Por Gary Morley, CNN
(CNN) — El uruguayo Luis Suárez volvió a mostrar por qué es uno de los futbolistas más polémicos este domingo cuando pareció morder a un oponente antes salvar a su equipo de una derrota con un gol en el último momento del partido.
La estrella del Liverpool mostró lo peor y lo mejor de su juego tras el controversial empate 2-2 con Chelsea, y posiblemente enfrenta otra larga suspensión después de su ataque contra Branislav Ivanovic.
Suárez, máximo anotador de la Liga Premier inglesa, luchó con el defensor del Chelsea y luego hundió sus dientes en el brazo del serbio.
El incidente no fue visto por el árbitro Kevin Friend, quien restó importancia a las iracundas protestas de Ivanovic.
No es la primera vez que Suárez muerde a un rival: fue suspendido por siete partidos a finales de 2010 tras un incidente cuando jugaba en el club holandés Ajax, dos meses antes de unirse al Liverpool.
También fue sancionado con ocho partidos después de insultar racialmente a Patrice Evra, del Manchester United, en octubre de 2011.
El excapitán del Liverpool Graeme Souness dijo después del partido con Chelsea que el uruguayo de 26 años perdió su última oportunidad.
Souness, uno de los comentaristas del partido para Sky Sports, dijo que el club debía tomar fuertes medidas después del incidente, que afecta a uno de los equipos más famosos del mundo.
“Las personas estarán hablando de esto por mucho tiempo y le va a generar una muy mala imagen a Liverpool, especialmente en esta semana de todas las del años, en el aniversario de Hillsborough”, dijo el exfutbolista de 59 años, refiriéndose al 24 aniversario de la tragedia en la que 96 personas murieron después de ser aplastados durante un partido entre Liverpool y Nottingham Forest.
“No puede ocurrir de nuevo. Creo firmemente esto pone en juego su permanencia en Liverpool: la junta debe verlo así porque están arriesgando todo lo que este gran club representa”, agregó Souness, que fue jugador durante los días de gloria del Liverpool en los setenta y ochenta y que luego fue entrenador del equipo.
El actual director técnico del Liverpool, Brendan Rodgers, se negó a criticar a Suárez en la entrevista posterior al partido con Sky, diciendo que tenía que ver el incidente primero.
Su predecesor, Kenny Dalglish, fue muy criticado por defender públicamente a Suárez en el caso Evra, incluso después de la sanción de la FA, la asociación del fútbol inglés.
Otro exjugador del Liverpool, Jamie Redknapp, dijo que las acciones de Suárez —que con frecuencia es criticado por dejarse caer en el campo— son “indefendibles”.
“Hay un gen de locura y genialidad en él porque es un jugador excepcional, y la gente habla de él como el jugador del año, pero lo que hizo hoy es indefendible”, dijo Redknapp, también comentarista de Sky.
“Incluso los más acérrimos aficionados del Liverpool no pueden ver eso y pensar que está bien”.
“¿Por qué querrías quitarle un pedazo de brazo a alguien cuando están en una cancha de fútbol? Eso es una increíble acto de brutalidad. Es locura”.
El incidente opacó el regreso de Rafael Benítez, extécnico de Liverpool, al estadio Anfield ahora con el Chelsea, y el español se rehusó a comentar sobre Suárez, quejándose en su lugar de los casi siete minutos que tiempo añadido que permitieron el delantero uruguayo empatara el juego y anotara su gol 23 de la temporada.