Por Rafael Romo, CNN

(CNN) – Un niño de 13 años que había confesado trabajar como sicario para un cártel mexicano fue ejecutado junto con otras cinco personas, según informaron las autoridades del estado de Zacatecas.

Identificado como José Armando Moreno Leos, el niño había sido arrestado por la Policía Federal hace tres semanas, indicó Arturo Nahle García, procurador de Justicia del estado.

“Cuando fue detenido, confesó haber participado en por lo menos diez homicidios y ser un hábil tirador con armas de alto calibre”, dijo el funcionario.

Luego de su arresto, el niño fue liberado de acuerdo con la legislación mexicana. La constitución prohíbe la prisión para todos los menores de 14 años. La misma restricción rige para institutos correccionales.

Según Nahle García, Moreno Leos fue citado para comparecer ante un tribunal el 20 de febrero para determinar su custodia y decidir medidas que lo ayudaran a abandonar el crimen. Sin embargo, el niño no se presentó. “Su madre apareció ante el juez y dijo que había perdido el control sobre el niño cuando abandonó su casa a los once años”, dijo el procurador.

El cuerpo del adolescente fue encontrado el jueves al costado de una autopista en el municipio de Morelos. Los cadáveres de otras cinco personas, cuatro mujeres y un hombre, fueron también hallados en el lugar. Las autoridades indicaron que todos habían sido ejecutados con armas de alto calibre.

“Todos parecen ser jóvenes, pero aún estamos intentando identificar los cuerpos”, dijo Nahle García.

No es la primera vez que un adolescente reconoce ser un sicario para el crimen organizado en México. En el 2011, un niño de 14 años identificado como “El Ponchis”, admitió tras ser detenido que había asesinado de manera brutal a varias personas. CNN tuvo acceso a un video en el que confesaba haber decapitado a cuatro personas.

El Ponchis fue declarado culpable y condenado a pasar tres años en un instituto correccional.

Refiriéndose al caso de Moreno Leos, Nahle García admitió no estar sorprendido. “Es lamentable, pero cada vez vemos a más niños abandonar la escuela para dedicarse al crimen. Todos terminan de la misma forma: o en la cárcel o en el cementerio”, sentenció.