Por Pierre Meilhan y Greg Botelho, CNN
(CNN) — Redoine Faid se formó como un gángster. Pensaba en grande —inspirándose en las películas, como cuando usó una máscara de hockey como el personaje de Robert DeNiro en Heat— y actuaba con audacia, atacando vehículos blindados entre otros objetivos de robo.
Después de más de una década en prisión, no obstante, el francés insistió en que ya dejó atrás sus días como criminal.
La promesa no duró mucho, según las autoridades francesas. En 2011, un año después de la publicación de autobiografía, Faid volvió a quedar tras las rejas.
Ahora está libre de nuevo, y otra vez, es buscado internacionalmente después de su fuga de prisión.
Faid retuvo a cinco personas, incluyendo cuatro guardias, amenazándolos con un arma en un centro de detención en la ciudad de Lille el sábado, dijeron las autoridades. Lugeo se escapó, detonando explosivos para destruir cinco puertas, le dijo Etienne Dobrometz, representante de la unión penitenciaria , a BFMTV, cadena afiliada de CNN.
Se desconoce su paradero. La ministra de Justicia de Francia, Christiane Taubira, dijo el sábado que se emitió una orden de arresto europea vigente en 26 países, y que la Interpol también trabaja para detenerlo.
Una persona que no está sorprendida por la fuga de Faid es su abogado, Jean-Louis Pelletier. En pocos días, Pelletier tenía planeado reunirse con su cliente como preparación para el juicio por un ataque en Villiers-Sur-Marne, al este de París, en mayo de 2010, que dejó como saldo la muerte de una policía de 26 años.
“Es muy inteligente, y está usando su intelecto para sus ambiciones”, le dijo Pelletier a BFMTV. “(Y Faid) no soporta más estar encarcelado”.
Interrogantes sobre la seguridad de la prisión
En su autobiografía de 2010, Ladrón: de los suburbios al crimen organizado, Faid relató su progreso de ser un ratero a ser uno de los criminales más famosos de Francia, según describe la editorial del libro, La Manufacture De Livres.
En 1998, después de tres años huyendo en Suiza, Faid finalmente fue atrapado. Sentenciado a 20 años de prisión, terminó cumpliendo una pena de más de 10 años en varias cárceles de máxima seguridad de Francia.
Tras ser puesto libertad, Faid se exhibió, no sólo con su libro, sino al dejarse entrevistar varias veces.
La vertiginosa vida de crimen que describió se parecía al de otro famoso gángster francés, Jacques Mesrine. El hombre más buscado del país en los años setenta, Mesrine se hizo famoso como un criminal carismático y mediático reconocido por sus atracos en bancos y sus espectaculares fugas de prisión.
La historia de Mesrine terminó en 1979, cuando fue abatido a tiros por la policía en las calles de París.
El escape de prisión de Faid evoca algo de ese tipo de criminales. Pero también genera varias preguntas: ¿Cómo logró un preso obtener armas y explosivos? ¿Cómo pudo usar la fuerza en su fuga? Y, después de todo eso, ¿por qué no lo han atrapado?
Los cuatro guardias que Faid supuestamente retuvo como prisioneros “están sanos y salvos”, dijo Frederic Fevre, fiscal de Lille.
Pero funcionarios del sindicato de guardias de prisión presionaron a Taubira para que facilite mejores medidas de seguridad dentro de las prisiones, incluyendo requisas rigurosas para quienes entran, reportó BFMTV.
Construido en 2007, el centro penitenciario Lille-Sequedin —del que escapó Faid- no es una instalación vieja, pero no está diseñado para mantener vigilados a los prisioneros, dijo Jimmy Delliste, exdirector del lugar.
“La construcción hace que sea particularmente difícil controlar a los detenidos, a los que es muy difícil vigilar”, le dijo Delliste a BFMTV.