500 dólares por almorzar con él. Dijo que no se considera una prostituta porque no tiene sexo con la mayoría de los hombres a los que conoce en el sitio.

La chica de 23 años empezó a salir con hombres mayores ricos después de independizarse e irse a vivir sola a los 18 años. Un hombre mayor que trabajaba en las mismas oficinas vio que tenía problemas para mantenerse, así que empezó a invitarla a sus viajes de golf con sus amigos y le compraba regalos.

El hombre le dijo: “Solo serás joven y hermosa durante algún tiempo. Aprovecha mientras puedas”.

Mackey se acostumbró a los beneficios. Dice que los hombres le han ofrecido autos, vacaciones y departamentos, pero que prefiere el efectivo.

¿Por qué recurrir a esta práctica?

El terapeuta de salud mental Harrison Davis dijo que estas relaciones se basan en el poder y la juventud.

Por un lado, estas relaciones les recuerdan a los hombres una época más despreocupada de sus propias vidas y por el otro, hay una gran sensación de control, explica.

“Pueden quitarles las cosas y limitar la cantidad de dinero que van a gastar en la joven. Pueden conducir la relación hacia donde quieran”.

Mackey dice que no le avergüenza su trabajo de medio tiempo, pero tampoco suele contarle a todo el mundo lo que hace.

Cuando su madre le pregunta cómo puede darse el lujo de no trabajar, dice que su exnovio le ayuda a pagar su tarjeta de crédito.

A su vez, Cervantes dijo que su relación con un familiar se vio afectada luego de que compartió su experiencia de salir con estos hombres. “Él dijo: ‘Estás vendiendo tu cuerpo en línea’”.

Dijo que no tiene padres que le ayuden a pagar la escuela, así que depende de la generosidad de los hombres adinerados cuando está desesperada. Sin el ingreso adicional, estaría de vuelta en el refugio para desvalidos en el que vivió durante tres meses en 2009, asegura.

“En el fondo de mi alma, realmente no me agrada la situación”, dijo Cervantes. Pero no planea desactivar su cuenta en un futuro cercano: “En este momento es un mecanismo de supervivencia”.

Pasternack, de Sugardaddie.com, dijo que la relación entre una mujer y un hombre mayor adinerado es cuestión de perspectiva.

“Ayudé a mi esposa a graduarse, pago las cuentas, la llevo de viaje, le compro regalos lindos. (…) Supongo que podrías decir que muchos hombres casados son sugar daddies sin darse cuenta. Pienso que básicamente puedes decir que cualquier hombre que quiera impresionar a una mujer es un sugar daddy”.

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