(CNN) – En un esfuerzo por combatir el abuso de analgésicos de venta exclusiva con receta, la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) está prohibiendo las versiones genéricas de la fórmula original del OxyContin (oxicodona).
“La FDA ha determinado que los beneficios del OxyContin original ya no superan sus riesgos”, señaló la agencia en un comunicado.
El OxyContin se aprobó por primera vez en 1995. El fármaco se volvió atractivo para quienes lo trituran para inhalarlo o lo derriten para inyectárselo. Las tabletas de OxyContin están hechas con una fórmula de acción retardada que libera el fármaco en un lapso de 12 horas.
Sin embargo, cuando se tritura una píldora, el torrente sanguíneo absorbe de inmediato la dosis completa.
Purdue Pharma, los fabricantes del OxyContin, dejaron de vender la fórmula original a las farmacias en agosto de 2012 luego de que cambiaran la fórmula de las píldoras para hacerlas más resistentes a la trituración.
Las píldoras con nueva fórmula dificultan la inhalación o la inyección de las píldoras, según la FDA. La agencia aprobó que se colocaran nuevas etiquetas para dejar en claro que es más difícil abusar de las píldoras. Cualquier versión genérica del OxyContin que se sujete a aprobación deberá basarse en esta fórmula, señala la FDA.
Los analgésicos de venta exclusiva con receta médica han cobrado la vida de más estadounidenses que la heroína y la cocaína juntas, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
En 2012, aproximadamente 12 millones de estadounidenses mayores de 12 años reportaron haber consumido analgésicos de venta con receta médica para fines recreativos. Según los CDC, ese año se recetaron suficientes fármacos como para medicar a cada adulto estadounidense las 24 horas del día durante un mes.
Los CDC descubrieron que las muertes han aumentado radicalmente durante la última década. En 2009, cerca de medio millón de personas acudieron a las salas de emergencias como resultado del abuso de los fármacos de venta con receta como el Vicodin (hidrocodona), el OxyContin (oxicodona), el Opana (oximorfona) y la metadona.
En mayo de 2007, Purdue Pharma llegó a un acuerdo en una demanda en la que se afirmaba que la empresa usaba material promocional que contenía información engañosa o imprecisa, en la que se minimizaban los riesgos de adicción que presentaba el OxyContin, según la revista Fortune.
La empresa pagó una multa de poco más de 600 millones de dólares y tres de los altos ejecutivos de la empresa se declararon culpables del delito menor de etiquetado engañoso.
En diciembre, la Oficina de Políticas Nacionales de Control de Medicamentos de la Casa Blanca (ONDCP) envió una alerta a las autoridades, particularmente a lo largo de la frontera con Canadá, en la que advertía que en ese país se habían aprobado las versiones genéricas no resistentes al abuso de la oxicodona, el ingrediente activo del OxyContin, el Percocet y unos 40 analgésicos más.
“La ONDCP espera que dentro del próximo mes las empresas empiecen a ofrecer en las farmacias canadienses esos genéricos que carecen de las características de resistencia al abuso”, según la alerta.
En la misiva se alertaba del potencial que existe de que esos genéricos aparezcan en Estados Unidos.
En adelante, la FDA seguirá “impulsando el desarrollo de fórmulas que impidan el abuso de opiáceos”, señaló la agencia. “(Creemos) que esos productos ayudarán a reducir el abuso de los fármacos de venta con receta. Asimismo, la FDA sigue comprometida a asegurar a los pacientes que tienen dolor que tendrán un acceso adecuado a los analgésicos opiáceos”.
Saundra Young colaboró en este reportaje