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Por Steve Almasy y Brian Vitagliano, CNN

Nota del editor: Tenga en cuenta que esta noticia contiene lenguaje gráfico.

(CNN) — Dos jugadores de fútbol americano de la escuela secundaria Steubenville acusados de violar a una niña de 16 años que presuntamente estaba borracha fueron hallados culpables por un juez de Ohio, Estados Unidos, el domingo.

El juez Thomas Lipps anunció su decisión después de revisar la evidencia presenta tras cuatro días de testimonios en un caso contra Trent Mays, de 17 años, y Ma’lik Richmond, de 16 años, que fueron juzgados como menores.

La víctima no estuvo en la corte cuando fue leída la sentencia.

Mays y Richmond fueron juzgados sin jurado. El juicio avanzó rápidamente durante el fin de semana para acomodarse a la agenda del juez.

Mays también fue hallado culpable de difundir una foto desnuda de una menor.

“La compasión humana no es enseñada por un profesor, un entrenador o un padre. Es un reglado de Dios dentro de todos nosotros”, dijo la madre de la víctima. “Ustedes muestran no sólo falta de compasión, sino también falta de código moral”.

La mujer dijo que su hija perseverará y seguirá adelante, agregando que ella siente lástima por Mays y Richmond.

Mays fue sentenciado a un mínimo de dos años en un centro correccional de menores. Richmond fue sentenciado a un mínimo de un año, pero como Mays podría estar detenido hasta que cumpla 21 años.

El Departamento de Servicios Juveniles determinará si los dos adolescentes estarán detenidos más tiempo, dijo Lipps, agregando que eso dependerá de su comportamiento y de rehabilitación.

La sentencia finaliza un juicio que gano atención nacional en estados unidos por los espeluznantes mensajes de texto, imágenes y videos de celulares, así como publicaciones en redes sociales sobre el abuso sexual de la niña.

Mays y Richmond fueron acusados de violar a la niña durante una serie de fiestas de final del verano en agosto de 2012.

Según los fiscales, cada uno de ellos penetró la vagina de la víctima con sus dedos, un acto que constituye violación bajo la ley de Ohio si no es consensual.

Los abogados de los dos chicos han dicho que no son culpables.

La política de CNN es no identificar a las presuntas víctimas de abuso sexual. CNN no nombre a los menores que han testificado pero sí identifica a Mays y a Richmond, cuyos nombres han sido usados por funcionarios de la corte, sus abogados, y múltiples reportes de prensa.

En el centro del caso está la cuestión sobre si la víctima estaba muy borracha en la noche del 11 y la mañana del 12 de agosto para entender qué le estaba pasando para consentir el acto.

El fiscal general de Ohio Mike DeWine dijo que más cargos en el caso podrían ser presentados. Él pretende llamar a un gran jurado para que vea más evidencia.

“No podemos finalizar este caso sin convocar a un gran jurado”, dijo y especificó que 16 personas se han negado a hablar con los investigadores.

Catalogó al caso como una tragedia que ha empeorado porque la víctima fue victimizada de nuevo por medio de las redes sociales.

La niña testificó el sábado que recuerda poco sobre esa noche porque estaba borracha.

Durante los argumentos de cierre, los abogados de los dos niños dijeron que el estado no pudo probar más allá de la duda razonable que sus clientes violaron a la niña, cuestionando la credibilidad de la víctima.

También cuestionaron que si una avalancha de fotos y videos de celular y publicaciones en redes sociales, disponibles pocos días después de la violación, así como el cubrimiento de los medios nacionales por el juicio, desviaron el testimonio.

Pero los fiscales le dijeron al juez que no hay duda que la niña estaba “sustancialmente afectada”.

La niña testificó que recordaba beber por primera vez en la gran fiesta de la noche y luego sostener la mano de Mays cuando salía con él, Richmond y otros.

Lo siguiente que recuerda, según le dijo a la corte, es despertarse en la mañana desnuda en un sofá en una casa desconocida. Ella se cubrió con una sábana mientras buscaba su ropa. Testificó que no podía encontrar su ropa interior, sus aretes o su celular.

Dijo que estaba “muy avergonzada para preguntar qué había ocurrida esa noche por que no lo recordaba”.

La niña dijo que tenía recuerdos de ella vomitando en una calle en algún punto tras salir de la primera fiesta.

La víctima fue la testigo número 28 —la última— de un juicio que ha arrojado luz negativa a a Steubenville y al equipo de fútbol americano de su escuela secundaria, conocido como “Big Red”.

Los abogados de Mays y Richmond cuestionaron la credibilidad de la víctima, llamando a dos de los ex mejores amigas de la niña a testificar.

Una de ellas, de 17 años, dijo que la víctima le dijo que ella creía que fue drogada la noche del abuso, una acusación que la testigo dijo que no creía debido a que la niña “miente sobre algunas cosas”.

Un examen médico de drogas resultó negativo, reveló el testimonio.

Las testigos, que se describieron como compañeras de clase y ex mejores amigas de la niña, le dijeron a la corte que la vieron bebiendo alcohol. Ella tomó al menos cuatro tragos de vodka, dos cervezas y alguna bebida mezclada con vodka, dijo la testigo de 16 años.

La defensa intentó cuestionar a los dos adolescentes sobre la historia y antecedentes de la víctima, pero el juez no lo permitió. Ohio, como muchos estados, tiene una ley contra violaciones que limita la cantidad de información sobre qué tanto del supuesto pasado de la víctima puede ser explorado en la corte.

La testigo de 17 años dijo que recogió a la víctima la mañana siguiente en la casa de alguien y que le preguntó qué había ocurrido.

En el auto, la víctima dijo: “No tuvimos sexo, lo juro, no sé qué ocurrió. No lo recuerdo”, testificó.

El viernes, tres adolescentes, todos amigos de los acusados, testificaron que vieron a Mays y a Richmond tener contacto sexual con la niña. Los tres cuentan con inmunidad.

Uno de ellos —identificado como un jugador de fútbol americano y de lucha libre de 17 años— dijo que usó su celular para grabar a Mays introduciendo sus dedos dentro de la vagina de la niña durante el recorrido en coche de una fiesta a otra. Dijo que eliminó el video la mañana siguiente cuando se dio cuenta de que había hecho algo malo.

El adolescente también testificó que Mays luego intentó que la niña le realizara un acto sexual en el sótano de la casa.

“Ella no respondió a eso”, dijo.

Poppy Harlow reportó desde Steubenville, Ohio, Steve Almasy y Chelsea J. Carter escribieron desde Atlanta. Yon Pomrenze contribuyó a este informe.