Por Ian Kerner, colaborador de CNN
(CNN) – ¿Cómo mides tu vida sexual? Esa es la premisa central de The Normal Bar (El parámetro de lo normal), el nuevo libro de Chrisanna Northrup y los sociólogos Pepper Schwartz y James Witte.
Basado en las respuestas de una encuesta que se hizo en internet a cerca de 70.000 personas, The Normal Bar busca dar a las personas una idea de lo que es “normal” para la mayoría de las parejas: con cuánta frecuencia tienen sexo, qué tan aventureros son y cómo se cortejan fuera de la habitación.
“No se trata de la normalidad del 98.6% (de las personas), sino de la normalidad de las parejas excepcionalmente felices (gay y heterosexuales) y lo que podemos aprender de ellas”, dijo Schwartz.
Un dato interesante: el 86% de los hombres y las mujeres siente curiosidad por tener sexo poco convencional. “Esto sólo sirve para demostrar que tanto hombres como mujeres quieren novedades”, dijo Patty Brisben, educadora sexual y empresaria. “No concibo que alguna pareja esté satisfecha con el sexo predecible por la misma razón por la que la gente no ve la misma película todos los fines de semana: no hay misterio, no hay emoción”.
Es difícil resistirse a comparar nuestro desempeño entre las sábanas con el de otras personas. “Las parejas que vienen a mi consultorio y se quejan de su vida sexual con frecuencia se comparan con un estándar bastante ficticio e irreal (…) Crecieron viendo películas de Hollywood y creen que la pasión en la cama debería ser espontánea”, dijo Sue Varna.
“Casi todas las parejas, tanto homosexuales como heterosexuales, se preocupan por calificar su relación. Esto naturalmente nos lleva a comparar nuestras relaciones con las de otras parejas”, dijo el psicólogo social, Justin Lehmiller.
Puede ser natural, pero, ¿es saludable? Depende, según los expertos.
“Es tentador pensar que las estadísticas acerca de la frecuencia con la que las personas tienen sexo deben decirte la frecuencia con la que deberías tenerlo”, explica Emily Nagoski, educadora de salud sexual. “Sin embargo, la vida sexual de otras personas no tiene nada que ver con la tuya. El experimentar el sexo de forma diferente no significa que lo estés haciendo mal, sólo significa que lo haces diferente”.
Por el otro lado, intentar estar a la altura de la vida sexual de otros también puede tener sus ventajas. Aunque las comparaciones “pueden ser destructivas si piensas que la norma es el ideal al que debes aspirar, también puede empoderarte si te hacen sentir que tu experiencia tiene validez o que estás menos solo”, dice Margie Nichols, terapeuta sexual y pionera en su labor con la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transgénero.
“Como el sexo poco convencional y las relaciones abiertas son más frecuentes entre las personas lesbianas, gay y bisexuales, esas parejas tienen más opciones y elecciones, algo que puede agregar una capa de complejidad y más libertad a la vida sexual de una pareja”.
Las comparaciones también pueden inspirarte a subir un poco el tono de tu vida sexual. Por ejemplo, los autores de The Normal Bar descubrieron que el 48% de los hombres quiere que sus parejas sean más románticas y lo que más desean es comunicación, no sexo.
“Esta clase de respuestas podría animar a algunas mujeres a modificar la forma en la que hablan o actúan en la cama, dijo la educadora sexual, Jamye Waxman.
Los resultados de la encuesta ponen en tela de juicio los estereotipos de que los hombres separan el sexo de los sentimientos, dice Jean Malpas, psicoterapeuta de Nueva York.
“Sin embargo, muchos de los hombres heterosexuales, gays o bisexuales que recibo en mi consultorio aprecian la intimidad sexual profunda. Con frecuencia anhelan una sexualidad basada en la complicidad y lo lúdico de su relación romántica.
Uno de los objetivos de The Normal Bar es que las parejas empiecen a hablar de su vida sexual e intenten cosas nuevas. Es una experiencia que Nagoski ve reflejada en su labor como educadora sexual en una universidad.
“Para cuando termina el semestre, mis estudiantes saben que son normales, pero no porque la cantidad, calidad o frecuencia del sexo en determinado rango estadístico en comparación con otras personas”, dijo. “Se sienten normales porque entienden que la gente es muy diferente, que hay muchas formas de ser ‘normal’ y que la verdadera medida de la ‘normalidad’ es el mutuo acuerdo y la satisfacción”.